Este sábado 23 la extrema derecha, encabezada por Vox, protagonizó manifestaciones y caravanas de coches en varias ciudades del Estado. También en Zaragoza, avivando el debate volvió en la izquierda: ¿enfrentar a las derechas en las calles o apoyando al gobierno del PSOE?
Carlos Muro @muro_87
Martes 26 de mayo de 2020
Las derechas hicieron una puesta en escena en varias ciudades del Estado. Al grito de “libertad” y “gobierno dimisión” tratan de obtener votos, canalizando el descontento hacia el gobierno que hay entre ciertos sectores. Como contestación, en Zaragoza, la Coordinadora Antifascista, diversos colectivos sociales, políticos y sindicales y decenas de personas nos concentramos en la plaza Aragón junto con Paraninfo para rechazar la hipocresía de la extrema de derecha.
🔴Ahora en #Zaragoza en la acción contra la caravana de la extrema derecha.
‼️No vamos a entregar las calles#ElVirusSoisVoxotros pic.twitter.com/XESnalC4l9
— IzquierdaDiario.es (@iDiarioES) May 23, 2020
Como no podía ser de otra manera las manifestaciones de Vox y compañía contaron con el beneplácito de Delegación de Gobierno. La policía custodió su caravana reaccionaria durante dos horas por pleno centro de Zaragoza, con símbolos y gestos franquistas. Mientras a la izquierda se nos identificaba y hostigaba, incluso una persona fue multada por llevar una bandera antifascista en el interior de una bolsa. La ausencia de Podemos, IU-PCE y ZeC en el acto contra la extrema derecha fue notoria.
¿Enfrentar a la extrema derecha sin movilizarse y apoyando al Gobierno?
Mientras el Gobierno PSOE-UP permitía las manifestaciones de la extrema derecha en varias ciudades, en Madrid prohibía el acto de repulsa de la izquierda. Así el Gobierno ha permitido danzar tranquilamente en calles y barrios mientras a la izquierda se le amordazaba.
Los hipócritas reaccionarios de Vox van a tratar de utilizar cualquier reivindicación para ganar terreno electoral y en las calles. ¿Cómo tenemos que hacerle frente desde la izquierda? En primer lugar, no regalándole las calles. Pero aquí surge el debate. Podemos e IU-PCE tratan de vender la falsa ilusión de que es posible luchar contra la extrema derecha sin enfrentarse a ella y, sobre todo, ¡que es posible hacerlo desde el Gobierno con el PSOE!
El PCE dejó claro públicamente su posición en relación al 23 de mayo, mientras en reuniones de la Coordinadora Antifascista de Zaragoza sus representantes aseguraron que no iban apoyar ninguna concentración y mucho menos iban a criticar al Gobierno… que es “su” Gobierno.
El Partido Comunista de España manifiesta que no ha convocado ninguna movilización para el sábado 23 de mayo, a la vista de las informaciones publicadas por algunos medios de comunicación sobre concentraciones del “Partido Comunista", para evitar posibles confusiones.
— PCE (@elpce) May 22, 2020
Así, mientras la derecha campaba por las calles con el beneplácito del Gobierno, IU-PCE y Podemos (como “buenos” partidos de Estado y socios de gobierno) se desmarcaron de la convocatoria, dejando claro que no la iban a participar.
Obviamente para luchar contra la extrema derecha pueden debatirse diferentes tácticas. Pero es imposible si estas no son independientes de los partidos del régimen y del Gobierno. Especialmente cuando éste último, con su desastrosa gestión de la crisis, le ha dado alas a la extrema derecha. Tanto que incluso Vox se da el lujo de hacer demagogia con los reclamos populares frente a la desidia del Gobierno.
Esta vergonzosa política de Podemos e IU-PCE no tiene nada que envidiarle a la aún más funesta ubicación de las burocracias sindicales de CCOO y UGT, que vienen actuando como un apéndice del Gobierno y el IBEX35.
Hay que exigir a las direcciones de los sindicatos mayoritarios que rompan inmediatamente el pacto social con el gobierno y la patronal, por el cual somos los y las trabajadoras quienes estamos pagando la crisis, y que se sumen a todas las movilizaciones que se convoquen.
Todos los sindicatos, empezando por la izquierda sindical, deberían llamar al frente único obrero y la movilización contra la extrema derecha, pero también contra el salvataje de los capitalistas que está haciendo el gobierno, defendiendo un programa obrero de emergencia para que no seamos una vez más la clase trabajadora y los sectores populares los que paguemos los platos rotos de la crisis.
Frente común de la izquierda y las organizaciones obreras contra las derechas, ¿con qué programa?
Ahora bien, no toda la izquierda está de acuerdo con la política “desmovilizadora” de Unidas Podemos. La mayoría de la izquierda social y política en Zaragoza vio importante estar en primera línea de fuego el pasado sábado, pero no todos con la misma visión. Una parte cree que hay que enfrentar a la extrema derecha con la movilización, pero sin criticar al Gobierno o al régimen político, tan solo planteando reivindicaciones generales. Anticapitalistas o Puyalón de Cuchas comparten esta concepción acrítica. Esta visión nos parece un error porque es precisamente ocultar el problema.
Nuestra visión, que explicamos públicamente, es que como mínimo había que defender el derecho democrático a la manifestación de la izquierda contra la prohibición del Gobierno como hizo en Madrid. Pero al mismo tiempo, plantear un programa que recogiera las principales demandas populares en esta crisis, tanto democráticas como sociales: la denuncia de la Ley Mordaza, los controles policiales y el estado de alarma; la exigencia de test masivos y mascarillas gratuitas organizado y planificado por comités de trabajadores/as y sindicatos que permita saber con exactitud cómo y cuándo realizar test y el protocolo a seguir; el aumento de la inversión sanitaria y poner fin al negocio con la salud privada interviniéndola y nacionalizándola, así como medidas sociales para que la clase obrera no cargue con la crisis, como la prohibición de despidos, el reparto de horas de trabajo sin reducción salarial, una renta de cuarentena igual al SMI, que sean financiados con impuestos al capital y las grandes fortunas.
Cuando el gobierno neoliberal “progre” del PSOE y Unidas Podemos le regala una friolera de euros a las grandes empresas, pero hay cientos de miles que no pueden comer, millones de parados y otros tantos que ni siquiera están cobrando el paro, la defensa de un programa así es fundamental.
Al mismo tiempo, hay que denunciar claramente que la extrema derecha pide “libertad” y plantea reclamos “sociales” de forma totalmente demagógica. Vox representa claramente los intereses de las patronales (ya sean grandes, medianas o pequeñas) y sus privilegios de clase, cuya única preocupación es que abran sus negocios y puedan seguir super explotando a nuestra clase gozando de las leyes neoliberales que les protegen como las reformas laborales y la privatización de los servicios públicos.
Reiteramos, es imposible enfrentar a las derechas sin impulsar el frente único para la lucha de las organizaciones obreras y la izquierda combativa, con un programa anticapitalista e independiente del gobierno y de este régimen.
Frente a una derecha a la ofensiva y un Gobierno que vela por los intereses del IBEX35, hace falta una izquierda valiente, rupturista con este régimen político y con el capitalismo. Una izquierda enraizada en la clase trabajadora y la juventud explotada y oprimida.
Carlos Muro
Nació en la Zaragoza en 1987. Es estudiante de Historia en la UNIZAR. Escribe en Izquierda Diario y milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.