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Red Internacional
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GRAVE SITUACIÓN EN LAS RESIDENCIAS. Residencias privadas: “no sabemos ni de que se ha muerto nuestra madre”

Familiares de la residencia de mayores Bertran Oriola de La Barceloneta, gestionada por la empresa Eulen denuncian la falta de atención e información que se está viviendo en el centro, con más de 22 ancianos muertos en pocos días.

Miércoles 22 de abril de 2020

Familiares de una Residencia La Barceloneta denuncian el estado de sus familiares

Familiares de la residencia de mayores Bertran Oriola de La Barceloneta denuncian la situación crítica que se está viviendo en el centro, con más de 22 ancianos muertos.

En diferentes vídeos, los familiares denuncian las condiciones precarias de higiene a las que están sometidos los residentes y la falta de personal sanitario a causa de la crisis de la Covid-19, así como también la constante carencia de información sobre el estado de salud de los familiares internos.

Resulta estremecedor el testimonio de una familiar que acaba de perder a su madre víctima del coronavirus, denunciando precisamente la ausencia de ningún contacto con los responsables de la residencia hasta el día que se le comunica la defunción. Además de toda una serie de denuncias sobre la falta de condiciones higiénicas a las cuales están supeditados los residentes desde el inicio de la pandemia en el Estado español.

Sin embargo, hace falta destacar que la empresa que gestiona la residencia Bertan Oriola, Eulen, lleva años siente objeto de críticas de usuarios y trabajadoras por las nefastas condiciones de trabajo de esta empresa de colocación. Es el caso, por ejemplo, de las trabajadoras de limpieza o las trabajadoras de asistencia domiciliaria e internas. Con salarios que no llegan ni al SMI, además de condiciones higiénicas nulas o un exceso de sobrecarga de trabajo, poniendo en peligro la salud de estas.

La plataforma de Afectados por BBServeis, conocida por haber destapado la actividad lucrativa fraudulenta de la misma empresa de asistencia a la gente mayor, se hacía eco también de la noticia y publicaba en las redes sociales la situación que se está viviendo a la residencia de La Barceloneta.

No obstante, la situación en la que se encuentra esta residencia es el ejemplo de lo que está sucediendo en una gran parte de las residencias privadas ante la crisis sanitaria. Empresas que llevan años lucrándose a costa de un servicio básico como es el cuidado de las personas mayores y la precariedad de las y los trabajadores que ejercen sus tareas con mucho esfuerzo y con condiciones deplorables.

Y es que como decía Laia Forner en un reciente artículo en Esquerra Diari "en estos días vemos como la emergencia del coronavirus está multiplicando por mil una situación de precariedad laboral que sufre el sector de los residencias geriátricas.

Mucho antes de la pandemia las jornadas eran interminables con horarios de más de doce horas, plantillas reducidas al mínimo en los momentos de mayor carga de trabajo como son las higienes, y con tareas que no corresponden a los auxiliares como la atención más cognitiva hacia los residentes o el servicio de lavandería. Mientras, los empresarios se llevan sus bonos que pagan las familias por necesidades básicas y el derecho a la atención de los más grandes".