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Red Internacional
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Libertades Democráticas. Repudiable libro enseña "cómo matar un ladrón y no ir preso"

Su autor considera que no se trata de apología del delito porque no llama "a matar gente", sino que brinda consejos para ejercer la "legítima defensa".

Sábado 26 de noviembre de 2016

Según el autor del libro, "Cómo matar a un chorro y no ir en cana", su obra se trata de enseñar a la gente cómo ejercer su derecho a la "legítima defensa" y no ser víctima de "excesos" de la justicia.

Marcelo Soriano, especialista en derecho y seguridad, decidió no caer en eufemismos y ponerle un título bien "llamativo" a su libro, "porque si no lo leía nadie". De esta manera se explicó en el programa de Luis Novaresio por radio La Red. El especialista en manejo de armas además, aseguró que su libro no constituye apología del delito porque no "hace un llamado a matar gente".

Demás está decir que además de especialista en seguridad, el hombre habla con la autoridad que le confiere su experiencia: reconoce haber asesinado a un "delincuente", hecho por el cual fue sobreseído. Soriano, muy consecuentemente, está a favor de la pena de muerte.

La idea central del libro "es dar una serie de consejos procesales y no caer en la trampa del juzgado y la fiscalía y no ser acusado de homicidio simple". Para difundir la obra acudió a la impresión de volantes que pegó por las calles, en los que se indica la dirección de mail para conseguir ejemplares. "Todo lo que necesita saber para ejercer su derecho a la legítima defensa, en un solo libro, incluye la cuestión moral, religiosa y legal", reza el volante que especifica el precio del libro, valuado en $498,00.

La legítima defensa precisamente es legítima cuando está en peligro la vida de una persona, no su propiedad. Pero eso a Soriano no le interesa y por eso decidió sistematizar toda esta serie de "buenos consejos" para aplicar la "legítima defensa" en ocasión de robo.

La era Cambiemos, con los brotes fascistoides que presenciamos recientemente de casos de "justicia por mano propia", evidentemente ha envalentonado a este señor que se sintió tranquilo para publicar una serie de consejos sobre cómo cometer un crimen y burlarse de la justicia. De todos modos, como su caso demuestra, no hacen falta muchos esfuerzos para burlar a esta justicia de clase, que condena a pobres y jóvenes por portación de cara, mientras sobresee a personajes como Soriano o tiene grandes contemplaciones con asesinos como el carnicero de Zárate.