Reflexión de Ingrid Letelier, dirigenta sindical Unimarc Temuco y militante de Pan y Rosas, sobre la histórica marcha #niunamenos
Lunes 24 de octubre de 2016
Después de la gran marcha #niunamenos, tengo que decir que fue una tremenda jornada de movilización donde las mujeres nos tomamos las calles de Temuco, donde muchas de nosotras no tenía miedo de caminar y no nos daba vergüenza gritar, reírse y emocionarse por todo lo que estábamos viviendo.
Sí, porque muchas de nosotras vivimos con miedo, miedo a que nos maten, miedo a las humillaciones, miedo a no poder decidir sobre nuestros cuerpos, miedo a salir de la casa, que los hombres se crean con derecho a agarrarnos el poto o una pechuga, miedo al acoso callejero, por más que le cambien el nombre y lo disfracen como “piropo". Ese miedo a que el sueldo no nos alcance hasta fin de mes. Miedo de perder el trabajo, si no nos sometemos a las galanterías del jefe. Miedo cuando vamos a parir a nuestras hijas e hijos. Miedo y rabia cuando se disfraza un femicidio por "crimen de un amor pasional". Miedo por la violencia psicológica que ejercen nuestras parejas. Miedo a reiniciar nuestras vidas por los contantes cuestionamientos. Miedo decir que estoy cansada. Miedo a decir que quiero descansar un día entero lejos de los hijos o hijas, pues me tildarían de mala madre. Miedo a salir a bailar y tomarme unos copetes, por no sé si me van a violar y si voy a volver viva a la casa. Miedo de usar un mini, porque si es muy corta y dirán que yo ando provocando.
Para mí, como mujer, madre, trabajadora, estas dos campañas #niunamenos y #vivasnosqueremos, no eran sólo para que no nos maten, es mucho más que eso, es por la constante violencia de género que vivimos las MUJERES día a día. No se trata que queremos ser mejores que los hombres ni tampoco de victimizarnos. Se trata que queremos igualdad de condiciones y que nos traten con respeto, no como un pedazo de carne. No somos presa de nadie. SOMOS MUJERES TRABAJADORAS.
