Se definió que cada profesional de la salud podrá decidir, a criterio personal, las características de la objeción de conciencia. Este es un retroceso fundamental para las mujeres que hoy en Chile comienzan a decidir sobres sus cuerpos.

Zikuta Santiago de Chile
Viernes 6 de octubre de 2017

Este jueves, el Gobierno de Bachelet, a través de la doctora Paz Robledo, quien es responsable de la redacción del proyecto de la ley promulgada en torno al aborto en 3 causales, se explicitó la idea de que cada profesional tendrá la posibilidad de decidir o no realizar un aborto a las mujeres que recurran a este procedimiento médico.
La objeción de conciencia incluiría la posibilidad de que los profesionales puedan decidir en qué circunstancias podrán negarse a practicar un aborto, es decir, podrán negarse en una, dos o en todas las causales.
“Se puede declarar objetor dependiendo de la causal, no hay una objeción única. Pero además es evolutivo, ya que una persona a partir de su experiencia clínica puede llegar al convencimiento de que no traiciona sus principios. Por lo tanto, cualquier persona que se declare objetor puede cambiar de opinión”, aseguró Paz Robledo, asesora del Ministerio de Salud en aborto.
Este es un retroceso para la vida de las mujeres, puesto que esta situación dará pie a que los doctores puedan ejercer una objeción de conciencia acomodaticia, según la institución donde trabajen. Si hasta el mismo Omar Nazzal, presidente de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecóloga, advirtió que la ley puede transformarse en letra muerta. La objeción de conciencia viene a fortalecer a las instituciones que reproducen una visión moral y conservadora en torno a a problemática del aborto.
Si bien, sabemos que el desarrollo del aborto en 3 causales es un avance para las mujeres, este es un avance mínimo democrático, pero a la vez completamente insuficiente ante la realidad de miles de mujeres que hoy en Chile deciden abortar.
Ante esta situación, la candidata a diputada por el Distrito 3 de Antofagasta, Galia Aguilera, manifestó que "lamentablemente el gobierno dejó una importante puerta abierta en el proyecto de tres causales, considerando que este responde a tan solo el 3% de los abortos en Chile. Esto generará que ni siquiera en estas tres causales el aborto sea garantizado realmente como un derecho para las mujeres. Lo que necesitamos es que sea reconocido como lo que es, un derecho, y que sea legal, libre, gratuito y garantizado como política de salud pública del Estado", indica la profesora.