Una movilización se dirigió desde Plaza San Martín hasta la estación de Quilmes para gritar #NiUnaMenos. Miriam Velázquez estuvo presente en el documento leído.
Sábado 5 de septiembre de 2015
Todo comenzó el martes a las 17 horas en la intersección de las calles Mitre y Rivadavia. Banderas de colores llevadas por jóvenes y no tanto inundaron la cuadra entre la plaza y la catedral de Quilmes. Luego marcharon hacia la estación y leyeron un documento consensuado entre las organizaciones convocantes. La convocatoria fue firmada por distintos centros de estudiantes locales y acompañada por el SUTEBA Quilmes y otras organizaciones políticas.
A las 17:15 empezaron a sonar los bombos que acompañaban las canciones. La columna se dirigió por Mitre hacia Alsina para marchar a la estación, dejando volantes a la gente que pasaba o que estaba en los negocios y bares. Ya en Yrigoyen, se hizo un “siluetazo” en el piso para representar a todas las mujeres muertas o desaparecidas por la violencia machista, mientras se disponía todo para la lectura del documento.
Miriam Velázquez, que murió a manos de su pareja en el mes de julio en el barrio de La Cañada, fue nombrada. Es que su caso motivó la convocatoria. La historia oficial dice que el arma se accionó por accidente en un forcejeo. Esa es la única versión del hecho que se investiga, caratulado como “homicidio” en lugar de “femicidio”. Ella es una de las “siluetas” que deja el machismo.
Ayer se cumplieron tres meses del #NiUnaMenos, tres meses de ese grito a viva voz de millones de personas en todo el país. El Estado y el gobierno nacional y provincial son responsables de que las mujeres sigamos siendo víctimas de violencia y que no se tomen siquiera medidas elementales y urgentes para las víctimas de la misma. El intendente de Quilmes, Francisco “Barba” Gutiérrez, posó con un cartelito que decía #NiUnaMenos unos días después de que su secretario de Salud, Sergio Troiano, golpeara a su esposa Marisa Garbacci, también funcionaria, en una dependencia pública. Troiano sigue en funciones.
Carolina Pogonza, de la Comisión de Género y Diversidad del CECSEA (Universidad Nacional de Quilmes) y militante de Pan y Rosas, recalcó la necesidad de “seguir en las calles y organizar un gran movimiento de mujeres que pelee contra el machismo, la violencia y toda forma de opresión. En la semana en que el Papa sale a decir que va a perdonar a las mujeres que abortan, nosotras salimos a gritar que no queremos #NiUnaMemos por abortos clandestinos tampoco. Por eso invitamos a todas las mujeres y jóvenes a tomar esta pelea contra la violencia machista en sus manos y viajar al Encuentro Nacional de Mujeres en octubre, porque si nos tocan a una nos organizamos miles”.