Las exportaciones sumaron $ 8.327 millones en abril, según publicó este jueves el Indec, el mayor registro para este mes en la historia. La suba estuvo impulsada principalmente por precios. También crecieron las importaciones. Las reservas internacionales no repuntan y agregan tensión a las metas del Gobierno con el FMI.
Lucía Ortega @OrtegaLu_
Jueves 19 de mayo de 2022 21:02
Foto: Telam.
Las exportaciones argentinas sumaron U$S 8.327 millones en abril, en tanto que las importaciones fueron de U$S 6.883 millones, registrándose así un superávit comercial de U$S 1.444 millones, de acuerdo a un informe publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). De esta forma, el saldo comercial alcanzó el nivel más alto desde octubre pasado.
"El intercambio comercial (exportaciones más importaciones) aumentó 40,6 %, en relación con igual mes del año anterior, y alcanzó un monto de 15.210 millones de dólares", dijo el Indec.
En términos interanuales las exportaciones subieron un 35,6 % en abril, impulsadas por un aumento de 23,7 % en precios y 9,6 % en cantidades. Desde Cancillería remarcaron que el valor exportado de abril representó "el mayor registro histórico para este mes en la historia". Sin embargo las importaciones crecieron a un ritmo más acelerado de 47,3 % interanual (y también se trató del mayor valor alcanzado para un mes de abril), motivo por el cual el superávit comercial estuvo levemente por debajo del de igual mes del año pasado (U$S 1.470 millones).
El complejo sojero registró, un superávit de U$S 2.043 millones, U$S 263 millones superior al mismo mes del año anterior. En tanto que el complejo automotriz marcó un saldo negativo de U$S 142 millones, comprendido por vehículos para transporte de personas, mercancías, chasis, partes y neumáticos. Así también, el sector de combustibles y aceites minerales y productos de su destilación el intercambio comercial dejó un saldo negativo de U$S 339 millones.
#DatoINDEC
En el 1° cuatrimestre de 2022, la exportación acumuló un alza de 28,5% interanual, y la importación, de 41,6%. La balanza totalizó un superávit de US$ 2.830 millones https://t.co/QASYOjspno pic.twitter.com/a9h4rlvwoh— INDEC Argentina (@INDECArgentina) May 19, 2022
Por su parte, en los primeros cuatro meses del año el total exportado sumó U$S 27.681 millones, creciendo 28,5 % respecto del primer cuatrimestre del año pasado, y superando así en 14% el récord previo de enero-abril de 2012.
Sin embargo, nuevamente las importaciones superaron este crecimiento a un ritmo de 42,6 %. De esta forma, la balanza comercial totalizó un superávit de U$S 2.830 millones en el primer cuatrimestre de 2022, por debajo de los niveles de los últimos tres años.
Es que a medida que la economía argentina crece, la demanda de dólares para importaciones aumenta en mayor proporción. Este mismo jueves el Indec publicó otro informe referido al estimador mensual de la actividad económica (EMAE), mostrando que si bien en marzo la economía retrocedió 0,7 % respecto a febrero (índice desestacionalizado), en términos interanuales el registro es de un aumento de 4,8 %. En el primer trimestre del año, el EMAE acumuló un alza de 6,1 % en relación al mismo mes del año anterior.
Se trata de un crecimiento que, si bien a un ritmo persistente, se desacelera respecto del "rebote" del año pasado (10,3 %), en línea con las previsiones del FMI de converger a un "crecimiento rastreto" en el rango de 1,75 % a 2,25 % anual a mediano plazo. Es que de la mano del FMI y el plan de ajuste para pagar la deuda, comienzan a fluir más las limitaciones autoimpuestas al crecimiento (devaluación persistente del peso, inflación, suba de tasas de interés, ajuste fiscal) que un impulso que permita superar el resultado de una década de estancamiento.
Entre otros problemas que preocupa a la administración de Alberto Fernández, debido a la estructura atrasada y dependiente de la economía, el crecimiento local viene unido a una creciente demanda de divisas para importaciones de insumos y bienes de capital que el país no produce o lo hace deficientemente.
A esto se agrega que están culminando de los "meses de oro" de las exportaciones, con el cierre de la cosecha gruesa de granos y la consecuente liquidación de exportaciones.
Pero las reservas internacionales en el Banco Central no crecen significativamente, totalizando U$S 41.358 millones a mediados de mayo, lo que implica un retroceso respecto al pico de U$S 43.321 millones el 25 de marzo, cuando llegó el primer desembolso del FMI correspondiente al nuevo acuerdo de Facilidades Extendidas firmado por el gobierno de Alberto Fernandez.
La escasez de dólares está lejos de ser un problema resuelto con el nuevo endeudamiento con el Fondo. Se pone así en cuestión una de las metas principales del acuerdo con el FMI, aquella que indica que Argentina tiene que ahorrar divisas para pagar la deuda (tanto al FMI como a acreedores externos) cuando arranquen los vencimientos más fuertes.
No es de extrañar que frente al crecimiento de las importaciones y un posible cuello de botella en el balance de pagos (al que se agregan también salida de divisas por remisión de utilidades de empresas extranjeras, pagos de deuda y fuga de capitales), sea el propio programa económico definido por el Gobierno y el FMI el que priorice un freno a la economía para asegurar los dólares para pagar la deuda.
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Lucía Ortega
Economista UBA. Coeditora de la sección de Economía de La Izquierda Diario.