Se conmemora el 59 aniversario luctuoso del ídolo, actor, cantante, carpintero, filántropo, piloto aviador, motociclista, enamorado, Pedro Infante Cruz que falleció prematuramente en un accidente aéreo en la ciudad de Mérida, Yucatán a los 40 años de edad, dejando un legado que lo convertirá en leyenda e ícono en México.
Viernes 15 de abril de 2016
Era la mañana del lunes de Semana Santa de 1957, cuando el avión se precipitó a tierra poco después de su despegue, muriendo dos personas que acompañaban a Pedro Infante en el avión y dos personas más en tierra.
El ayuntamiento de Mérida, ha preparado este año una celebración en el lugar del accidente, para recordad al ídolo de Guamúchil.
Aún los cronistas no se ponen de acuerdo si Pedro Infante es el epítome de la mexicanidad o fue un modelador de la idiosincrasia del mexicano; lo que es cierto es que el ídolo vive en la conciencia popular, ningún mexicano puede negar haber visto un pedazo de sus películas, o escuchado una canción de él; en la televisión sus películas son las más repetidas, todo mexicano que va a un cumpleaños ha escuchado la frase “en la fresca y perfumada mañana de tu santo”, la versión de Las Mañanitas que fue grabada en 1950 y es uno de los fonogramas más vendidos.
La muerte del actor conmocionó a todo México, fue una hazaña identificar los cuerpos dentro de los fierros retorcidos del bombardero de la Segunda Guerra Mundial, pero una placa de metal, recuerdo de otro accidente aéreo, fue la manera para dar con sus restos.
Pedro era un amante de pilotear. En 1947 compró su primera avioneta que tenía 2, 989 horas de vuelo. Con una licencia expedida en 1954, se le conocía en el ambiente de la aviación como “capitán Cruz”.
El 16 abril de 1957, cuando llegó el féretro a la Ciudad de México con los restos del ídolo, una valla de entre 150 y 200 mil dolientes lo esperaba desde el aeropuerto hasta el Teatro Jorge Negrete donde fue velado, se crearon verdaderos tumultos en el Panteón Jardín, hasta donde lo acompañó una caravana de 2 mil automóviles cargados con sendas ofrendas florales.
El pueblo, los de abajo, habían perdido a su ídolo, con el que se identificaba. Carlos Monsiváis, lo recuerda, “era y sigue siendo, a todo dar, francote, sencillote, siempre dispuesto al saludo, querendón, sonriente enamorado”, como se gusta ver el mexicano.
Cada año, decenas de admiradores se congregan en el Panteón Jardín de San Ángel, donde se da lugar a una verdadera fiesta a la que asisten los nietos e hijos de Pedro Infante, acompañados por mariachis, junto al cariño y admiración de sus admiradores.
Homenajes
En su natal Mazatlán, existe una placa conmemorativa en la casa de la calle Constitución número 88, donde se recuerda el nacimiento del ídolo. A unas cuadras sobre la misma calle se encuentra también el museo El rincón de Pedro Infante.
En el lugar del accidente en Mérida se encuentra una placa conmemorativa del suceso, además que hay una estatua ecuestre de Pedro Infante. En la delegación Cuajimalpa existe un busto del actor, además en el año 2000 se inauguró el Foro Pedro Infante y recientemente el Centro Cultural Pedro Infante, donde se puede ver un auto deportivo y una motocicleta muy del gusto de Infante, esto porque en vida tuvo una casa en la mencionada delegación, fue querido por los habitantes, no solo por ser el ídolo, sino porque convivieron de cerca con él, además porque cada 6 de enero regalaba juguetes en su casa, la cual fue derribada en 1996 tras una serie de juicios sobre la herencia.