En la mañana del 5 de marzo organizaciones de DD.HH. y políticas se hicieron presentes en el domicilio del genocida para repudiarlo. Wolk se encuentra imputado por apropiación de niños, privación ilegal de la libertad y más de 300 asesinatos. Torturó a mujeres embarazadas que luego fueron desaparecidas. Es responsable del secuestro de los jóvenes de La Noche de los Lápices. Hoy, con arresto domiciliario.
Domingo 6 de marzo de 2016 14:31
Está imputado no sólo por su participación en el centro de tortura y detención, donde detuvo y asesinó a trescientos hombres y mujeres, sino también por su protagonismo en la desaparición forzosa de estudiantes el 16 de septiembre de 1976, los de La Noche de los Lápices, y la tortura a veinticuatro mujeres embarazadas que luego serían desaparecidas.
Juan Miguel Wolk estuvo prófugo de la justicia. Fraguó su muerte presentando un certificado de defunción y lo hizo llegar a la justicia. Hoy con total impunidad, vive y cumple su condena, si se puede llamar así, en su propia casa.
Vive como cualquier hijo de vecino en un barrio marplatense. En un dúplex, en una zona de confort para los habitantes de la ciudad (Benedetto Crocce 3045, a una cuadra y media del Bosque Peralta Ramos).
Durante la jornada, Leda Barreiro, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo filial Mar del Plata, manifestó con sus emotivas palabras:
“Mi nieto nació en el Pozo de Banfield. Así que tengo un vecino que sabe dónde está mi nieto”.
"Este hombre sabe dónde están los nietos que nacieron en el Pozo de Banfield y los restos de sus padres", insistió Leda, que definió a los nietos como "desaparecidos con vida".
Rodeando la casa se encontraban efectivos policiales y un refuerzo de gendarmería debido a la ocasión. Se repartió volantes alertando a los vecinos. Se informó que muchos vecinos desconocían que en esa vivienda vivía este represor. Algunos se sumaron al repudio.
Cabe destacar que el nuevo gobierno trajo consigo condiciones propicias para que estos genocidas no estén en el lugar que merecen. Muchos jueces se dan el tupé de otorgar la libertad condicional en casos de lesa humanidad.
Lo que nos recuerda además, y hace ferviente la impotencia por la bienvenida a Obama un 24 de marzo, cuyo país fue co-partícipe del terrorismo de Estado que vivimos en Argentina.
La herida no cierra. No olvidamos, no perdonamos, no reconciliamos.
Este 24 de marzo, vamos a hacerle frente al imperialismo. ¡Todos a las calles!