La conducción de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires salió a defender a los periodistas K que actuaron de rompehuelgas en Radio Nacional. Coherencia de una historia propatronal, cada vez más burocratizada y lejos de sus propios afiliados.
Daniel Satur @saturnetroc
Martes 14 de julio de 2015
El último sábado La Izquierda Diario publicó una nota en la que uno de los delegados de la comisión interna de Prensa de Radio Nacional Buenos Aires explicaba el duro conflicto sindical por el que atraviesa el personal de la emisora estatal. Vale recordar que Radio Nacional tiene estudios y antenas en la Ciudad de Buenos Aires y todas las ciudades más importantes del país.
En la nota, el delegado Gerardo Mazzochi también hablaba del bochornoso episodio, ocurrido el lunes 6, cuando la dirección de la radio (a cargo de la ex jefa de Clarín María Seoane) montó una maniobra junto a periodistas ultraoficialistas para que “al aire” no se notara que había una medida de fuerza gremial que paralizó a toda la emisora. La definición de Mazzochi fue concreta al decir que “ese hecho respondió a una estrategia de la empresa, que quiere cambiar el eje de la discusión y colocar como víctimas a estos periodistas, que participaron de una maniobra destinada a romper la huelga”.
Un dato a tener en cuenta es que Cynthia García, Roberto Caballero y Ariel Lijalad, los periodistas que grabaron un “falso vivo” la noche del domingo para que saliera al aire el lunes a la mañana, fueron declarados “personas no gratas” por una asamblea del todo el personal de RNBA, que comprende a varios gremios y no sólo al de Prensa.
Una nueva entrega
En las últimas horas, quien salió a defender a Seoane, a los periodistas kirchneristas rompehuelgas y a atacar a los trabajadores de Radio Nacional fue nada menos que la conducción de la tristemente célebre UTPBA. Sí, el mismo sindicato de prensa de Buenos Aires que cuenta con un largo prontuario de entregas y agachadas frente a cuanto conflicto tuvo que afrontar, permitiendo (a base de arreglos con las patronales y el gobierno) que en los últimos años cientos de trabajadoras y trabajadores de Prensa queden en la calle o vean resentidas sus condiciones laborales.
En un comunicado de prensa, la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires manifestó que “no se hace cargo de las expresiones públicas vertidas por la ’comisión interna’ del personal de prensa de Radio Nacional, contra los periodistas Cynthia García, Roberto Caballero, Hernán Brienza y Ari Lijalad”. Incluso se despega de los representantes votados por el personal de Radio Nacional, con quienes “nada tiene que ver” y a quienes acusa de utilizar “de manera inconsulta y oportunista el nombre de nuestra organización”.
El público lector recordará la militancia de la UTPBA en los 90, particularmente alrededor del repudio masivo al asesinato del compañero José Luis Cabezas a manos de la mafia del empresario menemista Alfredo Yabrán. Sin embargo, de lo que poco se sabe es de la larga lista de conflictos sindicales en el gremio de prensa en los que la dirección de la UTPBA actuó deliberadamente en favor de las patronales. Así lo hizo, en los últimos 20 años, al menos en favor de los dueños de Clarín, de Perfil, de Crítica, de Crónica, de La Nación, del Grupo Veintitrés, del Grupo Indalo (de Cristóbal López) y de decenas de pymes periodísticas. Y siempre en contra de sus propios afiliados, sin excepción.
Quienes sí conocen al dedillo esa historia nefasta son las propias bases de la UTPBA. Al punto que hoy se está desarrollando un proceso histórico de ruptura de miles de afiliados con el sindicato, que decanta por estos meses en la construcción de un nuevo Sindicato de Prensa de Buenos Aires, el SiPreBA. Una experiencia que lleva años de gestación y que dio un salto en calidad a fines del año pasado cuando 2.100 trabajadoras y trabajadores de prensa votaron en un plebiscito la construcción de un nuevo sindicato dándole la espalda a la burocratizada y propatronal UTPBA.
Desde Radio Nacional responden
La respuesta y el repudio a la descarada manifestación de Lidia Fagale y Ana Villarreal, burócratas de la UTPBA, en favor de los funcionarios kirchneristas que manejan la radio estatal y de sus genuflexos empleados rompehuelgas, no se hizo esperar.
Desde los trabajadores de Prensa de Radio Nacional manifestaron que, “utilizando como pantalla una hipócrita solidaridad con los comunicadores que grabaron un falso vivo con la intención de disimular al aire el último paro que se llevó adelante en Radio Nacional”, la UTPBA “defendió a la patronal conducida por María Seoane que desde hace años ataca las condiciones laborales de los periodistas de la radio pública. En lugar de acompañar la pelea del conjunto de los trabajadores de la radio y su lucha por salarios dignos, la conducción de la UTPBA defiende los intereses de la empresa. La UTPBA no hace diferencias a la hora de defender patronales: al igual que ayer entregó a los trabajadores de Clarín, hoy intenta hacer lo mismo con los de Radio Nacional.”
Incluso los trabajadores demuestran que Fagale y Villarreal ni siquiera se preocuparon por basarse en hechos reales. “Se advierte en la nota de UTPBA, que es tanto su apuro en escribir lo que le demanda la dirección de Radio Nacional que asume su discurso aún con sus equivocaciones. La declaración de personas no gratas partió de una asamblea del personal donde participaron trabajadores de base y la respectiva comunicación fue firmada por todos los gremios. Curiosamente María Seoane, directora de la emisora y la UTPBA solo ven la firma de los periodistas (…) Además cabe recordar que todos los gremios que componen la Paritaria de Radio Nacional REPUDIARON que sus representados (locutores, operadores y productores) hayan sido utilizados en la grabación de un falso vivo que horas después seria emitido para tapar un paro llamado por esas mismas organizaciones.”
Y finalizan diciendo que “no asombra la coherencia de la UTPBA, siempre en contra de los trabajadores de prensa, como en la paritaria de prensa escrita y de radio, firmada a espalda de los delegados de todos los medios o su ausencia en la defensa de los delegados despedidos de Minuto Uno… Su traición permanente a los intereses de las bases, la complicidad con las patronales, esa permanente genuflexión con las corporaciones mediáticas que la caracteriza, son la razón de nuestra existencia.”
El conflicto por salarios y condiciones laborales de cientos de precarizados está en medio de una conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación (es decir, el gobierno, la propia patronal de radio). Pero con el correr de los días va quedando claro quién está del lado de los trabajadores y quién no.
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).