Muestra del enriquecimiento de los políticos de los partidos al servicio de los empresarios. Un nuevo episodio de la crisis del PRD.
Martes 21 de marzo de 2017
Alejandra Barrales, presidenta del Partido de la Revolución Democrática (PRD) reconoció que tiene su propia mansión en Miami. Una propiedad al mejor estilo de la primera dama de México, Angélica Rivera.
En una investigación realizada por el periodista Julio C. Roa y Univision Investiga, se dio a conocer que posee un departamento de lujo, valuado en 990,000 dólares, en una zona exclusiva de Miami, con embarcadero propio y vista al mar.
Barrales inició su carrera política como activista sindical cuando era sobrecargo en la hoy extinta Mexicana de Aviación. ¡Qué lejos está del nivel de vida de sus antiguos compañeros de trabajo, que ni siquiera recibieron su liquidación tras la quiebra!
De la investigación de Univision surge que compró el departamento por medio de Maxba Development Inc., una compañía fantasma creada en Miami la semana previa a la adquisición del inmueble. Una empresa de la que Barrales es presidenta y accionista única.
El anticipo para el departamento ascendió a 693,000 dólares en un periodo de siete meses. Primero, Barrales negó haber ocultado información en su declaración patrimonial, pero a los pocos días reconoció en una carta pública que "en días recientes se ha hecho de mi conocimiento que existe una inexactitud acerca de la información".
Lo cierto es que en 2016, ya fungiendo como líder del PRD, no incluyó la propiedad cuando dio a conocer públicamente su declaración 3 de 3, aunque sí incluyó a Albama Transportes, una empresa que es propietaria de la ficticia Maxba Development.
En entrevista con Univision, Alejandra Barrales declaró a Univision que la única actividad económica de ambas empresas ha sido la posesión del inmueble. "En un principio lo tramité como un crédito personal y en ese trayecto fue donde la misma gente, incluso del propio banco, sugirieron que esa era la modalidad legal, era el formato legal que me podía permitir poner la propiedad en renta. Siempre comenté que mi interés era tener un espacio o una propiedad que me permitiera ponerla en renta".
Asimismo, aseguró que pagó el departamento con los fondos de su cuenta de cheques, mientras que en los últimos cinco años percibió 329,000 dólares como funcionaria pública, periodo en el que se supone que no ejerció actividades empresariales. Los números no cierran.
Barrales estaba posicionada en las encuestas como precandidata a jefa de gobierno de la Ciudad de México por el PRD, partido al cual los grandes medios de comunicación insisten en llamar “de izquierda”.
El mismo partido que gobernaba Guerrero cuando se produjo la masacre de Iguala y la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa. No, el PRD no es de izquierda. Es un partido al servicio de los empresarios, como el PRI y el PAN.
Y a personajes de este partido, como a la misma Barrales, es a quienes convoca Andrés Manuel López Obrador para sumarse a las filas del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), su líder que declara luchar contra “la mafia del poder”.
A personajes como la propia Alejandra Barrales, a quien el mismo López Obrador pidió que deje de ayudar a “la mafia del poder”. ¿No es una incongruencia?