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Red Internacional
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México

Puebla. Reaccionaria declaración de ConFamilia: “Así como da cáncer, te da homosexualidad”

Ofensiva del Consejo Mexicano de la Familia (ConFamilia) contra la comunidad sexodiversa.

Leah Muñoz

Leah Muñoz @leahdanmunoz

Miércoles 28 de junio de 2017

Fotografía: Juan Dabdoub, presidente de la organización Consejo Mexicano de la Familia (ConFamilia), quiere patologizar la diversidad sexual.

El día lunes en Puebla en conferencia de prensa, luego de que grupos LGBT se enfrentaran al “Autobus de la libertad” intentando impedir su circulación, Juan Dabdoub, presidente de la organización Consejo Mexicano de la Familia (ConFamilia), señaló que la homosexualidad no tiene que ser estigmatizada pero hay que reconocer que todos tenemos problemas psicológicos.

Afuera de la conferencia activistas de la diversidad sexual se manifestaron en contra del autobús naranja y del Consejo Mexicano de la Familia que ha traído el autobús con el mensaje: “¡Dejen a los niños en paz!”, el hashtag #ConMisHijosNoSeMetan y “Es perverso decirle a los niños que desde los 10 años pueden tener sexo con adultos y abortar… ¡Sin conocimiento de sus padres! En educación, ¡biología, no Ideología de Género!”

El Consejo Mexicano de la Familia pertenece al Frente Nacional por la Familia (FNxF) que el año pasado emprendió una ofensiva con marchas y un discurso de odio en contra de las personas LGBT.

La campaña del FNxF y los grupos de derecha contra lo que llaman la “Ideología de Género” continúa. Argumentan que todos los estudios sobre el género y la sexualidad que han proliferado en las últimas décadas (a la luz de la visibilidad que han adquirido nuevas experiencias sexuales) no tienen sustento científico y sólo es ideología por parte del “lobby gay” que busca imponer un estilo de vida, por lo que ellos buscan defender una educación basada en la ciencia y en la familia.

“Yo te reto a que busques un libro de anatomía en donde diga que el recto es un órgano de entrada”, fue uno de los argumentos usados por el presidente de ConFamilia para defender la idea de que la sexualidad natural viene marcada en la biología, y no por prácticas culturales.

Sin embargo, aunque estos defensores de la “Familia Natural” buscan ampararse en argumentos científicos superados para defender un modelo de familia y sexualidad, dejan de lado todos los estudios científicos, sociales y humanísticos que han mostrado la naturalidad de la diversidad sexual como hecho biológico y cultural.

Sobre las personas trans opinó que su postura era que esos grupos necesitan ayuda ya que tanto la transexualidad y el travestismo continúan en el catálogo de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud, ignorando todos los esfuerzos de personas transexuales y travestis por que se les despatologice.

También dijo que la homosexualidad no tiene por qué ser estigmatizada “los problemas psicológicos existen y no que no tienen que ser un estigma para las personas”. Seguido de esto mencionó su molestia con el autobús financiado por Holanda que recorre las calles de la Ciudad de México con el mensaje “La homosexualidad no es una enfermedad”.

Dijo que no se debe de estar en contra de las terapias reparativas ya que hay personas que quieren retomar su heterosexualidad y que no se les puede negar eso. Pero lo que no mencionó son los costos psicológicos que tienen esas terapias adonde llegan muchas personas LGBT para cambiar a través de la culpa sexual.

Todo este mensaje sigue siendo amparado con el discurso de la “defensa de los niños”, que considera que informarles sobre la diversidad sexual es pervertirlos e imponerles un modo de ser cuando más bien negar educación de diversidad sexual a los niños es negarles la posibilidad de conocer nuevas formas de ser y relacionarse, imponiendo la heterosexualidad como única forma de vivirse.

Es necesario combatir la patologización de nuestras identidades que pretende imponer ConFamilia. Al mismo tiempo que avanzamos en poner en pie un fuerte y poderoso movimiento de la diversidad anticapitalista y socialista que tome en sus manos la bandera de la lucha por el libre ejercicio de la sexualidad, el acceso a la educación sexual para decidir, por la separación efectiva de la Iglesia y el Estado y por el derecho a una salud gratuita y garantizada por el Estado que cuente con áreas especializadas que atiendan las necesidades las personas LGTBI y que aseguren de manera pública y gratuita el acceso al proceso de transición de género, incluyendo hormonación y/o cirugías para las personas trans, que lo deseen, sin ningún tipo de prerrequisito psiquiátrico o de tratamiento hormonal previo.