Junts pel Sí y la CUP protagonizan un amor de verano con desencuentros. Las negociaciones entre estas fuerzas políticas muestran una CUP atrapada por los acuerdos con Junts pel Sí.
Jueves 11 de agosto de 2016
La Vicepresidenta del Govern, Neus Munté, añadió más presión a la CUP con sus declaraciones de esta semana. A los dirigentes cupaires les dejó bien en claro que la cuestión de la confianza no se negocia. La confianza, según Munté, se tiene o no se tiene. El resto de las cosas sí son negociables. Pueden negociar los presupuesto, el Referéndum, etc. Eso sí, sobre los estrechos límites de éste régimen político y del capitalismo en el cual se sustenta.
La intención de los dirigentes del Partit Demòcrata Catala (PDC) es separar las negociaciones. Pretenden por ésta vía imponer el voto favorable a Puigdemont y así ganar oxígeno político para el alicaído Govern. Y de ésta forma ir obligando a la CUP, y en especial al ala más proclive a negociar con Junts pel Sí, a inclinarse ante los presupuestos y el referéndum.
Neus Munté insistió, en declaraciones a Rac1, que la CUP incumplió con su parte del pacto y que deben apoyar al primer gobierno independentista. Aunque, también aclaró, que ese Govern no está por organizar un Referéndum unilateral de independencia. De hecho, la antigua Convergència siempre ha aceptado los límites del Tribunal Constitucional.
El PDC, al igual que Junts pel Sí, pretende negociar con algún gobierno español la realización de un Referéndum de independencia. Cuestión terminantemente negada por el PP y el PSOE tantas veces como han podido. Incluso la formación de una comisión en el Parlamento para estudiar la cuestión catalana parece más bien una idea fantasiosa. La hoja de ruta pactada por la CUP y JxSí es más bien un papel mojado.
La CUP pide cita a Puigdemont
Los dirigentes de la CUP, Natàlia Sánchez y Xevi Generó, han manifestado que no quieren reunirse aún para negociar los presupuestos. Para ellos es más importante definir el calendario de la hoja de ruta pactado con Junts pel Sí. Quieren que se ponga claramente la necesidad de realizar el referéndum de autodeterminación.
Es así que la formación anticapitalista está pidiendo una reunión de alto calado con el President Puigdemont. Dejarían las negociaciones presupuestarias para un momento posterior, ya que de la hoja de ruta se derivarían decisiones y partidas de dinero para ejecutarlas.
Lamentablemente la CUP ha quedado atrapada, otra vez, por los acuerdos firmados con Junts pel Sí. Estos pactos que no concretan nada pero que comprometen a la CUP con la acción del Govern. Ahora la CUP tiene que pedir concreciones porque cada fuerza interpreta el acuerdo a su manera.
La CUP sigue presa en el proceso soberanista. Por un lado, por la estrategia de mano tendida a los representantes de la burguesía catalana. Por otro, por un abrazo de oso que Junts pel Sí, dirigida por Esquerra y el PDC, le están haciendo. La vuelta de las vacaciones traerá mucha chicha en ésta “relación peligrosa”.
