Desde el equipo de La Izquierda Diario Temuco viajamos a Lebu, capital de la provincia de Arauco, con el objetivo de conocer la realidad de los presos políticos mapuche que se encuentran en la cárcel.
Martes 22 de noviembre de 2016
Dignidad y consecuencia de los Presos Políticos Mapuche en una zona marcada por la militarización y el montaje policial
Más de 250 kilómetros separan a Temuco, capital de la Araucanía, de Lebu, capital de la provincia de Arauco. Ciudad que debe su nombre a su río, llamado por los mapuche: Leufu. Unas cinco horas de viaje por un territorio donde la militarización policial y explotación forestal se torna el paisaje permanente y violento que recorre la zona, que contrasta con el bellísimo atardecer de la costa del pacifico y la imponente y milenaria cordillera de Nahuelbuta.
Hace pocos días, el día martes 15, más de 500 personas marchaban a pie y a caballo por el centro de cañete para protestar por los presos políticos mapuche que se encuentran detenidos en la cárcel de Lebu. Una movilización donde la policía actuó nuevamente con vehemencia, dejando a 14 personas detenidas, golpeando a mujeres, - principalmente a las parejas de los mapuche encarcelados- y lanzando bombas lacrimógenas. Incluso apoderados tuvieron que retirar a estudiantes de las escuelas céntricas de la comuna, pues la situación se tornó insostenible.
En este clima, llegamos a Lebu, con la presencia fresca de la represión policial. Junto a la familia y amigos de Emilio Berkhoff, joven activista de la causa mapuche, condenado a cinco años de presidio por los delitos de porte ilegal de armas y municiones, en un juicio repleto de irregularidades y vicios por parte de la justicia. En lo que parece ser la forma por excelencia en que el Estado y las empresas transnacionales, buscan acabar con la lucha del pueblo mapuche: violentando derechos históricos al uso de tierras, apresando a dirigentes territoriales, a autoridades ancestrales y espirituales, llegando en casos extremos, a la muerte.
A las afueras de la cárcel, las familias de los presos estaban a la espera de que se diera por iniciada la hora de visita. Nosotros entramos luego de que todos pasaran, junto a algunas provisiones que traíamos para compartir juntos a los comuneros. Sorprendentemente, gendarmería no nos revisó más de la cuenta, mostramos nuestra identificación e ingresamos con un especial nerviosismo: el módulo de los presos políticos mapuche se encontraba colmado de familiares.
En las mesas, tal como se realiza en las comunidades, de mano en mano, se compartían sopaipillas, pan amasado, pebre y mate para el desayuno. En lo alto una bandera mapuche y al otro costado un lienzo que consignaba la moral y convicción de los presos: “ni la cárcel, ni las balas detendrán nuestra lucha. ¡Fuera las forestales! Lleu-lleu resiste”. El ambiente del lugar nos dejó sorprendidos, abuelos, madres, padres, hermanos/as de los presos y sus alegres hijos, acompañando un momento pequeño pero apreciable de cariño, en un lugar donde las rejas que privan la libertad de los luchadores, no ha podido aún, con la convicción palpitante que surge viva como semilla en el seno del pueblo mapuche. A lo que llaman “caminar con dignidad”.
En el módulo de los comuneros se encontraba Patricia Troncoso “la chepa”, el ex jesuita Luis García-Huidobro, Elisa Jerez, madre de Emilio Berkhoff, entre otras personas. La conversación rondó sobre los hechos de represión que se han desatado los últimos días, y los casos de montajes policiales: carabineros a “cargado” con armas y municiones para acusar de delitos injustamente al mapuche, la brutal y extraña muerte de Macarena Valdés de Tranguil, donde personeros de la empresa RP Global habrían amenazado días antes de su muerte.
Cabe mencionar que en la cárcel de Lebu hay 15 presos políticos mapuche, 12 de ellos imputados por supuesto porte ilegal de armas y municiones. Los presos señalan que esta situación es sucedida a partir de la nueva política de persecución y judicialización de la demanda mapuche, diseñada por el gobierno, la cual inició a principios del presente año, a través de la implementación de la nueva Prefectura de Carabineros Araucanía Control y Orden Publico, con centro en la localidad de Pailahueque, comuna de Ercilla, y que tiene bajo el mando de esta prefecturas – en Arauco- las comunas de Cañete, Contulmo y Tirúa, es decir el territorio que contempla principalmente las movilizaciones de territorio y autonomía del movimiento mapuche.
En conversación con la La Izquierda Diario, tuvimos acceso al relato de los presos políticos mapuche donde nos expusieron sobre la militarización del territorio, el avance de las empresas capitalistas y forestales, los montajes a miembros de lof en resistencia, y la constante discriminación xenofóbica del estado y la policía, al tratar de delincuentes o terroristas a los que hoy día luchan en la zona.
Demanda y problemática mapuche
Actualmente, las comunidades del Sector Alto Antiquina, Lleu- lleu, y sector La Huella, levantan la demanda político territorial contra el estado, enfrentándose con las empresas capitalistas y transnacionales que se han insertado en el territorio. Específicamente con la forestal Bosques Arauco, que hace usurpación de predios que históricamente eran ocupados por los mapuche. Es por esto que las comunidades se encuentran realizando recuperación territorial y cultural en la zona, lo que conlleva no solo la ocupación de los terrenos, sino además la realización de ceremonias, tales como nguillatunes, con el objetivo de revitalizar el ecosistema y la vida mapuche, que ha sido golpeada y explotada por el Estado y las empresas extractivitas.
A las forestales ya instaladas en territorio mapuche, se le suman las empresas salmoneras que buscan insertarse en el territorio, tal es el caso de la empresa Salmones Caleta Bay que ha tramitado cuatro concesiones en Cañete, entre la costa de Pangue y Huentelolén, en zonas que incluyen las desembocaduras del estero Lloncao y del río Paicaví. También frente a la costa de Antiquina, en la zona de desembocadura del estero Machilhue, tres centros de cultivo más de la empresa Caleta Bay pretenden instalarse. Otro centro de cultivo de la misma empresa intenta ubicarse frente a la desembocadura del río Lleu-Lleu.
En el caso de la comuna de Lebu, entre las localidades de Quiapo y Millongüe, otras dos concesiones de salmonicultura han sido solicitadas por la empresa Mainstream S.A. Junto a la playa Millaneco, frente a los acantilados ubicados al norte de la desembocadura del estero Guallaco-El Manzano, pretende ubicarse un centro de cultivo de la empresa Salmones Caleta Bay. Y así, distintos proyectos salmoneros se van sumando, en lo que se considera una ofensiva de las empresas transnacionales en el territorio mapuche, afectando principalmente a la pesca artesanal y a los lafquenches, deteriorando así prácticas culturales y el entorno ecológico de una zona que últimamente solo sabe de intervenciones destructivas. Por otra parte, tal como hemos visto en Chiloé sobre los trastornos sociales que ha generado la industria salmonera, se le suma, las características de los puestos de trabajo ofrecidos por la acuicultura industrial y salmonicultura, que implica una alta precarización laboral, bajos salarios y vulneración de derechos básicos.
A las salmoneras y forestales ya mencionadas, se les añaden los proyectos hidroeléctricos y mineros que se pretenden insertar en la zona. Tal es el caso del sector Elicura, de la comuna de Contulmo, donde se pretende instalar una hidroeléctrica en el valle, que involucraría capitales españoles. A lo que la comunidad ha reaccionado fuertemente oponiéndose al proyecto, haciendo cortes de rutas y protestas. Así mismo las comunidades del lago lleu-lleu, en Arauco, hace años vienen denunciando –primero- las incursiones de la minería manto rojo y luego la intención del empresario Leonardo Farkas, por instalar faenas mineras en el lago, cuyas aguas son consideradas las más limpias del mundo.
Denuncia a la militarización y montajes policiales
Esta serie de proyectos que buscan continuar interviniendo en poblaciones altamente empobrecidas, se acompaña de la llamada militarización del territorio mapuche. Materializado en un gasto estatal enorme. Hecho que ilustra esta situación, es que en las regiones del Biobío, Araucanía y Los Ríos, carabineros tiene 1.389 oficiales en la zona, 50 vehículos blindados y 93 semiblindados, además de drones y aviones sin tripulantes, para cumplir la labor enfocada, principalmente, en proteger intereses de las empresas forestales. la que incluye controles vehiculares, detenciones arbitrarias a comuneros de lof en lucha, procedimientos ilegales como cargar con armamentos y municiones para luego justificar procedimientos y posteriormente encarcelar al mapuche. El modus operandi de la policía en la zona: el montaje.
En la entrevista que pudimos acceder desde La Izquierda Diario, los comuneros se dieron un tiempo para conversar con nosotros y relatarnos la realidad que se vive en la zona. Milton Ortiz lleubul, nos cuenta: “a mí me hicieron un allanamiento simultaneo, junto con siete peñis más que están por la misma causa. Nos hicieron un allanamiento a las cuatro casas, con 140 efectivos de alerta y dos helicópteros. Y el hecho de que entraran a la casa, se supone que hay una investigación antes de entrar a la casa, a efectuar un allanamiento, pero esta gente entro echando pedazo todo, con garabatos, y a mi hijo lo apuntaron en la cabeza con un arma de 9 milímetros”. Añade “yo tengo tres hijos, dos mujeres y un hombre; mi hijo tapaba a sus hermanitas con la sabana para que no vieran que lo estaban apuntando en la cabeza. A mí me golpearon con la bota del zapato, me robaron todo lo que pudieron robarme, me cargaron con armas y me llevaron al cuartel de la PDI, Y el fiscal Yáñez me dijo: se acabó el juego, te voy a poner todo el peso de la ley encima. Después llego el rati pidiéndole al fiscal que le diera la firma por la entrada y registro”, finalizo. Es decir la policía no estaba autorizada para entrar a la casa. Lo que claramente es una acción ilegal y violenta.
Los demás comuneros afirmando este método, denuncian al capital de la Unidad de Inteligencia de Carabineros. Leonardo Osses Sandoval, quien en esta procesado por la Fiscalía militar en el marco de una investigación por el robo de un arma y municiones desde un cuartel policial de Angol. Este hecho lo mantiene con arraigo nacional pero aún activo en sus funciones, lo que alimenta la sospecha de los comuneros. Los comuneros denuncian al capitán Leonardo Osses, y David Gaete y Nicolas Concha, quienes son teniente, Juan Carlos Meza, Coronel, y Amador Cuevas, Sargento.
Juan Carlos Millanao, agrega “Lo sospecho del actuar y los montajes de la policía, es que todo esto comienza cuando las comunidades empiezan a recuperar el territorio. Justo los que estamos demandando los predios usurpados por la forestal, estemos presos acá. Porque en el caso mío y de los demás –yo soy presidente de la comunidad- y lo raro de esto, es que nosotros estamos demandando a bosques Arauco y nos acusan de un atentado”.
También acusan discriminación: “que pasa, obviamente el estado va querer cuidar el patrimonio de los ricos. Aquí hay una cosa muy clara: le pasa algo a un peñi, llaman a los carabineros, no llega nadie, pero le paso algo a la empresa de Arauco, llegan cientos de pacos, causando temor en nuestras comunidades Tenemos mujeres que le han disparado a quema ropa ¿Con que intención lo hacen?” finalizaron.
En torno a la recuperación territorial, nos cuenta Miguel Llanquileo “para la recuperación, hay siembra, tenemos rewe, jugamos palin, se hacen nguillatunes, trawunes, tenemos una casa. Nuestra lucha no es por ambición, es por la vida, es por el agua, por el futuro”. Agregaron: “La lucha contra las forestales, es la lucha el futuro de nuestros hijos y la vida, mientras ellos quieren seguir plantando pobreza…nosotros vamos a luchar hasta el final, por nuestros pichikeche, no queremos que generen más odio, nuestros niños piensan que la policía son enemigos porque nos maltratan”.
Terminamos la conversación, relatándonos sobre las condiciones carcelarias y la lucha que han dado por tener un módulo de comuneros y realizar sus actividades ceremoniales al interior de la cárcel, en lo cual están exigiendo -entre otras demandas- que el cierre de la visita sea hasta las 16:00 hrs.
La moral inquebrantable
La jornada de visita terminó con un discurso emotivo y de lucha para los familiares presentes. El dirigente expuso: “Los comuneros mapuches recluidos en esta cárcel damos el sincero agradecimiento a todos los presentes, familiares y amigos que se hicieron presentes el día martes 15 en cañete para alzar la voz en contra de la injusticia que nos afecta como pueblo mapuche.
Expresar nuestra solidaridad con quienes nuevamente fueron detenidos, golpeados y golpeadas por las fuerzas represivas del estado chileno. Decirles a la vez que nuestra movilización fue necesaria y casi obligatoria para denunciar, no solo por los presos políticos mapuche que están en distintas cárceles, si no por todas las injusticias en las cuales nos vemos afectados como comunidades.” Añadió: “Les pedimos que no bajen los brazos y seguir defendiendo los terrenos que se están recuperando y los que se van a recuperar y pidiendo a nuestro chau dios les de fuerza como también a nosotros para seguir resistiendo este encierro con dignidad y con nuestra moral inquebrantable.”
Para este sábado 26 de noviembre se tiene proyectado una visita masiva de las comunidades de Malleco, quien se dirigirán a la cárcel de Lebu a solidarizar con los presos políticos mapuche, denunciando una vez más la militarización y montajes de la policía y estado chileno, en un territorio como ya mencionábamos, que sufre las consecuencias de una política nefasta de los gobiernos en décadas, apresando y sometiendo a los luchadores de un pueblo que no se descansa de caminar con dignidad y mirar de frente al enemigo.
Los muros gritan en Lebu, logrando traspasar las rejas de las cárceles, rayados encontrados por toda la ciudad exigen fin a los montajes, fin a la militarización. En el rostro de decenas de familias, niños y abuelos, la liberación nacional del pueblo mapuche.
Wallmapu, 2016.