En las últimas horas se viralizó un video de hinchas argentinos, varones, blancos y chetos, cantando canciones contra la selección francesa. Los insultos apuntaron contra el origen africano de algunos de sus jugadores y el noviazgo de Mbappe con una modelo trans.
Miércoles 16 de noviembre de 2022 15:02
El periodista de TyC les da el pie. Los púberes, varones, blancos y con billetera para estar en Qatar, empiezan a cantar desaforados. El cantito, con ritmo de cancha, va dedicado a los verdugos de la selección en Rusia 2018: la selección francesa. No vamos a repetir la letra ni pasar el video. Que lo viralicen otros. Los “tinchos” empiezan entonces a criticar el origen africano de los jugadores de “la blue”, que les impediría tener “documento francés”. También se la agarran con Mbappé y su orientación sexual, o al menos su actual relación. El genio de la pelota sale con la modelo Inés Rau, una mujer trans de 32 años.
El periodista corta la última palabra con una falsa sorpresa. “No, no, nos van a censurar”. Todos ríen.
No vamos a descubrir nada nuevo si decimos que las hinchadas de fútbol hacen gala de su xenofobia, machismo, homofobia y racismo. Podríamos escribir libros enteros. Los de acá también. Lo que choca es que los primeros hinchas que vemos aparecer sean tan fachos y encima que TyC Sports los transmita en horario central.
Messi, De Paul y compañía son candidatos a la Copa del Mundo. ¿Se anotaron los argentinos para el torneo de la hinchada más facha?
Quizás se entusiasmaron con las declaraciones de Macri, que dijo que Alemania era candidata porque era “una raza superior”.
La verdad es que el plantel francés tiene mayoría de jugadores de origen inmigrante. Sus padres o abuelos llegaron desde distintas regiones de Africa, como Kylian Mbappé. Nació hace 23 años en Bondy, en los suburbios de París. Es un genio. Reúne las dos condiciones que buscan los cazatalentos que pululan por esos barrios: la habilidad que asocian a los inmigrantes argelinos y la potencia de quienes vienen del África subsahariana.
Esos barrios se llaman banlieus. La palabra significa "lugar prohibido" o "lugar del destierro". Allí mandaban los reyes y nobles a quienes consideraban delincuentes y mendigos. Allí llegaron muchos inmigrantes que huían de las bombas y el saqueo de la “república francesa”.
En esas canchas se mezclaron con los hijos de la “clase obrera francesa”, otros genios como Frank Rivery y Eric Cantoná.
El sueño de los pibes de los bainleues es gambetear el desempleo, la precariedad laboral o la violencia racista de la policía francesa. Si logran “valer” cientos de millones de euros, como Mbappé, se puede “salvar” toda la familia.
Las clases dominantes tuvieron que asumirlo. Los cracks negros, aunque muchos no canten La Marsellesa, les sirven para ganar millones y para intentar tapar tras la selección nacional, el racismo y el clasismo de la “república”.
Los medios que se visten de “progres” contra las repudiables prácticas machistas y homofóbicas del régimen qatarí, le dan aire a los “barrabravas” locales del racismo y la transfobia.