El vicejefe de Gabinete encabezó una comitiva enviada a Estados Unidos para prometerle al establishment mejores condiciones para que inviertan en Argentina. Le respondieron pidiendo más ajuste.
Lunes 20 de agosto de 2018 14:54
Mauricio Macri mandó a fines de la semana pasada a funcionarios de su Gabinete a dar algunos mensajes “tranquilizadores” a los lobos de Wall Street. A la cabeza de la delegación estuvieron Mario Quintana, vicejefe de Gabinete de Ministros, Gustavo Cañonero, vicepresidente del Banco Central, y Santiago Bausili, secretario de Finanzas del Ministerio de Hacienda.
Quintana (más conocido por sus negociados con Farmacity que por su actuación en la Casa Rosada) lanzó algunas definiciones frente a sus interlocutores de “la Gran Manzana” que sonaron más a un acting (o chamuyo) para intentar aplacar las malas noticias que llegan desde Argentina que a una convicción basada en datos puros y duros de la realidad económica y política.
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Según informó este lunes el sitio iProfesional, “en base a los dichos de varios participantes de esas reuniones privadas con funcionarios argentinos”, el funcionario “se jugó a ponerle fecha al rebote de la economía y las chances electorales de Cambiemos”.
Quintana dijo que desde el Gobierno creen “que para mediados de 2019 va a haber una sensación de recuperación económica en la calle. El agro va a liderar esa recuperación. Y esto llevará a que la gente vote por la continuidad de las transformaciones que hicimos en el país”. Audaz, ¿no?
El vicejefe de Gabinete habría afirmado sin titubeos que las preferencias de los votantes en estos momentos marcan que la intención de voto para el Gobierno es “similar a la que había a finales de 2015”, cuando Macri le ganó el balotaje a Daniel Scioli.
La información de iProfesional agrega que Quintana no solo intentó llevar tranquilidad en la arena electoral, sino también en la financiera. Así, habría asegurado a los inversores estadounidenses que “el ajuste fiscal que asumirá el Gobierno se hará cueste lo que cueste”.
La consolidación fiscal “es la primera prioridad para el presidente Macri, independientemente del costo político que esto pueda tener”, dicen que afirmó Quintana en Nueva York, al tiempo que resaltó que en este tema no hay grietas dentro de Cambiemos. “Estamos todos convencidos”, habría agregado.
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Sin embargo, según las versiones de “fuentes confiables”, tanto Quintana como el resto de los funcionarios recibieron el reclamo insistente de los lobos de Wall Street para que Macri aplique “un mayor ajuste fiscal del que anunciaron en varias de las reuniones”.
“También les dejaron ver que asumir un alto nivel de roll over (refinanciamiento) de las Letes en dólares es demasiado optimista”, dice iProfesional. La mayor inquietud del establishment es cuán grande es el riesgo de que Argentina entre en default (cesación de pago de la deuda pública).
Y comentan que Quintana respondió que en verdad el ajuste implementado hasta ahora es el “socialmente tolerable”, ya que si hubieran “hecho el ajuste más rápido, podría haber sucedido que las medidas fueran revisadas al no contar con el apoyo de la sociedad”.
La comitiva argentina se reunión con representantes de Blackstone, Templeton, Point State y King Street, entre otros grandes jugadores de Wall Street. También almorzaron con gerentes del banco HSBC. Todos esos interlocutores son amigos o conocidos directos de Quintana, Bausili y Cañonero, quienes antes de integrarse al Gobierno hacían negocios privados con esas y otras empresas.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario