Ante la renuncia del ex ministro, la derecha se pronunció ofensivamente, aunque señalando que suspenderán la interpelación constitucional. En su reemplazo se ha designado a la abogada y funcionaria de la cartera de Transportes y Telecomunicaciones, Paola Tapia.
E.E. Vergara Valparaíso, Chile
Miércoles 15 de marzo de 2017
FOTO: Radio U de Chile
El día de ayer, se hizo oficial la renuncia del ex ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo, aludiendo a motivos de carácter personal.
En su reemplazo se nombró a Paola Tapia, abogada de la Universidad de Chile, quien lleva más de 13 años trabajando en la cartera del ministerio.
En la ceremonia, en la cual se procedió a llevar a cabo la renuncia, la presidenta Michel Bachelet, agradeció la labor desempeñada por Gómez-Lobo, señalando que la renuncia estaba pactada desde el mes de enero, en el que se acordó su salida del cargo.
Polémica por la salida de Gómez-Lobos y ofensiva de la derecha
Sin embargo, el ex ministro Gómez-Lobo hizo efectiva su renuncia, en un momento bastante complejo, en el cual venía siendo profundamente cuestionado por su labor en el Transantiago, e interpelado por el gremio de taxistas, frente a la política hacia los sistemas Cabify y Uber. Desde la derecha manifestaron su intención de interpelar constitucionalmente al ex ministro, cuestión que ya no iría, tras su renuncia.
“Vamos a retirar dicha interpelación y la mantendremos en suspenso para ver cuáles serán los nuevas antecedentes que presentará la nueva ministra” señaló el diputado por la Unión Demócrata Independiente (UDI) y ex candidato a la presidencia por el partido, Jaime Bellolio.
La hipócrita reacción de las autoridades y parlamentarios
Aunque por una parte no se puede desconocer, los enormes vacíos y precariedad que aún se conserva en los proyectos como el Transantiago -y que al mismo tiempo son una herencia de la nula preocupación de los gobiernos anteriores- hay un oportunismo evidente por parte de la derecha ante dicha situación. Parece extraño pensar en una real preocupación por parte de la derecha en relación al transporte público, para quienes no viven la compleja situación de miles de trabajadores, mujeres y estudiantes que todos los días deben irse en micros y vagones del metro repletos, con una serie de fallas, y con tarifas que están por las nubes.
Ni la derecha ni la Nueva Mayoría darán una solución real al problema del transporte, que básicamente es el enriquecimiento de los empresarios del rubro, en base a la paulatina privatización del transporte público y la desafección con la que los magnates del transporte -en complicidad del gobierno- elevan el precio de los pasajes a tarifas usureras y condiciones tremendamente precarias hacia el pueblo trabajador.