Con Veracruz serán 18 los estados en donde se criminaliza a las mujeres que se practican un aborto. En el país famoso por los feminicidios se multiplican las expresiones de violencia contra las mujeres.
Viernes 5 de febrero de 2016
Recientemente, en Veracruz, fue aprobada la reforma que defiende la vida desde la concepción. Esto se suma a los 17 estados que anteriormente tuvieron procesos de reformar su constitución en ese sentido. Estas reformas representan un retroceso en la lucha de las mujeres por defender su vida y su derecho a decidir sobre su cuerpo.
En abril del 2007 se despenalizó el aborto en el Distrito Federal (hoy Ciudad de México) hasta las 12 semanas de gestación, mientras en los 31 estados continúa siendo un delito con sanciones desde 6 meses hasta 5 años de prisión, con excepciones causales que varían según el estado como violación o incesto, y peligro de muerte materna.
A partir de que se despenalizó el aborto en la Ciudad de México, las mujeres de otros estados migraban a la CDMX a realizarse la Interrupción Legal del Embarazo (ILE). Sin embargo, en octubre del 2013 el Partido Acción Nacional (PAN) presentó ante la Asamblea Legislativa una iniciativa para restringir los servicios de ILE para las mujeres que no residan en la capital.
Debido a que el aborto está penalizado como homicidio en la mayoría de los estados, una gran cantidad de mujeres llegaban a la CDMX para realizarse la interrupción legal sin poner en riesgo su vida con abortos clandestinos que se dan en condiciones de alto riesgo e insalubridad.
Aunque se despenalizó en la Ciudad de México son pocas las clínicas que realizan la interrupción, debido a que su práctica está sujeta a las condiciones morales del médico o personal que lo realiza.
Sin embargo, ahora la ONU acaba de reconocer el aborto como un derecho humano, en particular en el caso de una joven peruana. ¿Seguirá el Estado mexicano avanzando en la criminalización de las mujeres que se practican abortos?
El gobierno veracruzano contra las mujeres
La reforma que defiende la vida desde la fecundación del óvulo se aprobó recientemente en el congreso local de Veracruz. Es la primera fase del proyecto presentado por el gobernador Javier Duarte a petición del grupo cristiano ‘CitizenGo’.
Dicha iniciativa propuesta por Duarte no sólo representa una burla al Estado laico que supuestamente debería operar en toda la república mexicana. Es una burla frente a los defensores de derechos humanos y frente a las madres en Veracruz que no se han cansado de exigirle a su gubernatura que dé respuesta ante la desaparición de sus hijas.
No olvidamos que el año pasado fue Duarte el señalado como autor intelectual del asesinato del foto-periodista Rubén Espinosa, la activista Nadia Vera y 3 mujeres más; además de darle la espalda a las madres que buscan a sus hijas desaparecidas o a las madres de los cinco jóvenes que fueron asesinados recientemente en Veracruz.
Esta reforma se suma a los 17 estados que han implementado reformas para “defender la vida desde su concepción” en donde cualquier atentado contra la vida se convertiría en homicidio, entre los cuales se encuentra: Chihuahua, Querétaro, Morelos, Guanajuato, Oaxaca, Puebla y Jalisco, entre otros. Si Veracruz aprueba la segunda ronda del proyecto serán 18 los estados en donde se criminaliza a las mujeres por decidir sobre sus cuerpos.
Su aprobación significará un golpe contra las mujeres trabajadoras y de barrios empobrecidos, que no pueden pagar un aborto en clínicas privadas.
Sólo las mujeres de clase media y alta pueden abonar el tratamiento en una clínica privada, en donde los costos van desde $2,500 hasta $5,500, o bien, pueden salir del país a realizarse la Interrupción del Embarazo.
Las mujeres empobrecidas estamos condenadas a traer hijos al mundo que no podemos mantener, arriesgarnos a morir por un aborto clandestino o enfrentar la cárcel porque el gobierno federal no quiere garantizar la Interrupción Legal del Embarazo de manera segura y gratuita para que las mujeres no tengamos que morir.
La legalización del aborto no obliga a nadie a abortar, pero su penalización sí criminaliza a todas
Mientras los gobiernos estatales y el gobierno federal hipócritamente argumentan defender la vida del feto, no les interesa en lo más mínimo la vida de las mujeres, cuando éstas abortan en la línea de la fábrica producto de las extenuantes jornadas laborales, o cuando arriesgan su vida con abortos clandestinos, o cuando son asesinadas a la salida de sus escuelas o centros de trabajo.
Estando en contra del aborto, en realidad no se está a favor de la vida. Al estar penalizado se realiza de manera clandestina. Son cientos de mujeres al año las que mueren por abortos clandestinos, contemplando además que la mayoría de ellas son mujeres muy precarizadas, jóvenes y generalmente trabajadoras que no pueden pagar un aborto en una clínica privada y recurren a métodos sumamente peligrosos como son los brebajes con hierbas, los ganchos, pastillas, clínicas clandestinas, etcétera.
Es necesario conquistar en las calles el derecho a la interrupción legal del embarazo y a que las mujeres decidan sobre su cuerpo. Es indispensable que exista una verdadera educación sexual desde temprano para que las mujeres puedan decidir libremente sobre su sexualidad; métodos anticonceptivos seguros, gratuitos y de calidad para no abortar; y aborto seguro, libre y gratuito en todo el país para no morir.