POLÍTICA. Longueira: vuelve el discípulo favorito de Jaime Guzmán a reforzar a Lavín

Los problemas y la división en la derecha hace mucho que se vienen asentando, sobre todo con el debate del plebiscito constituyente fijado para el 25 de octubre, donde la mayoría de la derecha se la juega por el rechazo, pero que parte de sus principales figuras, como lo es Joaquín Lavín, van por el apruebo.

Asimismo, este fin de semana reapareció el exsenador y exministro Pablo Longueira, quien también sostuvo que votará a favor de la Convención Constituyente, que se postularía para redactarla y que además quiere ir por la presidencia de la UDI.

Con respecto a su posición por el apruebo, dijo a El Mercurio que entre sus argumentos se encuentra que “le vamos a aguar la fiesta a la izquierda no democrática. No le vamos seguir el juego a los violentistas. Si todos votamos apruebo, será una gran noche de unidad”.

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Con estas declaraciones, Longueira se suma a Lavín, que va también por el apruebo, pero donde no son lo únicos. Esto nos abre a la discusión de si realmente una Convención Constituyente nos da la posibilidad de un cambio real, donde se puedan sacar adelante las reivindicaciones que nos dejó la rebelión de octubre, tales como No+AFP, nacionalización de los recursos naturales, desprivatización del agua, educación y salud digna y gratuita, etc.

Si una parte de esa derecha pinochetista quiere votar apruebo significa que no, que no le temen a una Convención Constituyente porque saben que con las trabas y trampas que ésta tiene no puede haber un verdadero cambio que toque la herencia de la dictadura, la que ellos han defendido por 30 años.

Así como parece evidente el engaño que existe tras el apruebo-rechazo, también se presenta la siguiente fantasía entre Congreso y Convención, esto debido a que no hay mucha diferencia entre ellas dos. Si bien la Convención es “cien por ciento elegida” y no mitad parlamentarios como lo es el Congreso, no dejan de ser los mismos partidos políticos que han sostenido el régimen y toda la herencia de la dictadura durante todos estos años, esto es gracias a que han hecho lo posible por anular todas las voces disidentes, por consiguiente, es mentira que cualquiera puede ser delegado, ya que no da posibilidad para independientes, ya que en la práctica es casi imposible presentarse de esta manera.

Esto se afirma cuando incluso la misma presidenta de la UDI Jacqueline Van Rysselberghe asevera que “sí, comparto con Pablo (Longueira) de que tenemos que reclutar los mejores constituyentes”, al igual que José Antonio Kast quien se reunió este viernes con Longueira después de no haberse contactado por mucho tiempo y que concluyó que “yo, por el contrario, creo que se debe promover al máximo el Rechazo con razón y convicción y, de perder, buscar la mejor alternativa electoral para obtener la mayor cantidad de asambleístas posible”. Sí, porque el fundador del fascista Partido Repúblicano lleva al extremo el proceso y lo llama Asamblea Constituyente para hacer creer que realmente lo es.

Pues, claramente hay mucha diferencia, ya que la única manera de poder obtener los derechos reivindicados en la revuelta de octubre es mediante una Asamblea Constituyente que sea libre y soberana, que esté por encima de todas las instituciones del Estado, donde realmente se puedan expresar las voces del pueblo, sin veto favorable a la derecha, donde se puedan tocar los tratados internacionales, nacionalizar los recursos naturales, acabar con las AFPs y asegurar una educación y salud de calidad y gratuitas.

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Sin embargo, los dichos de Longueira no fueron bien recibidos por toda la UDI, como lo fue con su presidenta, Jacqueline Van Rysselberghe, que señaló que a diferencia de él no va a votar Apruebo.

Ante esto, la timonel gremialista aseguró que “podría incluso no votar porque creo que es un despropósito hacer un plebiscito en estas condiciones, no he tomado ninguna decisión, estoy trabajando por el Rechazo”. Esto debido a que “la elección de octubre tiene serios vicios de legitimidad”, dijo. También agregó que “la elección debiera ser participativa e informada, pero que ninguna de esas cosas probablemente se va a dar porque no hay posibilidad de hacer campaña y lo más probable es que sea poco participativa por las condiciones de salud”.

Al parecer la constitución que ella defiende y que se niega rotundamente a cambiar, que fue hecha entre cuatro paredes por una “comisión de expertos” a punta de fusiles, asesinatos y torturas si fue legítima, y ésta que se vota ahora no, debido a que será “poco informada” y “poco participativa”. Además está claro que para la presidenta del partido fundado por Jaime Guzmán -gestor de la constitución del 80’- sí se puede trabajar, andar en metro e ir a restaurantes, pero no ir a votar.

A otro que no le cayeron bien los dichos de Longueira es el senador UDI Iván Moreira, quien dijo que "Chile no necesita un mesías" y que es "una falta de respeto a los liderazgos internos de la UDI, ese tono no me gusta”. Asegura que Longueira apareció con “una suerte de Superman que va a solucionar todos los problemas en la UDI y el país, es un tono de ninguneo a dirigentes del sector que hemos estado en la línea correcta, defendiendo al gobierno y al país en los momentos más difíciles, cuando él estaba fuera de la política".

Finalmente para reconfirmar la crisis de la derecha, aseguró que “no hemos tenido una buena conducción, necesitamos a alguien que ayude a unir y no a dividir". También se refirió a Joaquín Lavín, "yo he tratado de entenderlo y defenderlo, pero estiró mucho el elástico con el concepto del socialdemócrata, y el elástico se anduvo cortando un poquito".

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