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Red Internacional
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Derecha anti-ciencia. ¡Ridículo! Big Bird se vacuna y la derecha estadounidense se enfurece

La derecha estadounidense se enfureció luego de que el popular personaje anunciara que se vacunó contra la COVID-19. Declararon que era una medida de "propaganda".

Óscar Fernández

Óscar Fernández @OscarFdz94

Viernes 12 de noviembre de 2021

Big Bird (conocido como Paco Pico en España), el pájaro amarillo de Plaza Sésamo y pariente del loro Abelardo Montoya de hispanoamérica, el pájaro Garibaldo de Brasil y la Gallina Caponata de España, tuiteó desde su cuenta que esta semana se había vacunado contra la COVID-19, en un intento por promover la inmunización contra la pandemia entre los niños.

"¡Me tocó la vacuna contra la COVID-19 hoy! Mi ala se siente un poco adolorida, pero le va a dar a mi cuerpo el impulso protector que me mantiene a mí y a otros saludables. La señorita Erica Hill incluso dijo que me han estado dando vacunas desde que era un pajarito. ¡No tenía idea!", tuiteó el pasado 6 de noviembre.

En entrevista con CNN, Big Bird apareció entrevistado por el corresponsal médico de la agencia, el Dr. Sanjay Gupta, la periodista Erica Hill y acompañado de su abuela Granny Bird y su amiga Rosita, quienes le dieron ánimos para recibir la vacuna. El personaje, de presuntamente 6 años de edad, declaró que se sentía nervioso por la vacuna y que le daban miedo las agujas de las jeringas, pero le respondieron tanto la periodista Hill como el Dr. Gupta que incluso en los adultos y los médicos hay quienes le tienen miedo todavía a las agujas a pesar de ser personas grandes.

Entre la población estadounidense, el avance de la inmunización ya comienza a ser administrada en la población infantil, quienes, por supuesto, en esas edades varios tienen miedo de ser inyectados por el dolor que provoca la jeringa al introducirse en el cuerpo, razón por la cual los personajes de Plaza Sésamo están colaborando para concientizar a los pequeños de la importancia de vacunarse.

En 1972, Big Bird recibió su vacuna contra el sarampión, como lo divulgó el Twitter la cuenta Muppet Wiki, para demostrar que efectivamente no es la primera vez que se le administra una vacuna al plumífero. Por su parte, el presidente Joe Biden declaró en la cuenta oficial del presidente de EE.UU.: "¡Felicidades, Big Bird! Vacunarte es la mejor manera de mantener a tu vecindario a salvo".

Los republicanos hacen berrinche

La derecha republicana estadounidense, en cambio, se enfureció con estas declaraciones. El senador republicano Ted Cruz, de Tejas y uno de los hombres cercanos al expresidente Donald Trump, respondió en su cuenta con un tweet diciendo "propaganda del gobierno... Para tu hijo de 5 años" y con otro diciendo "Big Bird viniendo a vacunar a tus hijos", seguido de un gif de una persona disfrazada del plumífero personaje derribando forzosamente una puerta.

De igual forma tuiteó la comentarista de Fox News, Lisa Boothe, diciendo "lavándole el cerebro a los niños que no están en riesgo por la COVID-19. Retorcido". También intervino el exconsejero de Trump, Steve Cortés, diciendo que "este tipo de propaganda es de hecho malvada. Tus hijos no están en riesgo estadísticamente y no deberían ser presionados en tener un nuevo tratamiento. ¡No obedezcan!". Todos mintieron diciendo que los infantes no estaban amenazados por la pandemia, lo cual es patentemente falso: los CDC de Estados Unidos publicaron que el pasado mes de octubre 66 niños habían fallecido como consecuencia de la COVID-19.

Además de lo ridículo y patético que es que varios adultos se enfurezcan porque una marioneta de pájaro antropomórfico reciba una vacuna, sería gracioso de no ser porque detrás de eso está el peligroso mensaje contra la ciencia que estos personajes pregonan.

De por sí la derecha estadounidense es anti-científica, promoviendo políticas que atentan contra el conocimiento respaldado por décadas e incluso síglos de investigación, como lo es el implementar planes de educación donde se enseña el creacionismo (la "teoría" de que el mundo tiene 6 mil años de antigüedad y que la evolución no es un hecho de la realidad) o la abstinencia (con el agregado de que se inculca la falsedad de que los métodos anticonceptivos supuestamente no funcionan, ni tampoco se enseña una educación sexual integral), ahora se suman las declaraciones de que las vacunas contra la COVID-19 son un plan malévolo gubernamental.

El año pasado, sectores conservadores y base social del trumpismo marcharon con armas en la mano exigiendo su derecho a no usar cubrebocas y contra las medidas sanitarias, alegando que la pandemia era una falsedad, lo cual solamente pone en riesgo a la humanidad de enfrentarse a más variantes del virus SARS-CoV-2 cuyas consecuencias son impredecibles.


Óscar Fernández

Politólogo - Universidad Iberoamericana

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