En momentos en que a nivel mundial retorna la lucha de clases al centro de la escena, con un gran componente de la juventud que puso en jaque a distintos gobiernos y regímenes, vuelve una banda icónica en la lucha contra el sistema.
Santiago Montag @salvadorsoler10
Miércoles 6 de noviembre de 2019 20:49
Lo anunciaron vía Twiter e Instagram con una foto de las manifestaciones en Chile con la lista de la primer gira planificada para el 2020 luego de 9 años de inactividad. Entre esas fechas se encuentra el emblemático festival de Coachella a principios del año próximo.
— RAGE AGAINST THE MACHINE (@RATM) 1 de noviembre de 2019
Rabia contra el sistema
Rage Against The Machine (RATM) nació en Los Ángeles en 1991 formada por Zack de la Rocha, Tom Morello, Tim Commerford y Brad Wilk. En momentos donde ideología dominante versaba sobre el "fin de la historia", este grupo de jóvenes fusionó el rap, el rock y funk, con un marcado pensamiento anticapitalista, expresando la ideología de una juventud que se rebelaba frente a un inminente futuro de precarización neoliberal.
El nombre de la banda se refiere a la “máquina” como el sistema capitalista, cuya "rabia" es en alusión a los métodos del naciente movimiento obrero inglés de principios del siglo XIX, el ludismo, quienes destruían los telares mecánicos como protesta porque veían en ellos el objeto de su esclavitud.
Las letras de RATM siempre estuvieron vinculadas a una crítica profunda del sistema capitalista, centralmente a la política del imperialismo norteamericano luego de la caída del Muro de Berlín y la inmanencia del nuevo orden mundial.
El escenario está en las calles
En este sentido, su arte está íntimamente ligado a la actividad política. Apoyaron innumerables luchas obreras, causas democráticas, contra el racismo, la xenofobia y la criminalización de la protesta.
Hicieron de las calles, las barricadas y las protestas el escenario para sus presentaciones. La banda tuvo gran protagonismo durante “Movimiento No Globalization” o "No Global", con su máxima expresión en Seattle, donde se conmemoraría la Cumbre de la Organización Mundial del Comercio en 1999. Allí participaron los CEO de las corporaciones más importantes del mundo para acordar el rumbo del mercado en los próximos años.
El "No Global" agrupó centros de estudiantes, sindicatos, ONG, grupos anarquistas, religiosos y ecologistas, todos con una gran composición de jóvenes predispuestos a pelear contra un sistema que no paraba de a exprimirles más el jugo.
En septiembre de 1999 se dio frente a la cumbre de la OMC la famosa Batalla de Seattle, donde 40.000 personas se enfrentaron contra la policía durante cuatro días, hasta hacer fracasar dicha Cumbre. Amplios sectores de la juventud y la clase trabajadora le habían dicho “¡Basta!” al neoliberalismo.
La banda apoyó al EZLN que se levantó en Chiapas, aportando económicamente, y siendo parte activa en las movilizaciones en México. Este movimiento tuvo su impacto para la juventud norteamericana y mexicana en aquellos años, abriendo nuevos debates estratégicos para enfrentar al capitalismo.
Denunciaron las incursiones militares de Israel en Franja de Gaza y Cisjordania con reivindicaciones de las Intifadas palestinas. Organizaron activamente movilizaciones para evitar la pena de muerte al periodista Mummia Abu Jamal, preso político y acusado por el Estado norteamericano de asesinato a un policía en una causa armada, el motivo era su contacto con Panteras Negras. Las movilizaciones a las puerta del juzgado lo han mantenido con vida y su pluma continúa escribiendo contra la represión policial y el racismo del gobierno norteamericano.
Los RATM en su última presentación en Argentina se solidarizaron con la fábrica bajo control obrero, Zanon de Neuquén, participando de reuniones fraternas con los obreros de la fábrica y dándoles un lugar destacado en el escenario.
También han reivindicado personajes políticos referentes de la revolución para la juventud como el Che Guevara, llevando una bandera con su rostro en cada recital. También a intelectuales de la izquierda norteamericana como Noam Chomsky, que tiene influencia en la juventud a nivel mundial. O artistas como Víctor Jara, ícono del arte de protesta, poeta y cantautor chileno.
Durante la campaña de Donald Trump, se formó la banda Prophets of Rage, un conjunto que reúne a la mayor parte de RATM e integrantes de Cypress Hill y Public Enemy, para enfrentar políticamente la inminente victoria de un personaje abiertamente xenófobo, racista y misógino.
Por este compromiso político con la juventud y los explotados del mundo, en momentos en que la barbarie capitalista se muestra cada vez más desnuda, es que esta banda vuelve a las calles para acompañar los nuevos procesos de lucha de clases.
Como versa una de sus canciones
La rabia es implacable
Necesitamos un movimiento con rapidez
Eres testigo del cambio, contrataca
Tenemos que recuperar el poder.
Santiago Montag
Escribe en la sección Internacional de La Izquierda Diario.