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Red Internacional
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Educación superior. Raquel Sosa no resuelve demandas de los estudiantes de las UBBJ

Las autoridades de las UBBJ se han negado a dar respuesta favorable a las demandas de sus comunidades. Por el contrario, se han dedicado a amenazar y hostigar a estudiantes y profesores, imponiendo la precarización laboral y en los estudios.

Miércoles 19 de octubre de 2022

El 13 de octubre estudiantes de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez (UBBJ) sede Tlalpan, de Medicina Integral y Salud Comunitaria (MISC), realizaron una protesta frente a Palacio Nacional denunciando falta de maestros, abuso de autoridad por parte de algunos coordinadores, acoso escolar y la inexistencia de convenios para realizar servicio social o prácticas profesionales.

Entre sus demandas están que haya personal suficiente y capacitado, reestructuración de los planes de estudio con acompañamiento de universidades públicas y especialistas, enfocarse en la calidad profesional de los estudiantes "y no sólo de la obra pública", respeto a la organización estudiantil y protocolos con perspectiva de género.

Por otra parte, señalaron el mal estado del edificio designado para tomar sus clases, ya que sufrió daños estructurales después del sismo del 19 de septiembre de 2022, por lo que fueron enviados a tomar clases en línea y hasta ahora no tienen fecha para regresar a clases presenciales, cuando las carreras de salud requieren laboratorios para poder ser impartidas. Por ello exigieron la designación de un nuevo espacio que cumpla con las condiciones necesarias para realizar sus estudios, entre ellas que se solucione un problema que ya venía ocurriendo, pues el número de aulas es insuficiente para desarrollar sus actividades académicas.

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En la organización de la concentración estuvieron involucrados estudiantes de sedes de la Ciudad de México, Chiapas, Guerrero, Michoacán y Tabasco, quienes tuvieron una asamblea virtual a inicios de octubre para coordinarse y formular su pliego petitorio.

La protesta ocurrió en el contexto de las movilizaciones, asambleas y paros en la UNAM, el IPN y la Universidad Autónoma Chapingo en contra de la precarización de la vida que se manifiesta en las malas condiciones de estudio y de trabajo en esas instituciones, así como en la violencia de género e inseguridad que afecta a sus comunidades. Lo que implica que el descontento no es un hecho aislado, sino que se da en un marco de ataque contra la educación pública, donde diversos sectores han mostrado su malestar.

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Las amenazas de Raquel Sosa

Al día siguiente del mitin (viernes 14 de octubre), los estudiantes de la sede Tlalpan tuvieron una reunión con Raquel Sosa, coordinadora nacional de las UBBJ, quien en vez de dialogar y resolver las demandas de los estudiantes se puso a descalificarlos y amenazarlos cuando declaró que: “No estén de ociosos, no anden en la calle protestando (...) ¿A quién de ustedes les gustaría que exhibieran la historia médica de su familia? Levanten la mano ¿Quién quiere que se publique en el periódico si una persona tiene una enfermedad o tiene un problema del tipo que sea? ¿Ustedes prestarían a sus familias para que saquen sus historias clínicas en el periódico? ¿Sí?”. Por supuesto estas declaraciones no tienen nada que ver con el problema principal.

Sosa cerró sus amenazas diciendo que “quien provoca escándalos va a ser víctima de ellos”. Al respecto, las y los estudiantes reclamaron que sólo han podido cursar dos de seis materias en el semestre, y uno de ellos replicó: “¿les gustaría que un médico improvisado los estuviera atendiendo? De seis materias llevamos dos, ¿díganos qué vamos a aprender?”.

Los problemas siguen, pero ahora en San José Iturbide

Pocos días después de esta protesta se dio otra en la sede de San José Iturbide, Guanajuato, cuando alumnos, profesores y padres de familia se reunieron con las autoridades para exigir una respuesta satisfactoria a sus demandas, como la trasparencia del uso de los recursos, atención a sus quejas y la renuncia irrevocable del coordinador, Pedro Hernández Tenorio y otro funcionario, Juan German Romero Trejo, quienes se han dedicado a hostigar a la comunidad mediante un “Comité de vigilancia”, con el cual toman fotos a alumnos y profesores. Además, con audios y segmentos de video quedó claro que en el plantel existe intimidación e incluso amenazas en contra de alumnos y catedráticos.

La reunión se caracterizó por la negativa de las autoridades a dialogar, por lo que el ambiente fue ríspido y no se pudo llegar a acuerdos. Ahí la comunidad tomó la decisión de exigir la renuncia de Hernández Tenorio, la restitución inmediata del doctor Gonzalo David Hernández Mujica, quien renunció por el acoso laboral, además de que no se tomen represalias en contra de la comunidad. Finalmente, la reunión tampoco pudo continuar porque la sede de San José Iturbide no cuenta con servicio de electricidad y no podía llevarse a cabo en la oscuridad, como tampoco se podría con las clases.

La situación que enfrentan los estudiantes de las UBBJ no es un hecho aislado, pues también ocurre en la UNAM, el IPN, Chapingo y otras universidades que iniciaron paros y movilizaciones, por lo que consideramos que sería muy importante para el fortalecimiento de las luchas vincular a las diversas comunidades universitarias entre sí (para lo cual se viene realizando la Asamblea Interuniversitaria) y con el resto de las y los trabajadores de la educación. Además de avanzar en la unidad entre estudiantes, profesores y trabajadores a partir de un plan de lucha unificado, ya que eso permitiría generar una mejor correlación de fuerzas para satisfacer las demandas, que en esencia consisten en mejorar las condiciones de estudio y laborales (como la basificación inmediata y plenos derechos laborales para profesores y trabajadores de todas las universidades), enfrentando la política del gobierno de la 4T, que, hasta ahora, ha dado continuidad a políticas impuestas en su momento contra la educación pública por los gobiernos del PRI y el PAN.

Para ello hay que exigir que los recursos financieros públicos del país vayan destinados a necesidades sociales como la educación y no a la Guardia Nacional y la militarización del país, ni al pago de la fraudulenta deuda externa, además de impuestos progresivos a las grandes fortunas.