El jefe de la cartera de educación decide que las vacaciones deben ser adelantadas por casi tres meses ante la crisis sanitaria que estamos viviendo por la pandemia del COVID-19.
Viernes 10 de abril de 2020
Las medidas tomadas desde el ministerio de educación no han caído bien a la comunidad escolar. Primero fue el retraso en suspender las clases, la distribución de alimentos de junaeb, la discriminación en el acceso a las clases online, y ahora, el adelanto de vacaciones y el llamado a retomar las clases el 27 de abril en pleno peak de la pandemia.
El Colegio de Profesores habilitó una plataforma para encuestar a apoderados, estudiantes, profesores y ciudadanos, para conocer la opinión respecto al adelanto de las vacaciones de invierno. Un 94% de los encuestados rechazaron rotundamente la decisión del Ministerio de Educación, encabezado por el ministro Raúl Figueroa.
Vacaciones sin encierro
“ No son vacaciones, es cuarentena ” es lo que resuena en las redes sociales, dado el rechazo de la ciudadanía, entendiendo que los estudiantes llevan realizando una cuarentena obligada, sometiéndose a un estrés por las clases online y por lo que conlleva dejar de realizar sus actividades diarias. Lo que se espera es que los estudiantes puedan vivir sus vacaciones lejos del encierro, por lo que se persiste en que estas se mantengan para el mes de julio, según lo amerite la situación.
La intransigencia y la tozudez son las que han caracterizado a los ministros neoliberales del gobierno de Piñera, Figueroa no es la excepción, es difícil que un abogado considere la opinión de los entendidos en educación, más aún cuando es un defensor de la educación de mercado.
El adelantar las vacaciones significa para el Estado, ahorrarse un gasto en la alimentación entregada a los estudiantes más vulnerables. Dejando entre ver que los hijos del obrero son solo un número para el Estado y no les importa las necesidades básicas que estos tienen como es la alimentación.
Además, de querer adelantar las vacaciones este ministro pretende que las clases se reanuden el 27 de abril. Esto deja de manifestó que la salud de los estudiantes tampoco es prioridad, exponiéndolos a un inminente contagio, sin considerar los riesgos que esto conlleva.
Las necesidades son urgentes, inversión en salud para insumo, tecnología e infraestructura, paralización de todos los trabajos no esenciales, pago integral de los sueldos, no más despidos, congelamiento de precios, 20% impuestos a las grandes fortunas. Esta crisis no la deben pagar las familias trabajadoras.
El gobierno se ha encargado de blindar y cuidar el bolsillo de los empresarios, cuando son estos quienes deben dar oportunidades y garantías para que los trabajadores logren pasar la cuarentena junto a sus hijos y puedan otorgar la contención necesaria para afrontar esta pandemia y sus consecuencias como son las clases online en el ámbito educativo.