A poco de finalizar los brutales bombardeos de Israel a Gaza y los ataques a población palestina en Cisjordania y ciudades israelíes, una nueva coalición de Gobierno desplaza a Benjamín Netanyahu del poder tras 12 años en el cargo e instala a Naftali Bennett como primer ministro. ¿Quién es Bennet y qué se puede esperar de su gestión?
Jueves 3 de junio de 2021 09:36
Tras 12 años de Netanyahu en el poder con sus guerras, ocupaciones y ataques sistemáticos a los palestinos, muchos esperaban con ansia su salida. El anuncio de la formación de un nuevo gobierno, frágil y heterogéneo, que propone a Naftali Bennett como nuevo primer ministro generó sentimientos encontrados. Para algunos era la forma de acabar con Netanyahu, para otros significaba "cambiar a un genocida por otro". ¿Quién es Naftali Bennett?
Ultranacionalismo religioso, un discurso de mano dura contra los palestinos, la defensa de la anexión israelí de Cisjordania ocupada o el neoliberalismo económico marcan la carrera de Naftali Bennett, quien previsiblemente será el nuevo primer ministro de Israel.
Según el pacto de gobierno logrado al filo de la medianoche por ocho partidos de la oposición, Bennett -líder del ultranacionalista Yamina- ocuparía el cargo de primer ministro la primera mitad de la legislatura, y luego lo cedería al centrista laico Yair Lapid; aunque el acuerdo debe ser ratificado en un plazo máximo de doce días por el Knesét (Parlamento israelí).
Bennett, nacido en la ciudad de Haifa en 1972 en una familia judía emigrada de EE. UU., fue un aliado incondicional de Netanyahu durante años: ocupó carteras como Defensa o Educación en ejecutivos anteriores, y pese a sus crecientes reticencias y desacuerdos, resultó clave en muchas de las coaliciones que mantuvieron en el poder a Netanyahu, que integró de 2013 a 2020.
Militar y empresario multimillonario
Bennett es un religioso de línea moderada, militar en la reserva y un exempresario multimillonario de perfil ideológico más derechista que Netanyahu, que ha ido virando hacia posiciones más pragmáticas para acabar con el bloqueo político de Israel y aspirar a ser primer ministro.
Su partido, Yamina, obtuvo 7 escaños en los comicios de marzo, y pese a ser una cifra baja en una Cámara de 120 con otras fuerzas con representación similar o mayor, se erigió en actor clave al ser una de las formaciones con capacidad para inclinar la balanza tanto hacia Netanyahu como hacia el denominado "bloque del cambio", que este miércoles llegó a un acuerdo para formar el próximo ejecutivo.
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Tras más de dos meses de idas y venidas y de contactos con ambos lados, Bennett anunció el pasado domingo su intención de crear coalición con Yair Lapid, opositor y líder del amplio conjunto de partidos anti-Netanyahu, a cambio de que éste le cediera los dos primeros años de la jefatura del gobierno.
Lideraría por tanto un ejecutivo ideológicamente heterogéneo, integrado por grupos que van de la izquierda a la extremaderecha, incluyendo partidos árabes.
Para dejar claro que la coalición no implica modificaciones sustanciales hacia la situación de los palestinos, Bennett remarcó que su ejecutivo "no entregará territorios", en referencia a la ocupación sobre Cisjordania o Jerusalén Oriental, "ni tendrá miedo de lanzar una operación militar si es necesario", como la última ofensiva del Ejército israelí contra las milicias de Gaza.
Recordemos que justamente los intentos de desalojo a familias palestinas en Jerusalén Oriental, ocupada por Israel, más las provocaciones del Ejército y colonos judíos en la mezquita de Al Aqsa fueron las provocaciones que desataron la bronca de la población árabe y que luego fue usada por Netanyahu como excusa para bombardear Gaza.
El mismo Bennett es un viejo veterano en la tradición militar que impregna Israel: en 1990 inició el servicio obligatorio como soldado y ascendió hasta comandante en una de las fuerzas de combate más prestigiosas del país, la unidad de élite Sayeret Matkal. No se trata de un caso único: otros líderes como el mismo Netanyahu o el exprimer ministro Ehud Barak también pasaron por ella previamente.
Al éxito castrense de Bennett se suma el empresarial: con solo 26 años fundó una empresa emergente de alta tecnología dedicada al antifraude, Cyota, con la que se hizo millonario al venderla en 2005 por 145 millones de dólares (unos 109 millones de euros).
En 2006 volvió al Ejército para participar en la Segunda Guerra del Líbano y entró en política como miembro del Likud de Netanyahu, de quien fue asesor y estrecho colaborador durante 16 meses, hasta 2008.
Luego de una serie de desacuerdos con Netanyahu, Bennett se volcó a impulsar su propia agenda: entre 2010 y 2012 fue director general de Yesha, órgano que agrupa a los líderes colonos de Cisjordania, y fundó el colectivo ultranacionalista "Israel Shelí" (Mi Israel) con Ayelet Shaked, otra emblemática líder derechista que le acompaña hasta hoy como su número dos.
Desde entonces, Bennett defendió las viejas ideas de la derecha más extrema, como el rotundo rechazo a la creación de un Estado palestino, la expansión de colonias o la anexión de dos tercios de Cisjordania ocupada, un proyecto que el mismo Netanyahu quiso poner en marcha el año pasado y que quedó finalmente aparcado.
Como resumía la cuenta de Twitter Palestina Hoy "Buena Noticia: se va el genocida Netanyahu. Mala noticia: llega el genocida Bennett".
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