A última hora del 4 de marzo, estallaron episodios de revuelta en el barrio lionés de la Duchère tras la hospitalización de un niño de 13 años que se encuentra en coma inducido. Aunque las autoridades dicen que la policía no está implicada, los testigos afirman que el joven fue derribado de un scooter por un coche de policía secreta y posteriormente abandonado a su suerte.
Jueves 11 de marzo de 2021 07:27
“Los agentes de policía no estaban en el lugar cuando se produjo el incidente". Esta es, en todo caso, la versión de Thierry Suquet, Prefecto Delegado de Defensa y Seguridad, que calificó de "accidente" la tragedia ocurrida en el barrio lionés de la Duchère la tarde del 4 de marzo. Un chico de 13 años, que montaba un scooter, se encuentra entre la vida y la muerte, sumido en un coma artificial.
Esta versión oficial y rotunda, sólo unas horas después de los hechos y ampliamente difundida por los principales medios de comunicación es, sin embargo, muy discutida. Según los testigos presentes en el lugar de la tragedia, el joven, que circulaba sin casco, fue atropellado por un coche de policía secreta antes de ser abandonado a su suerte. Esto es lo que dijo Hamza Cherifi, el hermano mayor de la víctima, en una entrevista para BFM TV. "Una persona afirma categóricamente que el coche de policía se acercó por detrás de mi hermano pequeño, asustándolo con zigzags. Golpearon la parte trasera del scooter de mi hermano pequeño, éste se cayó y se golpeó la cabeza contra un poste", explicó en antena. En declaraciones retransmitidas por Le Progrès, Hamza Cherifi precisa que "un coche de la policía secreta atropelló a mi hermano pequeño. Él no se movía y ellos se dieron a la fuga. Nadie lo grabó. Sólo había madres, personas mayores. He recogido algunos testimonios y conseguí un abogado. ¿Por qué cuando la policía hace algo tratan de encubrirlo? Está en coma inducido, sólo podemos esperar. Se golpeó la cabeza contra la acera y un poste".
El barrio se rebela, la represión golpea...
Fue al final del día, poco antes de las 18 horas, cuando estalló una revuelta en el barrio, cerca del instituto de La Martinière. Rápidamente, la policía utilizó gases lacrimógenos y los enfrentamientos continuaron hasta alrededor de las 19:00 horas. Según las últimas cifras, 12 personas fueron detenidas.
Desde anoche, la extrema derecha está enloquecida en las redes sociales. Una ola reaccionaria a la que se suman políticos, como Laurent Wauquiez, que aprovechó en Twitter para abordar al alcalde de Lyon, Grégory Doucet (EELV).
En BFM TV, Doucet anunció medidas represivas, explicando que planeaba "una mayor presencia de la policía nacional y municipal".
En los medios de comunicación y en boca de los políticos la perspectiva represiva se presenta de forma unánime, basándose en la versión oficial, que ahora es ampliamente contestada. Una maniobra destinada a militarizar los barrios obreros, y a invisibilizar toda forma de violencia policial que se produce desde hace décadas en estos barrios, y que se ha acentuado aún más desde el inicio de la crisis sanitaria. Frente a esta ola reaccionaria, es imprescindible exigir que se esclarezca totalmente este asunto, y pedir que se detenga el auge de la seguridad que recorre los barrios y que, como podemos comprobar, pone cada día en peligro la vida de sus habitantes.
TRADUCCIÓN: Natalia Pons
* Publicada originalmente en Rèvolution Permanente