La empresa Friends Food S.A., una de las concesionarias de comedores escolares en la Ciudad, que tiene su planta en Lugano, sigue el camino trazado por Techint, Dánica y otras patronales, de recortar salarios y precarizar a los trabajadores, con la anuencia de los gobiernos nacionales y provinciales y el silencio cómplice de los sindicatos. Hablamos con una trabajadora que denuncia suspensiones, rebajas salariales y malas condiciones de trabajo en plena pandemia. El negocio de los comedores a costa de los trabajadores y los chicos de las escuelas.
Lunes 27 de abril de 2020 16:17
“Ni bien nos comunicaron de la reunión, ya intuíamos algo malo”, nos cuenta R, trabajadora de la empresa Friends Food S.A. que se comunicó con la Izquierda Diario para denunciar las maniobras de la empresa y la bronca que corre entre los empleadxs.
Y si nada bueno esperaban los trabajadores de Friends Food S.A. cuando fueron citados a la planta de Lugano, nada bueno recibieron de boca de jefes y encargados, con el aval del sindicato gastronómico: suspensiones de quince días, descuento de presentismo, una brutal reducción del salario, que ya de por sí para poco alcanza.
R. continúa: “En ese momento, la empresa decidió que trabajemos cada 15 días. Nos reparten a los que somos personal de escuelas, que generalmente nos desempeñamos como camareros, cocineros o ayudantes de cocina (que dicho sea de paso tienen la categoría mal paga, les figura sangucheros en el recibo) a armar bolsones de comida, a repartirlos, haciendo trabajo de carga y descarga que no nos corresponde. También nos reubican arbitrariamente, nos mandan a trabajar a hospitales y a hoteles con gente en aislamiento por el coronavirus, cosa que tampoco nos corresponde y con escasas medidas de protección ante el virus”.
La empresa Friends Food S.A., adjudicataria del Programa de Alimentación Escolar del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y que presta servicios en hospitales, tanto de la Ciudad como la provincia, así como a privados, repitió el credo de todo las patronales: usó como excusa el impacto económico de la pandemia y la cuarentena decretada, también que la cantidad de jornadas trabajadas mermaron, como si hubiese sido una elección voluntaria de los trabajadores no concurrir a la empresa. Además, muchos de ellxs están precarizadxs, desempeñándose bajo contratos que la empresa puede desconocer en cualquier momento.
En palabras de R: “La empresa brinda múltiples servicios, teniendo sólo de escuela unos 200 empleados, y solamente alrededor de 30 personas son efectivos. El resto, la aplastante mayoría, están bajo contratos temporarios, en la más absoluta precariedad laboral, presionados constantemente, siempre bajo la amenaza de dejarnos sin trabajo al año siguiente”.
No está demás decir que Friends Food S.A. se llevó la friolera suma de $382.487.647 en la última licitación pública del mes de abril del 2018 (que vence a fines de este ciclo lectivo), sólo para servicios escolares.
A mediados de este mes, decíamos en este diario: “El gobierno incumple sistemáticamente con un derecho básico de los chicos que es tener garantizada una alimentación saludable. Mientras, mantiene el negocio con las empresas concesionarias, que ganan mucha plata e invierten nada en la comida de las escuelas”.
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Friends Food S.A. es una de las 19 de empresas que siguen entregando canastas de miseria a las familias en plena crisis social y sanitaria y aprovecha para reducir salarios y precarizar aún más a sus trabajadores. “La empresa se está aprovechando de la situación descaradamente, del miedo a perder el trabajo y de la incertidumbre de cómo llegar a fin de mes ¡con 10 mil pesos menos de salario! Muchos de nosotros tenemos viajes largos incluso, hay compañeros que cruzan todo el Conurbano y parte de la Capital para llegar al puesto de trabajo, teniendo que combinar varios medios de transporte, en plena cuarentena, sin ninguna consideración por ubicarlos en servicios más cercanos a su domicilio”, agrega R.
En cuanto a las medidas de higiene y seguridad, alerta: “Se brindan los barbijos, pero son los obligatorios para manipular alimentos, o sea, carecen de efectividad contra el Covid-19. Es muy preocupante la situación, por eso no tenemos que quedarnos callados”.
Un negocio a costa de las y los pibes
Los comedores de las escuelas públicas de la Ciudad están gestionados por empresas concesionarias privadas, como Friends Food S.A., a través de las cuales el Gobierno terceariza este servicio. Además de tener a sus trabajadores precarizados, como cuenta en su testimonio R., durante la cuarentena total y obligatoria estas empresas continúan cobrando el dinero que les otorga el gobierno por cada alumno y alumna, mientras brinda una canasta alimentaria miserable, en calidad y cantidad, como ya denunciamos en este diario.
Desde el PTS se viene reclamando para que el Gobierno de Rodriguez Larreta garantice los insumos básicos de seguridad e higiene para los que continúan yendo a trabajar, y que las y los trabajadores de los comedores escolares tengan sus derechos garantizados: estabilidad laboral, pase a planta permanente del Estado, aguinaldo y vacaciones. Esto como parte de una pelea de conjunto por alimentos salubables y en cantidad suficiente para todos los estudiantes de las escuelas públicas, por terminar con el negocio de las empresas concesionarias que lucran a costa de la salud de los chicos y chicas.
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* Para evitar represalias contra el trabajador que se contactó con nuestro medio, evitamos dar su nombre.