El acuerdo de gobierno de coalición entre Unidas Podemos y el PSOE, tras las elecciones de este 10N, contempla que Nadia Calviño sea vicepresidenta primera y ministra de Economía, defensora de políticas de ajuste neoliberales.
Jaime Castán @JaimeCastanCRT
Miércoles 13 de noviembre de 2019
Este martes los líderes de Unidas Podemos y el PSOE, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, han anunciado un acuerdo para formar un gobierno de coalición. Si todavía no está claro el tipo de pactos o acuerdos a los que van a tener que llegar con otros partidos para formar el gobierno, sí que está claro que va a ser un gobierno de “manos vacías” y marcado por el programa neoliberal ‘progre’ del PSOE.
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No sólo por lo que este acuerdo dice, o más bien por lo que no dice, sino también por el anuncio de Nadia Calviño como vicepresidenta primera y ministra de Economía. Así, Calviño estaría por encima de la vicepresidencia que el acuerdo le otorga a Pablo Iglesias, que se prevé como vicepresidente segundo.
Existen dos claros elementos que muestran, ya desde el principio, la dinámica del futuro gobierno de coalición. Por un lado, el décimo punto que refleja el acuerdo: “justicia fiscal y equilibrio presupuestario. La evaluación y el control del gasto público es esencial para el sostenimiento de un Estado del bienestar sólido y duradero”. Por otro lado, el nombramiento de Calviño para puestos de importancia fundamental, como son la vicepresidencia y el ministerio de Economía.
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Hay que recordar que Calviño llegó a ser candidata europea a presidir ni más ni menos el Fondo Monetario Internacional (FMI), el mayor órgano imperialista del capital internacional para imponer las políticas neoliberales de endeudamiento y ajustes sociales contra la clase trabajadora y los sectores populares. Finalmente, su candidatura fue retirada.
En el currículo de la previsiblemente futura vicepresidenta del “gobierno progresista”, figura a su vez, su apoyo a la “mochila austríaca”, un ataque al sistema público de pensiones precarizando al mismo tiempo a las trabajadoras y trabajadores. Esta medida, supone que el trabajador financie parcial o totalmente su despido, donde el empresario descuenta un porcentaje del salario de su empleado y lo destina a este fin. El empleado, por su parte, no podrá disponer de este dinero hasta que sea despedido o se jubile. Una medida que va incluía dentro del proyecto económico del PSOE que básicamente es la aplicación de recetas neoliberales.
Dime quién te alaba la ministra de Economía y te diré cuán progresista será tu gobierno... ¿Qué más hace falta para saber quién va a dirigir las políticas económicas del futuro gobierno de coalición? #NoEsProgresistaEsPSOE pic.twitter.com/AEKdAnLZLm
— Josefina L. Martinez (@josefinamar14) November 12, 2019
De esta manera, el acuerdo de Unidas Podemos y el PSOE con la presencia de Calviño ha tranquilizado a Bruselas y a los grandes capitalistas, reflejando que se van a cumplir a rajatabla los objetivos de déficit y del presupuesto. Es decir, la política férrea de ajustes neoliberales que el PSOE ha seguido ha rajatabla desde el inicio de la crisis de 2011, en época de Zapatero, y continuada por Pedro Sánchez.
Tal como reflejaba este miércoles el diario español El País: “El frente económico tampoco parece inquietar demasiado en Bruselas, tras un principio de acuerdo de Gobierno de coalición que, de manera expresa, supedita las futuras medidas sociales "a los acuerdos de responsabilidad fiscal de España con Europa". Fuentes comunitarias apuntan que, en ese terreno, la continuidad de Nadia Calviño como ministra de Economía "sería la mayor garantía de que España seguirá en la misma senda presupuestaria que hasta ahora".”
El nombramiento de Calviño es una primera declaración de intenciones del PSOE que Unidas Podemos ya ha tenido que tragar y anticipa que este “gobierno progresista” va a garantizar la continuidad de las políticas de ajuste y recortes que impondrá Bruselas, más todavía cuando una recesión económica asoma por el horizonte. La entrada en el gobierno de Unidas Podemos tan sólo va a lavar la imagen de los social-liberales del PSOE, conformando un gobierno del IBEX 35 y de las “recetas neoliberales”, que lejos de cuestionar las ganancias capitalistas, prevé una aplicación de ajustes y medidas antipopulares.
