Nuevamente se han realizado paros en Matamoros, ante ello la patronal y la burocracia comienzan a boicotear la organización de la fuerza obrera.
Jueves 27 de enero de 2022
El martes 25 de enero, en redes sociales se difundió que diversas maquiladoras en Matamoros, Tamaulipas, entraron en paro. Entre las maquilas afectadas se encuentran Inteva, Polytech, Robertshaw y Shumex, donde cientos de obreros realizaron paros de labores.
Las exigencias comunes a todas estas empresas son $17,132 de bono especial y 22% de aumento salarial -sobre todo para lxs trabajadorxs de más bajos ingresos-, así como la exigencia de 40 horas de jornada laboral por semana. Cabe destacar que, ante las protestas, en la empresa Polytech, los obreros denunciaron intimidación del personal de recursos humanos hacia los empleados.
Es importante mencionar que, en algunas maquilas, los incrementos fueron de entre el 8% y el 11% según los acuerdos de la revisión contractual del pasado mes de octubre. Aunque, las y los trabajadores denuncian que no se ha hecho efectivo el incremento salarial, incluso en algunos casos representantes de las patronales niegan que éste vaya a hacerse efectivo.
Mientras tanto, la respuesta de la patronal en la planta Inteva el día 26 de enero fue la expulsión de 30 obreros; a algunos se les retiró gafete y a otros se les obligó a firmar su renuncia, que en los hechos equivale a un despido sin garantía alguna.
Los líderes sindicales dan prioridad a las supuestas negociaciones, a pesar de que no ha habido ninguna propuesta concreta a la base trabajadora. Ante estos hechos, Jesús Mendoza Reyes, charro del Sindicato Industrial de Trabajadores en Plantas Maquiladoras y Ensambladoras (SITPME), ha negado que los paros estén justificados; e incluso se puso del lado de la patronal Robershaw al señalar que en octubre hubo una revisión salarial, condenando dichos actos como ilegales, descalificando y criminalizando a los trabajadores, además de exhibirlos como revoltosos y conflictivos, dejándoles a merced del despido patronal.
Los paros de 2019
En enero de 2019, más de cuarenta mil obreros y obreras de 48 maquiladoras estallaron en paro exigiendo un aumento salarial del 20% y un bono anual de 32 mil pesos. No obstante, el bono, a pesar de que se le haya denominado como “único”, corresponde a al pago anual adelantado del incremento salarial, incluso cuando no se contenga en un Contrato Colectivo de Trabajo, sino que los trabajadores lo reciben de facto, como producto de una conquista por su lucha.
Así, hace poco más de 2 años, la clase obrera de Matamoros organizó una revuelta contra los poderosos mecanismos de coerción y control que tienen atenazada a la mayor parte de la clase trabajadora sindicalizada en México. Cuestionando las estructuras históricas del sindicalismo charro ligado a los intereses de los capitalistas y dejándonos importantes lecciones al conjunto de las y los trabajadores.
Por ejemplo, se visibilizaron las cadenas de valor, es decir, la interrelación económica en la cual se sustenta la producción masiva, pero que empobrece a lxs trabajadorxs pues no participan de la repartición de la riqueza, reservada a la patronal local y trasnacional, sino que solo reciben magros salarios para sobrevivir como clase explotada y pauperizada.
Con los paros masivos, también se hizo evidente la dependencia de países como México al imperialismo estadounidense, pues sin trabas ponen a disposición una vasta fuerza de trabajo. Por último, quedó al descubierto el carácter del gobierno local representado por el PAN en Tamaulipas con Francisco Cabeza de Vaca ─desde 2016 hasta este año, ya que se renovará la gubernatura en las elecciones del 5 de junio próximo─, así como del gobierno federal de la 4T porque ambos han mostrado que protegen esas cadenas de explotación, a pesar del discurso progresita del presidente, y se apoyan en las estructuras de opresión sindical formadas históricamente por el régimen patronal, que las convirtió en sostén de los gobiernos federales y estatales, del PRI y del PAN principalmente.
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Otras lecciones del movimiento 20/32 que son importantes rescatar
Sin embargo, la situación de las y los trabajadores matamorenses, a pesar de obtener grandes conquistas, luego de la lucha del 2019, no ha cambiado sustancialmente sus vidas, incluso ha pasado por la persecución de sus referentes, despidos de luchadorxs, toques de queda sistemáticos en la ciudad como forma de amedrentamiento colectivo, así como miles de contagios en la pandemia debido a que no se garantizan condiciones de seguridad e higiene para evitarlos. También, muchos trabajadorxs han denunciado que se realizan despidos para evitar pagarles el bono conquistado.
Por su parte, el sindicato, que realizó el acuerdo de aumento salaria entre el 3 y 11% en octubre del 2021, sólo logró estos magros aumentos para quedar bien con la patronal y no con los trabajadores, pues esos montos quedaron consumidos por la elevada inflación de los meses posteriores.
Mientras las patronales y los charros intentan frenar la lucha de lxs trabajadores por mejores condiciones laborales, nos muestran que es importante no depositar ninguna confianza ni en los empresarios ni en el Estado y sus instituciones, mucho menos en los charros sindicales. Un pequeño ejemplo de ello es que la reforma laboral y el aumento al salario no han sido efectivos para lograr condiciones dignas de trabajo.
Por ello, una de las principales lecciones que nos dejaron las y los obreros de Matamoros en 2019, es qué la amplia unidad organizada detrás de las demandas comunes, es lo que les puede permitir volver a mostrar hoy su enorme fortaleza y conquistar las actuales demandas. por ello es importante que se comience a organizar la recuperación del sindicato para ponerlo al servicio de las y los obreros, expulsando al charrismo sindical.