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Red Internacional
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América del Norte. Renegociación del TLCAN: Trump notifica al Congreso de EE.UU.

En medio de la tormenta que protagoniza por el despido de Comey, exdirector del FBI, Trump inicia el proceso para la renegociación.

Jueves 18 de mayo de 2017

Robert Lighthizer, representante comercial de la administración Trump, envió este jueves una carta a los legisladores estadounidenses en la que anuncia el inicio de un proceso de consultas de 90 días con el Congreso y la opinión pública que abrirá la puerta a una renegociación del TLCAN a partir del 16 de agosto.

El funcionario señaló a la prensa: “El liderazgo del presidente sobre el comercio revertirá permanentemente la peligrosa trayectoria del comercio estadounidense”. Explicó “Si bien nuestra economía y empresas han cambiado considerablemente, el TLCAN no lo ha hecho. La mayoría de los capítulos están claramente obsoletos y no reflejan los estándares más recientes en los acuerdos comerciales de Estados Unidos”.

El déficit comercial de Estados Unidos con México llegó en 2016 a 62 mil millones de dólares. Y Trump hizo de la reducción de este déficit una de sus banderas de batalla. Es así que Lighthizer sugirió que su país buscará atraer de vuelta a empresas que trasladaron su producción a México.

"Cuando perdemos instalaciones de manufactura, perdemos los miles de empleos bien remunerados asociados con esas instalaciones, lo cual afecta directamente a los estadounidenses de clase media", señaló el representante comercial.

La respuesta de los socios del TLCAN

“El Gobierno de México se congratula por la notificación de intención del Gobierno de Estados Unidos a su Congreso para iniciar negociaciones con México y Canadá. Se trata de un paso importante en los procesos internos de Estados Unidos para modernizar el TLCAN”, señala el comunicado emitido por la Secretaría de Economía. Abunda “México espera un proceso de negociación constructivo, que permita aumentar la cooperación y la integración económicas y fomentar la competitividad regional”.

Por su parte, el gobierno canadiense declaró “Estamos firmemente decididos a favorecer el libre comercio en el continente norteamericano y a hacerlo en forma tal de que toda la población canadiense se beneficie”, dijo la ministra de relaciones exteriores Chrystia Freeland en un comunicado.

La jugada estadounidense

Después de que Trump afirmara en varias oportunidades que el TLCAN había sido el peor de los acuerdos, ahora su administración señala en voz de Lighthizer que ha sido "relativamente exitoso" para ciertos sectores de la economía estadounidense, como la agricultura, los servicios de inversión y la energía. No obstante, afirmó el acuerdo es insuficiente en temas como comercio digital y propiedad intelectual, y que tanto los asuntos laborales como los ambientales son tratados como cuestiones de segundo orden.

Agregó "Si las renegociaciones resultan en un acuerdo más justo para los trabajadores estadounidenses, entonces tiene sentido hacer una transición a un TLCAN modernizado lo más perfecto posible". En caso de que la renegociación tripartita fracase, Lighthizer explicó que la administración considerará otras opciones.

A su vez, dio a conocer que publicará sus objetivos de negociación al menos 30 días antes de que comiencen las pláticas formales, previstas para el 16 de agosto.

Al contrario de las afirmaciones del representante comercial estadounidense, nada bueno pueden esperar las trabajadoras y los trabajadores de América del Norte con esta renegociación.

Una salida a favor de las mayorías

Con la implementación del TLCAN en 1994, la clase trabajadora de la región vio cómo año con año se degradaban sus condiciones de trabajo y de vida. Cualquier acuerdo va a significar mayor explotación laboral para millones de personas, ya que de esa manera quieren asegurar sus fabulosas ganancias las trasnacionales.

Para frenar el ataque que se viene, la única salida es la alianza de la multiétnica clase obrera estadounidense con sus hermanos de clase de Canadá, de México y de Centroamérica. Que luche por la expropiación de los empresarios y trasnacionales, sentando las bases de una economía socializada. Que luche también por la condonación de la deuda externa de México y Centroamérica y por el fin de la militarización y la injerencia imperialista en la región.

Sólo así, a partir de echar abajo la opresión imperialista y la explotación propia de este sistema capitalista, es que podrá darse una integración económica, decidida y llevada adelante en función de los intereses de los trabajadores del campo y la ciudad.