El tribunal del "caso Gürtel" descartó este lunes que Rajoy se siente en el banquillo de acusados. El PP se mantiene como acusado particular.
Ivan Vela @Ivan_Borvba
Lunes 10 de octubre de 2016
El Partido Popular acumula casos de corrupción cada día que pasa. El juicio por la trama de financiación ilegal de un partido más grande desde el inicio del Régimen del 78, el "Caso Gürtel”, vuelve a ser el eje de corrupción para el PP.
Caso Gürtel: todas las pruebas contra el PP, válidas
El tribunal encargado del caso ha descartado que el candidato del Partido Popular deba sentarse, por el momento, en el banquillo de acusados. De este modo la solicitud de citar como encausado a Rajoy llevada adelante por la Asociación de Abogados Demócratas de Europa y el PSOE, no se ha materializado.
Aun así, este alivio es leve y efímero, ya que la fiscal Concepción Sabadell sí ha informado que la solicitud del Partido Popular de imputar el delito de financiación ilegal, por valor de 250.000 euros a los grupos municipales de Pozuelo de Alarcón y Majadahonda, ha sido rechazada.
Para la fiscal, existen pruebas suficientes que acreditan que "es el PP el que, de acuerdo con lo acreditado, se vio beneficiado". Además, la propia fiscal ha rechazado todas las peticiones de nulidad interpuestas por el Partido Popular. De este modo, contarán como válidas para el juicio pruebas como la documentación bancaria del extesorero Luis Bárcenas o las grabaciones subrepticias a los cabecillas de la trama realizadas por José Luis Peñas, concejal de Majadahonda.
De este modo, el PP se mantiene como acusado particular, como el propio Bárcenas, en la trama de financiación ilegal más grande del Régimen del 78.
No es un partido, es un Régimen
El "caso Gürtel" empieza a ser juzgado, todas las portadas soltarán ríos de tinta sobre lo que suceda dentro de la sala judicial y no es para menos.
Pero si bien el PP es el partido de la corrupción por excelencia, no se quedan atrás el resto de partidos del Régimen del 78. Solo tenemos que recordar el caso de los ERE’s en Andalucía, que está salpicando a la propia Susana Díaz, o el caso de las tarjetas black, que contaba en su lista desde banqueros de Bankia, su presidente Rodrigo Rato incluido, hasta políticos de IU Madrid. Por no olvidar, por supuesto el caso Nóos de la familia del Rey.
El Régimen del 78 muestra a través de la corrupción una de sus caras más podridas. Mientras la crisis golpea a la clase trabajadora, las mujeres, la juventud y los inmigrantes, ellos aprovechan el aparto del Estado y sus leyes para estafar y lucrarse.
Cualquier intento de reforma de este Régimen asentado en la estafa y la corrupción es una mera quimera. Como lo es pensar que la actuación judicial pueda tener algún tipo impacto real sobre los fuertes lazos entre los diferentes agentes del Régimen: políticos, banqueros, jueces y grandes capitalistas.
Consignas como que ningún cargo electo gane más que el salario de un trabajador, la revocabilidad de los cargos por sus electores, la disolución del senado y la instauración de juicios por jurados y jueces electos por sufragio universal, son medidas democráticas elementales para comenzar a luchar por terminar con esa casta de políticos corruptos y el régimen que los cobija, algo que no podrá lograrse mientras este régimen corrupto perviva.