Se inició el período de sesiones extraordinarias en el Concejo Deliberante de la capital mendocina. El intendente Suarez debutó en su nuevo mandato enviando al Concejo una batería de proyectos que modifican el Código Urbano y de Edificación para facilitar la construcción de grandes torres y emprendimientos inmobiliarios y frenar el avance de asentamientos en los Barrio de La Favorita.
Martes 22 de diciembre de 2015 15:23
El viernes pasado, el Intendente Suarez utilizó la mayoría oficialista del Concejo Deliberante formada por la UCR y el PRO para aprobar importantes reformas en el Código Urbano y de Edificación que facilitarán la construcción de grandes torres y desarrollos inmobiliarios por encima de los estándares ambientales y de protección urbanística que venía defendiendo de la Ciudad y a favor de los grandes inversores de la especulación inmobiliaria. Al mismo tiempo se aprobó una resolución para frenar el avance de los asentamientos populares en la zona de La Favorita, sin ninguna solución habitacional para las familias que viven hacinadas.
La mayoría oficialista de la UCR y el PD-PRO aprobó importantes beneficios para las empresas constructoras que buscan desarrollar emprendimientos inmobiliarios en la Ciudad: eximición de pagos por derechos de construcción en zonas determinadas, posibilidad de obtener ”excepciones” para apartarse del Código de Edificación a quienes posean terrenos superiores a 2500m2, ampliación de los estándares de edificación en altura, y habilitación para negociaciones particulares con inversores. Todo un guiño a los mega emprendimientos comerciales y torres residenciales.
De esta forma, la Capital mendocina es cada vez más maravillosa para los grandes empresarios que buscan hacer negocios gracias a la enorme especulación inmobiliaria. Mientras que la devaluación de Macri profundiza el problema de las miles de familias que viven hacinadas, pagando un alquiler y sin casa propia.
Un ejemplo de las malas condiciones habitacionales a las que trabajadores, mujeres y jóvenes están sometidos y que la municipalidad no contempla, lo podemos ver en el oeste capitalino. Desde el municipio, la única propuesta que hay para este sector, es esconderlo bajo el discurso de la conservación del medio ambiente declarando de interés público municipal esta zona, mediante una ordenanza que habilita al ejecutivo a iniciar acciones penales y pedidos de desalojo frente a nuevos asentamientos populares en la zona de los barrios obreros de La Favorita.
Detrás de la excusa de la preservación del pedemonte, avasallado en toda la provincia por el desarrollo de barrios privados como el Dalvian (protegido por el Municipio y hoy presido por el ex-gobernador e Intendente de la Ciudad, Roberto Iglesias) lo que se busca es poder dotar al ejecutivo municipal de la facultad para tomar medidas civiles y penales en contra de quienes acudan a esta zona en busca de lugares donde vivir.
Esta medida, en el marco de la especulación inmobiliaria y la falta de créditos y acceso a tierras para construcción de viviendas populares, así como también el trabajo precario del que muchas familias de la zona padecen , no es más que una preparación para poder reprimir a quienes -por no tener otra solución habitacional-, deciden construir allí sus humildes hogares.
Los concejales del Frente de Izquierda manifestamos nuestro rechazo a estos proyectos que van en perjuicio del pueblo trabajador de la Ciudad, el PJ-FPV y la UCR disidente de Dugar Chappel también votaron en contra de la reforma del Código Urbano, pero acompañaron la resolución unilateral del municipio sobre la posesión del pedemonte en la Favorita.
Por todo esto desde el PTS en Frente de Izquierda sostenemos que solo se puede brindar una solución al problema habitacional, con un plan de ordenamiento territorial integral en función de los intereses del pueblo trabajador, el cual debe ser discutido y armado en conjunto entre los especialistas de las universidades publicas, las organizaciones medio ambientales y los vecinos afectados en su conjunto. Al mismo tiempo que se desarrollen estudios de impacto ambiental en las zonas urbanizadas del pedemonte, es necesaria una urgente construcción de obras de infraestructura, canales aluvionales y todas las medidas necesarias para que no corran riesgo de desastre quienes viven en la zona. Medidas que proponemos encarar desde un plan de obras publicas gestionado por los trabajadores que garantice el derecho a la vivienda propia.
