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Red Internacional
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TRIBUNA ABIERTA. ¿Reino (des)Unido? Las conclusiones políticas del Brexit y consecuencias económicas para Argentina

La Unión Europea enfrenta su mayor crisis política en años. El Brexit pone a la Europa imperialista frente a la necesidad de re-evaluar el conjunto de instituciones construidas a lo largo de décadas.

Sábado 25 de junio de 2016

Lo que ha ocurrido en el Reino Unido (RU) es expresión de un descontento más generalizado a lo largo y ancho del viejo continente respecto de un Estado supranacional que se ha consolidado. Este Estado es percibido como crecientemente autoritario, antidemocrático, y constituido para la defensa de los intereses del gran capital frente a las demandas y necesidades de los pueblos del continente.
Esta situación ha sido aprovechada por fracciones de las derechas nacionalistas del RU y el continente para acentuar sus exigencias fascistas y xenófobas.

Sin embargo, el crecimiento de esas expresiones debe ser analizado en el marco de una Europa que se ha convertido en dominio del nuevo imperio alemán, su Banco Central y la Comisión Europea.

Es el resultado de un continente en el cual el pueblo trabajador sufre las consecuencias de las políticas económicas de ajuste, del guerrerismo imperial en medio oriente y de la exacerbación del discurso del odio hacia ‘el otro’ (musulmán, migrante, etc.). Solo el tiempo dirá si las fuerzas sociales radicales de esa región pueden aprovechar el resquebrajamiento de la unidad institucionalizada del capital para fortalecer las luchas anticapitalistas por una Europa más justa y democrática.

El Brexit ha repercutido inmediatamente en los mercados de capitales especulativos del mundo, con caídas violentas en las cotizaciones de las acciones y títulos de empresas con intereses extendidos en el RU, y en el conjunto de las bolsas del globo. La Libra Esterlina (la moneda británica, que nunca fue abandonada ni reemplazada por el Euro) cae frente al dólar y el resto de las monedas, mientras el capital se fuga de las islas británicas.

El impacto directo sobre Argentina ya se empieza a sentir por la vía de la desvalorización del tipo de cambio pues el dólar acelera su valorización frente a la libra. Las empresas ‘argentinas’ que cotizan en las bolsas del mundo son arrastradas a la baja en el tobogán del pánico creado por la fractura europea. Seguramente, a la huida de la libra se sume una corrida contra el euro (la moneda del hegemón en crisis) y ello aumente las presiones para el ajuste económico en esa región.

El ajuste europeo creará crecientes presiones sobre la economía mundial, que hace años opera en un régimen de bajo/nulo crecimiento, rayano con la depresión. Cierto es que este clima de estancamiento podrá mantener bajas las tasas de interés y en ese sentido favorecer el renovado ciclo de endeudamiento argentino. Por otra parte, sin embargo, el fortalecimiento del dólar tenderá a reducir el precio internacional de las materias primas y productos de exportación de la Argentina. Este mundo no le conviene al gran capital en Argentina (y por tanto, no le conviene al gobierno) pues debilita aún más las posibilidades de una recuperación pronta del crecimiento económico en el país.