El Reino Unido anunció este miércoles que expulsará a 23 diplomáticos rusos, el mayor número en los últimos 30 años, por el envenenamiento de un exespía y su hija. Alta tensión.
Miércoles 14 de marzo de 2018 13:25

El Reino Unido expulsará a 23 diplomáticos rusos, el mayor número en los últimos 30 años, después de que Moscú no haya aclarado por qué el exespía Sergei Skripal y su hija Julia fueron envenenados con un agente nervioso de fabricación rusa, anunció hoy la primera ministra, Theresa May.
La tensión entre el Reino Unido y Rusia aumentó cuando May le dio un ultimátum al Kremlin para que de explicaciones sobre el envenenamiento del doble espía. El plazo expiró en la medianoche del martes y Rusia aclaró que no tenía nada que explicar por lo que Londres dio un salto en el enfrentamiento anunciando la expulsión de los diplomáticos, entre otras medidas.
En una declaración ante el Parlamento, la conservadora jefa del Ejecutivo británico consideró que Rusia ha reaccionado "con un completo desprecio" ante la "gravedad" del incidente ocurrido el pasado día 4, pese a que este país les ofreció una "oportunidad" de que proporcionaran una explicación.
May precisó que el número de diplomáticos expulsados, que han sido identificados como "agentes de los servicios secretos encubiertos", es "el mayor en 30 años" y que contarán con una semana para abandonar este país.
Según subrayó, el Kremlin ha reaccionado "con sarcasmo, menosprecio y resistencia" ante lo sucedido y su respuesta "ha demostrado un completo desprecio por la gravedad de estos acontecimientos".
Rusia no ha proporcionado una argumentación "creíble" ni tampoco ha aclarado, como le pidió Londres, "por qué cuenta con un programa de armamento químico contraviniendo la legislación internacional".
Tensión y sanciones contra Rusia
El incidente en Salisbury representa "un uso ilegal de la fuerza por parte del Estado ruso contra el Reino Unido", según May, que anunció que este Gobierno incrementará el número de controles a ciudadanos rusos que vengan al país.
Además, anunció que Londres congelará "los activos del Estado ruso donde sea que exista evidencia de que podrían ser empleados para amenazar la vida o propiedad de ciudadanos o residentes en el Reino Unido".
May ha pedido también al Consejo Nacional de Seguridad, en un encuentro celebrado en la mañana de este miércoles, que acuerde "medidas inmediatas para desmantelar la red de espionaje rusa en el Reino Unido" y ha cancelado la invitación cursada al ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, a este país.
Como parte de esta batería de medidas adoptadas por su Ejecutivo, ningún representante de la familia real británica ni dignatarios de este país acudirán este verano al Mundial de Fútbol de Rusia.
El anuncio de la primera ministra llega después de que Moscú ignorara el plazo límite fijado por el Ejecutivo de Londres para que diera explicaciones, antes de la pasada medianoche, a cómo un agente nervioso militar de fabricación rusa envenenó al exagente, de 66 años, y a su hija, de 33, que siguen en "estado crítico".
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró hoy que su país no tiene relación con el envenenamiento del doble espía y su hija, y que considera inaceptables las acusaciones sin pruebas.
Tras la escalada en la tensión entre ambos países y las sanciones anunciadas por May, el legislador ruso Vladimir Dzhabarov deslizó este miércoles que no descartaba que Moscú decida expulsar a más de 23 diplomáticos británicos como respuesta a la medida.
Por su parte la Embajada de Rusia en el Reino Unido denunció en un comunicado en su página web que considera "este paso inamistoso como una medida absolutamente inaceptable, injustificable y corta de miras".