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Red Internacional
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BOLIVIA Y LA “ESCUELA DE FORMACIÓN POLÍTICA” EN HUANUNI. ¿Qué tipo de Escuela necesitan los trabajadores?

Según los participantes, el objetivo de la “Escuela de Formación Política” de Huanuni es el de crear líderes "revolucionarios" que continúen con el proceso de cambio.

Viernes 1ro de abril de 2016

Foto: El Sajama

A mediados del mes de marzo, se inauguró la Escuela de formación política sindical en Huanuni – Oruro, con la participación del Vicepresidente Álvaro García Linera y varios dirigentes de organizaciones sociales, entre ellos el minero Guido Mitma actual Secretario Ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB) y, como espectadores, varios estudiantes escolares de la región. Entre aplausos y discursos, escucharon al vicepresidente describir y explicar una breve biografía de personalidades históricas revolucionarias, que se encontraban en un banner, como Marx, Engels, Che Guevara y Trotsky (no había Stalin).

Según los participantes, el objetivo de dicha escuela es el de crear líderes revolucionarios que continúen con el proceso de cambio. Como por ejemplo, Pedro Montes ex ejecutivo de la COB ahora senador de Oruro por el Movimiento Al Socialismo (MAS), mencionó que “los partidos de derecha desean desestabilizar la democracia”, es ahí donde surgen una serie de preguntas ¿A qué derecha se refiere? ¿A la nueva derecha que está acomodada en el gobierno, disfrutando de los placeres del capitalismo? ¿A la derecha que participó en anteriores gobiernos neoliberales y ahora lideran el proceso de cambio a través de ministerios o diputaciones? ¿A la derecha que reaparece, aliada al MAS, con discursos nacionalistas como por ejemplo el tema marítimo?, etc.

Lo interesante e irónico de dicho acontecimiento en Huanuni, fue que, en el afán de incentivar un discurso izquierdista para convencer a los asistentes, el Vicepresidente tuvo que explicar quién fue León Trotsky y el aporte teórico-práctico fundamental que brindó a la revolución socialista en Rusia, cuando el año 2014, activistas y luchadores sindicales que difunden las ideas de dicho líder socialista, enfrentaron diversos ataques, entre persecuciones, procesos y expulsión de Huanuni (a través de dirigentes afines al gobierno), por el “delito” de incentivar la creación del instrumento político de los trabajadores como el PT (Partido de los Trabajadores).

Por lo tanto, es fundamental la creación de una escuela de formación política revolucionaria en centros mineros, pero no burocrática ni dependiente del gobierno actual, ya que para profundizar las ideas revolucionarias de las y los trabajadores de base, tendría que contribuir a dotar de una visión del capitalismo mundial y sus contradicciones; dilucidar que el capitalismo es una sociedad de clases (en constante lucha) y que una minoría (Burguesía) controla los medios de producción, como en las fábricas, en las minas, mientras que la amplia mayoría, la clase trabajadora (los mineros en este caso), tienen que vender su fuerza de trabajo para poder sobrevivir y al mismo tiempo, el burgués aprovecha las ganancias que produce el trabajador para obtener más ingresos, es por esta razón que la independencia de clase es fundamental dentro y fuera de la organización social de Huanuni. Una escuela que contribuya a extraer lecciones revolucionarias de los procesos políticos más importantes de Bolivia como la Tesis de Pulacayo, la experiencia del bloque minero parlamentario, del pacto obrero universitario, de la Asamblea Popular, etc. y de las experiencias revolucionarias del s. XX (Rusia, China, Cuba, etc.), una escuela que rescate el marxismo revolucionario contra las versiones académicas conciliadoras postmodernas (con la burguesía nacional y las transnacionales), hoy en boga desde la vicepresidencia (capitalismo andino, socialismo comunitario, etc.) que gusta a la elite intelectual que disfruta de los placeres del poder, hablando y escribiendo sobre izquierda.

Es decir, que dichos insumos teóricos para la clase trabajadora en los centros mineros, deberán incentivar a generar aspiraciones y acciones para pelear por la completa independencia política de los trabajadores y de los sindicatos. En conclusión, necesitamos, una escuela de formación política que esté al servicio de los trabajadores.