El dato surge de las últimas previsiones globales realizadas por el FMI. Una inflación estimada en 40, 5 % para el cierre del año. Un claro reconocimiento de la crisis que atraviesa el país, y sobre quienes pretenden descargarla: las mayorías obreras y populares.
Martes 9 de octubre de 2018 14:12
Según el informe, dado a conocer en la asamblea anual del organismo multilateral en la isla indonesia de Bali, el Fondo Monetario Internacional prevé para la Argentina una suba de precios superior al 40 % para el 2018 y cercana al 20 % para el 2019.
En el Presupuesto 2019 la inflación acumulada se pronosticó en 42 % para 2018 (cuando la "meta" en diciembre pasado era de 17 %), no obstante las estimaciones privadas ya prevén que superará este valor, esperando una inflación anual de al menos 44,8 % en diciembre.
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En el ranking de inflación calculada por el FMI, los países que anteceden a la Argentina son: Venezuela (con una hiperinflación de 2.500.000 %), Sudán del Sur (99 %), Sudán (64 %) e Irán (48 %). Así lo estipulan las "Perspectivas de la Economía Mundial" del organismo.
El FMI aseguró en su informe que “la inflación aumentó en las economías emergentes y en desarrollo, en parte como consecuencia del traslado de las depreciaciones de las monedas”. Y sostiene que seguirá subiendo “como resultado de los recientes aumentos de los precios de las materias primas”. El organismo también aseguró que el PBI de la Argentina contraerá su PBI un 2,6% este año.
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Todos estos datos, si bien no son ninguna novedad, ponen de manifiesto la crisis que atraviesa el país, la cual una vez más el Gobierno, junto a los gobernadores, y bajo mandato del propio FMI, querrán descargar sobre las mayorías obreras y populares. La inflación trae aparejada como consecuencia la pérdida de poder adquisitivo, ya que licua los salarios, sumado a los tarifazos: todos golpes al bolsillo de trabajadores y trabajadoras.
Este brutal ajuste se profundizará si se aprueba el Presupuesto 2019, que solo traerá mayores miserias al pueblo trabajador. La lucha es ahora, es necesario organizar una gran jornada de lucha, con cortes y movilización al Congreso el día de la votación, para dejar en claro que esta vez la crisis no la pagaremos los de abajo.
