El mandatario argelino, de 82 años, gobierna con puño de hierro desde 1999 y está gravemente enfermo desde 2013. En medio de movilizaciones históricas, el régimen hace malabares para imponer una transición ordenada.
Miércoles 3 de abril de 2019 00:40
Abdelaziz Bouteflika, anunció oficialmente este martes al presidente del Consejo Constitucional su decisión de dimitir, según informó la agencia oficial argelina APS. Tras el anuncio, miles de personas salieron a las plazas y calles a festejar espontáneamente.
La decisión de Bouteflika se conoció poco después de que el jefe del Estado Mayor del Ejército argelino, Ahmed Gaid Salah, urgiera hoy a aplicar de los artículos 7, 8 y 102 de la Carta Magna, que permiten inhabilitar al mandatario, quien tras sufrir un derrame cerebral en 2013 solo puede moverse en silla de ruedas y prácticamente ha desaparecido de la vida pública al punto de ser mencionado como el “presidente fantasma”.
El pasado domingo, Bouteflika regresó a Argelia tras permanecer quince días ingresado en un hospital de Suiza, sin que se sepa cuál es su verdadero estado, y ya el lunes la Presidencia había adelantado que renunciaría antes del 28 de abril, cuando expiraba legalmente su mandato.
El anuncio es producto de la gran crisis política que abrieron las protestas de cientos de miles que cada viernes, desde finales de febrero, se registran en Argelia para exigir su salida del poder. Además, las movilizaciones vienen rechazando las maniobras del régimen para orquestar una salida “constitucional”.
Primero, el círculo íntimo de poder tuvo que ceder en la pretensión de que Bouteflika se presentara a una nueva reelección, lo que hubiera sido su quinto mandato. La medida incluyó aplazar las elecciones y crear un gobierno de transición liderado por el ministro de Interior, Nouredin Bedaui, y el excanciller, Ramtan Lamamara.
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Pero las movilizaciones continuaron creciendo y rechazaron la trampa del régimen. La siguiente semana con el país ya sufriendo el embate de las protestas en su economía, el hasta entonces discreto Gaïd Salah anunció en un discurso ante sus tropas, la aplicación del artículo 102 y que dejaría la transición en manos del presidente del Senado, Abdelkader Bensalah, otro de los afines al llamado "clan de los Buteflika".
La respuesta de la calle fue nuevamente rotunda: este último viernes, cientos de miles de argelinos volvieron a congregarse para decir no al artículo 102 y demandar la caída del propio Gaïd Salah. Éste, como hombre fuerte del país al mando del ejército, parece que intentará mantener esta salida reaccionaria y dijo que el nuevo Ejecutivo estaría encabezado por Nouredin Bedaui, mientras que Salah se mantendría como número dos del régimen.
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Está por verse si la maniobra funciona y logran estabilizar la situación, o si las protestas consiguen desactivar este nuevo intento de imponer una salida “ordenada” para mantener intacto el sistema de poder argelino.