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Red Internacional
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Trabajadores opinan sobre los tarifazos. “Queremos un sistema eléctrico para los trabajadores y usuarios, no para la ganancia privada”

Fueron despedidos de una tercerizada de Edesur. En esta entrevista dicen “nosotros desde adentro sabemos cómo las empresas le roban al usuario y al trabajador”. Por eso proponen “un sistema eléctrico estatal gestionado por trabajadores y usuarios, los únicos interesados en un buen servicio”. El ajuste en energía contado por trabajadores calificados, que plantean una salida para las grandes mayorías.

Jueves 17 de febrero de 2022 16:03

Trabajadores de la energía despedidos de Edesur opinan sobre los tarifazos y el servicio eléctrico - YouTube

En esta entrevista exclusiva para La Izquierda Diario tres trabajadores despedidos de EMA (tercerizada de Edesur) analizan el sistema energético y sus tarifas desde una perspectiva ausente en los papeles del FMI, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio: una perspectiva de los trabajadores. “La empresas lloran, pero la juntan en pala y se quedan con toda la plata de los subsidios y los tarifazos”, dice uno de ellos.

Pero no sólo denuncian, sino que también convocan a los trabajadores y usuarios a enfrentar los tarifazos y a pelear por un sistema eléctrico estatal controlado por trabajadores y usuarios. Para que el acceso a los servicios sea un derecho, y no un negocio para pocos.

Este jueves habrá otra audiencia pública no vinculante, para debatir un nuevo tarifazo en el servicio eléctrico. El nuevo cuadro tarifario que propone el gobierno nacional contempla una segmentación territorial, sin considerar niveles de consumo domiciliario, para reducir subsidios a los usuarios.

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Una de las claves para el entendimiento con el FMI, pasa por la reducción de más de un punto y medio de subsidios permanentes e insostenibles, que reciben las empresas del sector eléctrico. Vale recordar que este sector fue beneficiado a pesar del pésimo servicio, con más de 2 puntos del producto bruto interno, por encima de los 700 mil millones de pesos solo en 2021.

Mientras los cortes de luz se incrementaron durante todo enero y lo que va de febrero. Al mismo ritmo se incrementaron las deudas de las dos distribuidoras eléctricas más importantes del país con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA). Edesur le debe a CAMMESA 43.025.502.692 millones y Edenor 36.221.778.500 millones de pesos. Las dos compañías cortan el servicio a los usuarios que no pueden pagar el altísimo costo del servicio, pero a ellos nadie les exige honrar sus deudas, queda claro que el capital financiero internacional (FMI) y las multinacionales imponen todas las condiciones.

El modelo eléctrico vigente condiciona la recaudación del estado e incrementa el déficit, a la ya mencionada millonaria suma de subsidios a las empresas de distribución y generación, estas últimas tienen precios dolarizados, sumado a la imposibilidad de los usuarios de pagar facturas altísimas, optando por consumir menos, adherirse al sistema prepago o directamente dejar de pagar por el servicio. Demuestran que es un modelo inviable e insostenible el sistema eléctrico actual.
30 años en manos privadas fueron suficientes

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Los ex trabajadores de EMA cuestionan el modelo energético impulsado por Martínez de Hoz y que concretó el ex presidente Carlos Menem que dura hasta nuestros días. Además denuncian que las empresas deterioran el servicio eléctrico, a través de la tercerización que a su vez encarece los costos que recaen en las tarifas y terminan pagando usuarios y trabajadores del sector, al tener que subcontratar trabajos que podrían ser atendidos por personal propio si la dotación de trabajadores fuera suficiente, al incrementar la tercerización aumentan.

La tercerización es un costo que asume el usuario y que segmenta a los trabajadores en trabajadores de primera y de segunda con el objetivo de maximizar las ganancias empresarias y dividir y debilitar a la clase obrera. La diferencia salarial y de estabilidad laboral que conlleva la tercerización es de público conocimiento.

Edesur es un caso emblemático, ya que declara tener una planta permanente de 2500 trabajadores y unos 2500 trabajadores de forma indirecta. Durante 10 meses del 2021 una vanguardia de obreros eléctricos tercerizados, supo poner bien alto la bandera “Basta de precarización - Pase a planta permanente con todos los derechos y encuadramiento gremial en Luz y Fuerza”, mientras la colaboracionista burocracia sindical miraba para otro lado.

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Frente a los tarifazos que preparan la diputada Myrian Bregman recientemente dijo en un reportaje que la discusión “de tarifazo si, tarifazo no, es solo para distraernos. Que la discusión debe ser: ¿qué hacer con estas empresas que se llenaron de plata y brindan un pésimo servicio?” En consecuencia propuso romper con el modelo vigente “[…] que el estado se haga cargo y que sea gestionada por los trabajadores y controlada por los usuarios […]”

Un modelo eléctrico insustentable y antipopular

El sector eléctrico demostró durante 900 días que la autogestión es virtuosa para el desarrollo energético. La experiencia en SEGBA fue interrumpida por la intervención militar bajo el programa de “reorganización nacional” en enero de 1977. Para ese entonces la empresa suministraba el 80 % de la energía eléctrica consumida en Capital Federal y el Gran Buenos Aires y cubría el 60 % de la actividad industrial y comercial del País. Contaba con 3 millones de clientes y una dotación de 24 mil empleados.

El lema de “achicar el Estado es agrandar la Nación” perdura hasta nuestros días. El programa de reorganización nacional de la dictadura contemplaba reducir el déficit y acusaba a las empresas públicas de ser uno de los motores inflacionarios. La fórmula para corregir estas variables de la economía para el ministro de la dictadura, era el saneamiento de las empresas estatales (privatizó hasta donde pudo), el aumento de las tarifas en los servicios públicos y el incremento de la presión tributaria.

Nada nuevo bajo el sol

Los gobiernos que los sucedieron no retrotrajeron los cambios estructurales que impulsó la dictadura sino que los profundizaron, aumentaron la deuda contraída con el FMI por el gobierno de facto, concretaron la privatización de todos los servicios públicos, dejando a miles de trabajadores en la calle. Como lo demostró el proceso de privatizaciones de los 90, a SEGBA la dividen en siete unidades comerciales, dejando a miles de trabajadores en la calle. “Achicar el estado y agrandar la nación”, al servicio del gran capital, terminó en una catástrofe con un servicio esencial que debería ser público.

Entonces los usuarios dejamos de ser usuarios y pasamos a ser clientes. SEGBA contemplaba un trabajador cada 104 usuarios, hoy la relación de trabajadores por usuarios, solo en Edenor, es de 1 cuadrilla disponible por cada 7.82 MW de demanda y por 4.704 usuarios según publicó el ente regulador (ENRE), para atender y mantener una red eléctrica que se triplicó.

El resultado de esta política irracional de sostener el servicio en función de las ganancias para unos pocos, se corresponde con un pésimo servicio con facturas impagables que van en aumento, una red eléctrica llena de parches y sin mantenimiento, miles de trabajadores precarizados, deudas monstruosas que las empresas privadas no pretenden honrar. Como dicen los trabajadores en el video “la única forma de parar esto es: que los trabajadores y los usuarios se organicen para frenar este robo, que es el robo del siglo”.

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La pregunta es, hasta cuándo vamos a seguir manteniendo un modelo energético que fracasó y reemplazarlo por uno que tenga como prioridad un servicio sustentable y de calidad para todas y todos los usuarios, que tenga como perspectiva la transformación de la matriz energética hidro-carbonífera por una amigable con el medio ambiente, aprovechando las nuevas tecnologías en resguardo de los recursos naturales.

Para eso hay que romper con la herencia de la dictadura, con el modelo privatizador que todos los gobiernos sostienen a capa y espada llegando hasta las vergonzosas y ridículas audiencias públicas no vinculantes. Con organización y lucha, los trabajadores y los usuarios populares, podemos imponer la re-estatización, bajo nuestro control, para brindar un servicio público gratuito para los usuarios populares, sustentable y de calidad.

Video y entevista: José Muralla