Recientemente medios locales informaron sobre el rescate de tres mujeres en situación de trata en la ciudad tabacalera de Perico.
Andrea Gutiérrez Concejala (MC) del PTS-FIT en San Salvador de Jujuy
Keila Zequeiros Estudiante de Comunicación UNJu, Concejala PTS-FITU
Domingo 30 de diciembre de 2018 18:30
Los medios locales informaron hace pocos días que detuvieron a dos hombres que formaban parte de una red nacional de trata de personas, subproducto de estas detenciones y tras tres meses de investigación se logró rescatar a tres mujeres en situación de explotación sexual en la ciudad tabacalera de Perico.
Es sabido que las redes de trata para funcionar cuentan con la ayuda, complicidad o impulso de las fuerzas de seguridad, funcionarios políticos, jueces; todos parte del Estado capitalista. Por lo que aunque celebramos cada vez que una mujer puede escapar, no depositamos ninguna confianza en que de las manos de estas instituciones y sus funcionarios se termine con esta forma de violencia por la que más de seiscientas mujeres y niñas se mantienen desaparecidas.
Además de esta complicidad por parte de les representantes del Estado, tampoco es casual la zona en la que estas actividades se desarrollan, en este caso la principal ciudad tabacalera de la provincia: Perico. Allí, como en muchas otras en zonas mineras, de ingenios o puertos sucede que mientras unos pocos empresaries se llevan millones, muchísimos otras/os se llevan las peores parte de la explotación y opresión; allí los burdeles son parte del negocio, y es una vez más dónde vemos la profunda alianza entre el patriarcado y el capitalismo. Los cuerpos de las mujeres son cosificados y comercializados para “satisfacer” el cuerpo cosificado y explotado de obreros (y hasta de les patrones). Pero estas redes además son un negocio redituable, millonario para quienes participan, por ejemplo, de acuerdo a un informe de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) solo en 12 causas judiciales, que representan una cantidad ínfima, la Justicia detectó que las redes de trata en Argentina obtuvieron ganancias por más de 130 millones de pesos por la explotación sexual de mujeres.
Por eso ante esta noticia, que surge en el marco de un año dónde las mujeres impulsamos la marea verde, que dio una enorme pelea por conquistar derechos y visibilizar las formas de violencia que se ejercen sobre las vidas y los cuerpos de las mujeres, consideramos que no podemos festejar el accionar de la policía, ni esperar que sea el Estado que de la mano del FMI prepara golpes aun más duros contra los y las trabajadoras, las mujeres y la juventud, sino que debemos redoblar la apuesta y que de esta marea surja la determinación por terminar con la impunidad y por el desmantelamiento de todas las redes de trata.
Las mujeres debemos proponernos organizar nuestras fuerzas en cada lugar de estudio y de trabajo, exigir a nuestros centros de estudiantes y sindicatos que tomen en sus manos esta pelea, y llevarla hasta el final, con el objetivo de terminar con la miseria que nos ofrecen. Con toda esa fuerza desplegada, y junto a nuestros compañeros, vamos a poder terminar con toda la explotación y opresión del sistema capitalista y patriarcal que hace de nuestras vidas un negocio.