Llegó el receso escolar, pero el ajuste de Macri pega fuerte y las plazas se ven como única alternativa para los hijos de las trabajadoras y trabajadores.
Silvina Gasal docente de Educación Especial
Miércoles 20 de julio de 2016
Llegó el receso escolar, pero por lo visto estos quince días tan esperados por los niños transcurrirán principalmente en el compartir familiar o de amigos. Cualquier salida o paseo que no sea a una plaza pública resultará un desembolso de dinero imposible de asumir para la familia de un trabajador, que en estos meses está más preocupado en separar el dinero de su sueldo para cubrir los gastos exuberantes que trajeron el tarifazo y los aumentos de los costos de los productos de la canasta familiar con los que el gobierno de Mauricio Macri nos viene golpeando desde su asunción, y que todos vivenciamos día a día.
Así que ante las preguntas: “¿Qué hacemos hoy? ¿Dónde vamos a pasear?”, la respuesta será de muy pocas opciones atractivas de distracción. El teatro, el cine, el circo, los juegos electrónicos y las hamburguesas en el pelotero no estarán entre las alternativas para una familia trabajadora. Todos sabemos que una salida de este tipo rondaría un gasto mínimo aproximado de $ 500, por lo que se llevaría casi el 10 % de un salario promedio, que hoy para el 70 % de los trabajadores es de no más de $ 7.500. Una injusticia total, pero que “gracias” al cierre de paritarias a la baja y a la tregua de las direcciones sindicales -que dejan pasar el mazazo al bolsillo- es lo que la mayoría de las familias obreras deben pasar.
Definitivamente Mauricio Macri muestra hasta en esto que gobierna para que disfruten del receso escolar los hijos de los empresarios, los que tienen el privilegio y no el derecho de cobrar un sueldo prominente.
Los hijos de los trabajadores serán otra vez los que vean que el ajuste llegó hace rato, hasta para la recreación y el divertimento.
