Las decenas de miles de refugiados en las fronteras de Europa y el trato inhumano que se les da, ha generado una creciente movimiento de indignación en todo Europa. Los jóvenes y estudiantes del viejo continente debemos desplegar toda nuestra solidaridad.
Pere Ametller @pereametller
Martes 15 de septiembre de 2015
fotografía: Cynthia Lub
La foto del joven Aylan, el niño sirio ahogado en las costas de Turquia, ha sido la ‘gota de sangre’ que ha colmado el vaso. Diferentes movimientos de solidaridad popular comienzan a aparecer de forma espontánea en Austria, Alemania, Inglaterra o Hungría. En el Estado español también han sido numerosas e importantes las manifestaciones de solidaridad con los refugiados.
Somos cada día más los que queremos dar apoyo a los cientos de miles que los gobiernos de la UE condenan a morir ahogados, hacer peligrosas travesías, son recibidos a golpes y repartidos en cupos como ganado. La juventud y el movimiento estudiantil podemos ser parte activa en poner en pie un auténtico movimiento de solidaridad internacionalista. Aquí van algunas ideas para poner en práctica esta solidaridad tan necesaria.
Abastacer los recursos básicos
Las necesidades básicas de los inmigrantes que han viajado miles de kilómetros escapando de la guerra, la pobreza y la represión son fundamentales. A menudo se ven obligados a trasladarse a campamentos improvisados, en condiciones de pobreza y sin acceso a los alimentos con facilidad.
Por esta razón la recolección de productos de primera necesidad (ropa, alimentos, productos de higiene y medicamentos) es la primera forma de solidaridad, sin la cual el resto de la lucha no es posible. Las recaudaciones de dinero y las donaciones en efectivo permiten financiar las necesidades más urgentes: pagar la atención médica, transporte, tarjetas de teléfono y organizar actividades culturales y educativas.
Organizar recolectas en nuestras universidades, institutos y lugares de trabajo, sirve también para popularizar la causa de los migrantes y visibilizar lo que los principales medios de comunicación tergiversan sistemáticamente. No obstante, los gestos humanitarios no son suficiente. La solidaridad es, ante todo, una lucha contra las causas profundas de esta situación dramática.
Movilizaciones internacionalistas, antiimperialistas y anti-racistas
Las movilizaciones en apoyo a los refugiados están aumentando en Europa. Más de 20.000 personas marcharon por las calles de Viena en solidaridad con los miles de refugiados. En Alemania, hinchas del St. Pauli también han expresado su apoyo dando refugio a los inmigrantes. En Francia, cerca de 10 000 personas, entre ellas muchos jóvenes, participaron el 5 de septiembre en un mitin en la Plaza de la República en París. Ese mismo día en numerosas ciudades del Estado español tuvieron lugar manifestaciones del mismo tipo.
Dada la magnitud de la indignación popular que comienza a hacerse visible en estas concentraciones y manifestaciones, los gobiernos europeos y los partidos burgueses tratan de controlar la solidaridad y encerrarla en formas institucionales. Este es el caso de la canciller alemana, Angela Merkel, que se hace pasar por "humanista". Pura hipocresía de los políticos capitalistas responsables de las guerras y la miseria de la que huyen los migrantes. En ese sentido, las movilizaciones en apoyo a los refugiados y la solidaridad internacionalista es fundamenal. Nuestra lucha debe permanecer independiente de las clases dominantes.
Con el comienzo del curso la cuestión de la solidaridad con los inmigrantes debe quedar instalada en la agenda del movimiento estudiantil. Debemos promover las movilizaciones que se den en nuestros centros de estudio y organizar desde ahi la participación de los estudiantes en las manifestaciones y actos de protesta que se den.
Sin duda, la extrema derecha aprovechara este conflicto para intentar reforzarse, aumentando y popularizando el odio hacia los migrantes, al estilo de Aurora Dorada en Grecia, el Frente Nacional en Francia o Plataforma per Catalunya o el PP de Albiol aqui. También vemos continuas muestras de racismo institucional en nuestra calles y ciudades, desde la existencia de CIEs hasta la persecución y criminalización del top manta. Tenemos que convertir nuestros centros de estudio en verdaderos polos contra el racismo y los grupos fascistas, desde donde organizar respuestas ante cualquier campaña o agresión de tinte xenófobo que se trate de impulsar.
Unidad de acción entre los estudiantes y el movimiento obrero
El movimiento obrero y las centrales sindicales en particular, tienen un papel clave que desempeñar en la construcción del movimiento de solidaridad hacia los migrantes. Esta es nuestra clase, la que tiene que vivir de su trabajo y que tiene un común interés en la abolición de las fronteras.
Hay que exigir a los sindicatos que se posicionen en defensa de los inmigrantes y expandir la solidaridad popular junto a las organizaciones estudiantiles, juveniles y sociales. Movimiento estudiantil y sindicatos debemos luchar por la regularización de todos los inmigrantes “sin papeles”, por la apertura de las fronteras y la libre circulación y residencia. Los gobiernos imperialistas y los empresarios tratan de fomentar el desarrollo de racismo y la xenofobia en este contexto. Tratando de dividirnos entre los trabajadores con trabajo y los parados, de acuerdo con nuestro color de piel o nacionalidad...
Hay que pelear por un programa común para todos los trabajadores y sectores populares, sean de aqui o de fuera, tengan el estatus de refugiado o de inmigrante... que pelee por el derecho a una vivienda digna en base a la expropiación de todos los pisos vacíos de los especuladores, por el acceso universal a la sanidad y servicios sociales, por el reparto del trabajo sin reducir el salario y planes de empleo costeados con los beneficios de las grandes empresas y fortunas. No queremos que los refugiados queden recluidos en campos o centros que terminan convirtiéndose en verdaderas cárceles de extranjeros como hoy son los CIEs.
Abrir las universidades a los miles de inmigrantes
El movimiento estudiantil tiene un papel esencial en la lucha por el acceso a las universidades y la educación de todos los niveles por parte de los inmigrantes.
La universidad ha sufrido durante décadas una profunda transformación que tiende cada vez más a alejarse de las clases populares. Las capas de la sociedad más desprotegidas, como los inmigrantes indocumentados, están totalmente excluidas.
Necesitamos un movimiento que abra las puertas de las universidades y que permita estudiar a todo aquel que lo desee independientemente de su poder adquisitivo o nacionalidad. Queremos estudiar codo a codo con los migrantes, los cuales deben tener acceso a todos los servicios de apoyo, aprendizaje de la lengua y el resto de los servicios públicos. Debemos tomar iniciativas para abrir nuestros centros de estudios. En el contexto actual de austeridad nada será posible sin la movilización y una disidencia que se salte las reglas establecidas.
Poner nuestros institutos y facultades al servicio de la lucha
El sistema educativo es uno de los principales generadores de la ideología dominante en la sociedad actual, disciplinando a los más jóvenes. Es la misma ideología que trata de invisibilizar la crisis actual de los inmigrantes y a toda la clase trabajadora, repitiendo constantemente que debemos buscar siempre la salida individual de una buena formación para encontrar un buen trabajo o hacernos emprendedores.
Debemos revertir esta situación haciendo de las universidades verdaderos polos de expresión de la lucha por los refugiados, ganando mayor visibilidad y solidaridad. Organizando conferencias en las aulas junto a los propios refugiados sobre su conflicto., jornadas culturales, de movilización... y combatiendo los paradigmas etnocéntristas y racistas que muchas veces se imparten desde parte de la casta académica.
Vamos a ponerlas al servicio de la transformación de esta sociedad, lejos de la función de reproducción de este sistema capitalista que cumple ahora.