Ayer fue el primer día de los tres de duelo que decretó el Gobierno, llamado “velorio popular”, no fue lo que pudo verse.
Nicolás Miranda Comité de Redacción
Jueves 21 de abril de 2016
El “velorio popular”
Un cortejo fúnebre partió desde la casa del ex presidente hasta el ex Congreso Nacional, pasando por La Moneda. Todos los medios de comunicación empresariales cubrieron la noticia prácticamente todo el día. Buscaban promover que se saliera a acompañar el cortejo y velatorio público. ¿Lo lograron?
Escasas 10.000 personas se acercaron este primer día. Unas 2.000 se habrían reunido en la sede de la DC, en el recorrido desde la casa habrían sido otros 4.000, y cerca de 4.000 más desde La Moneda. Como expresión de apoyo popular, a uno de los representantes de la transición, es decir, de la política para preservar lo esencial de las herencias de la Dictadura, fue reducido.
Lo que se vio en realidad, fue otra cosa.
Una reaccionaria unidad nacional por arriba
Lo que sí fue masiva, por lo extendido, no por el alto número, fue la presencia de los partidos del régimen. No faltó nadie. De la UDI al PC, bendecidos por la Iglesia y amplificados por sus medios de comunicación.
Cada uno resaltó aspectos afines a sus políticas. La Derecha, la construcción de acuerdos; el PC, el informe Rettig; el PS, el reencuentro entre la DC y la vieja izquierda de la UP.
El discurso de unidad nacional prevaleció, ahora que se resquebraja. Y a pesar de sus esfuerzos, no encuentra soporte popular.
