En el marco de la pandemia mundial, en Rio Gallegos se vive una situación dramática para quienes viven en situación de calle. La Izquierda Diario dialogó con una persona que hace 3 años vive esta situación.
Jueves 30 de abril de 2020 10:37
Foto: lu14.com.ar
Mientras hay una fuerte campaña de las autoridades provinciales en la ciudad capital de permanecer en los hogares durante la cuarentena obligatoria, hay personas que están sufriendo la falta de un techo donde dormir y un empleo para vivir. Mientras transcurre la pandemia, existe otro flagelo evitable que es el hambre que cada vez más personas están sufriendo en Río Gallegos.
Son poco conocidos los casos de quienes se encuentran en situación de calle o padecen la indigencia, que se acrecentó durante los últimos años de manera alarmante. Más en la difícil situación de no tener un hogar propio o el mismo hacinamiento de los sectores más vulnerables.
Hay que tener en cuenta los datos arrojados por la Encuesta Permanente de Hogares (perteneciente al Instituto Nacional de Encuestas y Censos), la pobreza en Río Gallegos, alcanzó el 25,7% durante el segundo semestre del 2019, que en números concretos son más de 7400 habitantes de la ciudad, de los cuales mas de 3300 son actualmente indigentes.
Según los datos oficiales en la capital de Santa Cruz la pobreza alcanzó a 7492 hogares, que alcanzan a 30.982 personas. En este espectro, hay 829 hogares indigentes que representan a 3353 personas. Hay que agregar que son alrededor de 830 hogares que no cubre la canasta básica alimenticia y el año pasado la inflación había superado el 54 por ciento. Según los datos registrados por ADOSAC (Asociación Docentes de Santa Cruz) calculan que la canasta básica a finales del 2019 era de 62 mil pesos.
Es por eso que La Izquierda Diario dialogó con un hombre que tiene 44 años, es enfermo crónico, nacido y criado en Río Gallegos, tiene 3 hijos que viven con sus madres y hace cuatro años vive en la calle desde que perdió su trabajo en Servicio Públicos. En estos tiempos de Cuarentena Obligatoria su situación se agrava ya que no puede trabajar de changas, “los controles policiales se evaden con mentiras. Cuando está cansado, muchas veces se duerme dónde cae la noche. La comida se consigue pidiendo en fruterías restoranes (aunque la mayoría están cerrados mientras dure la cuarentena) y muchas veces los decomisos del basural. También nos cuenta que se llena de gente en el basural, en donde “pedís permiso o entras por otro lado.
¿Cómo es vivir en la calle?
Estar en la calle es desesperante. Tenés que aguantar mucha gente de mierda, hay gente buena igual. A cualquier hora lloras por frío o hambre. Querés matarte muchas veces –agrega- el día a día lo tengo que hacer pensando en mis hijos y que no sepan que estoy mal. Bañarme afeitarme y ver a mis hijos riendo, para ellos no sepan que papá por dentro se va muriendo. Y quiero demostrarme que voy a salir adelante aunque mí cuerpo no diga lo mismo. Secarse las lágrimas porque perro que no sale no consigue su hueso.”
¿Que tipo de enfermedades tenés?
Primero me diagnosticaron enfisema pulmonar después cáncer y ahora cirrosis. No tengo ningún remedio.
¿Que tipo de comida se encuentra en el basural?
La comida que la tiran envuelta, de los camiones es buena. La de los trabajadores petroleros también es buena. Cuando estaba bien laboralmente e iba a tirar basura de la empresa veía la cantidad de mercadería en buen estado que tiraban. Una vuelta hice unos fideos en un tarro de pintura que quemé y limpié para cocinar, estuve mal una semana y 12 días sin comer –Remarcó-.
¿Como te trata la policía y los vecinos?
Los vecinos muy bien, los policías muy mal. Con la cana por tema del DNI o el horario en el que camino en la noche.
Ante la poca o nula ayuda del Estado provincial y las autoridades, con los sectores más vulnerables de Río Gallegos, hay organizaciones vecinales, populares o simplemente de manera individual que se solidarizan con los que están en la indigencia.
