Esta mañana, Ricardo Anaya dio a conocer, mediante su cuenta de Twitter, que recibió un citatorio de la FGR para comparecer ante un juez en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México el próximo jueves, y que los delitos que se le imputan suman 30 años de prisión.
Lunes 23 de agosto de 2021
Según el ex candidato presidencial panista, AMLO quiere encarcelarlo para que pierda sus derechos políticos y que no pueda ser candidato en 2024. Por ese motivo, Anaya estaría preparando su salida del país: “En tiempos de autócratas como López Obrador, el exilio es la única alternativa para seguir luchando”.
En respuesta, en la mañanera de hoy el presidente negó que esté detrás de la persecución legal contra Ricardo Anaya, y que la misma corresponde a acusaciones hechas desde hace algunos años contra el panista por parte de compañeros de su propio partido, a las que se sumaron las declaraciones del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, que lo señalan por recibir 6 mil 800 millones de pesos como soborno para la aprobación de la reforma energética en 2014, como parte de la trama de corrupción vinculada a la empresa brasileña Odebrecht.
Los delitos que se le imputan al panista son los de lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa.
El sábado pasado, Anaya Cortés subió un video en el que acusa López Obrador de querer meterlo a la cárcel. “Me quiere fregar a la mala”, dijo, y anunciaba que estaría fuera del país por una temporada breve.
AMLO respondió que, si Anaya es inocente, que no huya ni se ampare. Y continuando con el tema en la mañanera de hoy, agregó que “el que nada debe nada teme” y que incluso no afecta ir a la cárcel cuando se es inocente, pues en ese caso un dirigente sale fortalecido.
Por su parte, los dirigentes nacionales del PRI, el PAN y el PRD acudirán hoy a la Organización de Estados Americanos, en Washington D.C., para denunciar la injerencia de grupos criminales en el pasado proceso electoral, y también a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en donde además quieren alertar sobre la “persecución política” contra la oposición.
La corrupción es inherente al capitalismo
El caso Lozoya, que ha vinculado a diversos políticos priistas y panistas con redes de corrupción en beneficio de grandes empresarios, como Marcelo Odebrecht y otros, y que ahora repercute contra Ricardo Anaya, es sólo una muestra de las práctica habituales de la “clase política” al servicio de los capitalistas.
En un sistema en el que los empresarios, que viven de explotar a los trabajadores, se enfrentan descarnadamente entre sí por prevalecer unos sobre otros para aumentar sus ganancias, la corrupción de sus representantes políticos es la regla, no la excepción. Por eso, más allá del desenlace del caso Anaya, la pretensión de AMLO de acabar con la corrupción, mientras que preserva y defiende las bases del capitalismo semicolonial mexicano, es cuando menos utópica.
