Reproducimos la primera nota del boletín de Izquierda Estudiantil (agrupación del IES N° 5, J. E. Tello) frente al ajuste y el retroceso en los derechos democráticos en la institución.
Martes 9 de mayo de 2017 13:49
No vivimos en un termo
Los estudiantes de terciarios no somos ajenos al 9,9% de desocupación en el país (ODSA-UCA); al 50% del nivel de pobreza de la provincia (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos); al ajuste que propone un salario mínimo de $8060 para enfrentar los tarifazos y la inflación (cuando la canasta familiar está estimada en $22036); a los altos índices de trabajo en negro, y a la subocupación que golpea especialmente a la juventud.
Las pocas becas Compromiso Docente, las insuficientes cifras de Estímulos Económicos y de la línea Pueblos Originarios –que, pese a la inflación y la devaluación del peso, no aumentarán este año- no alcanzan para sobrellevar esta realidad.
Además, en el IES N° 5, J. E. Tello, seguimos sin edificio propio, ya que la construcción del mismo está paralizada, con el servicio de Internet sin funcionar en la gran mayoría de las aulas (y el plan de Redes Educativas Digitales excluye a los terciarios), sin calefacción para cursar en las noches de invierno, y sin espacios elementales como una biblioteca con mesas y sillas en donde leer.
Si el gobierno de Cambiemos quisiera cumplir su promesa de campaña de “pobreza cero” repartiría las horas de trabajo entre todas las manos disponibles con un salario acorde a la canasta familiar, afectando las ganancias de los empresarios, los únicos que nunca pierden en las crisis económicas.
Si el gobierno quisiera cumplir su promesa de “revolucionar la educación” aumentaría el presupuesto educativo dejando de destinar subsidios millonarios a los que lucran con la educación: los colegios, terciarios y universidades privadas. Lo que necesitamos es un sistema público único de educación financiado por el Estado, gobernado y planificado por los trabajadores de la educación, el movimiento estudiantil, los padres de los aprendices menores de edad, y las organizaciones obreras y populares.
Pero cada paso de los gobernantes del país, y de todas las provincias, avanzan en otro sentido.
Quieren avanzar sobre las conquistas de los trabajadores y los estudiantes
Simultáneamente, el gobierno de Morales avanza en un régimen policíaco en la provincia con un Poder Judicial dependiente (jueces militantes y ex funcionarios del FPV-PJ y la UCR) y gracias a la aprobación del Código Contravencional durante el gobierno de Fellner. Con él criminaliza la protesta social y persigue a los jóvenes de los barrios.
Fue con este mismo Código Contravencional que su policía violó la autonomía universitaria en la UNJU y se llevó detenido ilegalmente a dos estudiantes, a uno de ellos, con paradero desconocido durante varias horas.
La Franja Morada de Jujuy –juventud radical- emitió hace unos días un comunicado defendiendo esta política del gobierno y, cínicamente, condenando el consumo de alcohol ¿Qué moral es la que defienden los radicales con los últimos escándalos de corrupción de su gobierno y con Gerardo Morales cobrando $198.000 mensuales, mientras la juventud jujeña engrosa día a día las filas del trabajo precario y los docentes cobran salarios que no cubren la canasta familiar? Piden mano dura para la juventud en todo el país, pero para los genocidas, en un fallo netamente político a favor de la impunidad, la Corte Suprema (Con jueces designados por Macri y el Senado, con mayoría del PJ-FPV) le otorga la ley del cómputo “2 x 1”.
Ni fingimos desgarrar nuestras vestiduras por el consumo de alcohol en asados estudiantiles, ni tampoco creemos que debe ser la única opción de esparcimiento de la juventud, como sí lo creen las agrupaciones estudiantiles clientelares del PJ y la Franja –UCR- que han sostenido, en los hechos, durante décadas y en todas las facultades y profesorados donde existen, la única política de ofrecer free pass para boliches bailables.
El retroceso en los derechos políticos y democráticos en el Tello es parte de ello
Desde hace más de un año en nuestro IES, el Poder Judicial mantiene intervenido nuestro profesorado por una denuncia de la lista docente Magenta contra la lista Roja, ganadora en las últimas elecciones a Rector.
Siempre denunciamos los burocráticos y restrictivos requisitos que le imponen a los docentes para armar una lista docente independiente de los partidos gobernantes y las burocracias sindicales, como también el carácter antidemocrático del voto ponderado que desvaloriza el voto estudiantil (el voto de un estudiante vale 5 veces menos que el de un docente).
Pero igualmente creemos que el hecho de perder el derecho democrático de elegir rectores es un retroceso en nuestras conquistas políticas y democráticas, así como también el que esta intervención haya diluido nuestro Consejo Directivo (órgano de cogobierno del IES compuesto por docentes, estudiantes y no docentes).
El mismo destino corrió nuestro Centro de Estudiantes el año pasado, pero no por la intervención directa del gobierno, sino por el vaciamiento de contenido del mismo y las políticas desmovilizadoras que las distintas conducciones del Centro y las vocalías han sostenido por años.
Los jóvenes hoy no tenemos un Centro de Estudiantes que nos oriente para enfrentar estos problemas, pero tenemos el gran ejemplo del fenómeno Ni Una Menos, que muestra cómo las mujeres salen a las calles para exigir medidas concretas contra los femicidios, los cuales se cobran la vida de una mujer cada 18 horas en Argentina.
¡Nos organicemos para frenar estos ataques! ¡La salida está en nuestras manos!