La vida sindical en México se encuentra en una etapa de adaptación a las nuevas leyes marcadas en la reforma laboral del 2019, aprobada por el gobierno actual. Ésta también parte de los acuerdos impuestos desde el gobierno de Donald Trump a través del T-MEC.
Lunes 20 de diciembre de 2021
La vida sindical en México se encuentra en una etapa de adaptación a las nuevas leyes marcadas en la reforma laboral del 2019, aprobada por el gobierno actual. Ésta también parte de los acuerdos impuestos desde el gobierno de Donald Trump a través del T-MEC.
La reforma ha dado paso a un reacomodo de las fuerzas sindicales charriles, quienes ahora están tratando de utilizar la legitimación del Contrato Colectivo de Trabajo como un medio para poder arrancar la toma de nota a otras federaciones. Asimismo se están creando múltiples sindicatos para poder disputar los centros de trabajo, intentando limpiarle la cara a décadas de charrismo sindical y abuso a los derechos de las y los trabajadores.
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La CROC (Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos) no quiere quedarse fuera de este nuevo reajuste para seguir viviendo a expensas de miles de trabajadores, entregando sus derechos a los empresarios a cambio de migajas.
En la ciudad de San Luis Potosí, en días pasados la CROC hizo público la presentación del nuevo sindicato autodenominado Sindicato Nacional de Trabajadores de Armado, Montaje y Fabricación en General de la Industria Automotriz
Si bien es cierto que la CROC es una de las centrales obreras más grandes, de mayor trayectoria en el país, trata de distinguirse de la CTM con discursos de que son una central obrera diferente y que han “evolucionado”. Pero lo que queda claro es que en los hechos son casi lo mismo, ya que operan de la misma forma charril y entreguista de la CTM, CROM, CATEM, etc.
La CROC en los últimos días se ha visto envuelta en una serie de escándalos, uno de ellos es el robo de las propinas a trabajadores de los hoteles en Cancún, el otro es el escándalo de la despedida de trabajadores en la empresa Amatech en Puebla.
En San Luis Potosí estuvo involucrada en el año 2014 en la empresa Industria Vidriera Del Potosí, en donde Salim Kalkach, líder de la Federación De Trabajadores Vanguardia Obrera de la CROC, de manera mañosa y llevando a cabo una serie de intimidaciones, llevando policías para amedrentar a los trabajadores, operó con órdenes de la empresa, una votación dispareja por la titularidad del contrato colectivo contra el SUTEIVP (Sindicato Único de Trabajadores de la empresa vidriera del Potosí ). Obligando a un resultado que no era el que las y los trabajadores realmente querían, pero que si era completamente favorable a la empresa para poder mantener sus políticas antiobreras de explotación,
Con estos breves ejemplos podemos ver cómo opera esta central charra, que lo único que ha hecho en este tiempo es negociar la mano obra de los trabajadores a la empresa, a cambio de ensanchar los bolsillos de sus dirigentes, mientras que a las y los trabajadores se les violentan los derechos laborales y se les da un sueldo miserable.
"En pocas palabras, es más de lo mismo"
El verdadero fin de los sindicatos, por el cual fueron creados, es la protección de derechos laborales, mejorar la vida de las y los trabajadores junto con sus familias, en guarderías, centros donde se fomente el deporte, becas y cursos para la capacitación, etc. Pero hemos visto una deformación del sindicalismo en las prácticas gansteriles de estas burocracias sindicales, que sirven a los empresarios para someter las demandas verdaderas de miles.
Un claro ejemplo es el manejo de las cuotas sindicales de las cuales se mueven millones de pesos semana a semana, por todas estas centrales y las cuales no se traducen en mejoras para la clase trabajadora.En lugar de ver todos esos beneficios lo único que se ve es esta casta de burócratas sindicales viviendo en lujos y opulencia.
Para lograr un verdadero cambio, los trabajadores en San Luis Potosí y el país no necesitamos estos coyotes. Los trabajadores se deben organizar desde la línea de producción, con organismos verdaderamente democráticos que levanten asambleas generales y por áreas en donde las voces de miles sean escuchadas, se debe de poner un alto a la creación de múltiples sindicatos pequeños que dividen a la clase trabajadora y debemos de recuperar los ya existentes para luchar desde ahí en conjunto por nuestros derechos.