Cuatro enfermeras autoconvocadas del Hospital Regional de Río Gallegos, fueron sumariadas por las autoridades del nosocomio. Es un ataque a la lucha que están llevando adelante los trabajadores y trabajadoras de la salud pública en Santa Cruz.
Ernesto Zippo Trabajador de Correo Argentino | MAC Rio Gallegos - Sta Cruz
Martes 30 de marzo de 2021 22:51
A punto de cumplirse un mes, desde que comenzaron a visibilizar sus reclamos quienes están en la primera línea enfrentando la pandemia, comenzaron a sufrir las primeras represalias del gobierno provincial de Alicia Kirchner. Primero fueron estigmatizados de vándalos y violentos por sus denuncias de maltrato laboral. Los medios afines al oficialismo, como La Opinión Austral acusaron falsamente, de entorpecer el plan de vacunación, pero rápidamente fue desmentido.
El gobierno provincial está utilizando todos los recursos posibles para aislar la lucha de las enfermeras y enfermeros autoconvocados, incluyendo las primeras sanciones a dos camilleros y ahora se suman los cuatro sumarios a las enfermeras que se movilizaron o denunciaron los diferentes atropellos que sufre cotidianamente.
La semana pasada, se retiraron del Ministerio de Salud y Ambiente, luego de esperar allí durante tres semanas alguna respuesta del ministro de salud Claudio García. Pero nunca los atendió.
Actualmente están exigiendo la renuncia de las autoridades del Hospital Regional de Río Gallegos, por ser responsables de los padecimientos que a los largo de la pandemia debieron soportar. Los puntos más destacados que denuncian es la precarización laboral, las guardias trabajadas que les adeudan e impedir la modificación del convenio colectivo de trabajo.
Desde La Izquierda Diario pudimos entrevistar a dos de las enfermeras sumariadas, Laura Tobar y Claudia Ruiz. Ellas relataron sobre la desagradable noticia que recibieron durante la mañana del martes 30 de marzo.
Tomando los diferentes testimonios que a lo largo de estas cuatro semanas de movilizaciones, en la que acompañamos la lucha de las enfermeras y enfermeros autoconvocados, resulta indignante.
Sobre todo, sabiendo que el gobierno provincial de Alicia Kirchner encubrió a los funcionarios de su espacio político que estuvieron implicados con las vacunas vip. Utilizaron los privilegios porque son integrantes de la casta política para vacunarse a principios de enero pasado, cuando aún habían sido beneficiados de las primeras dosis, la totalidad del personal de la salud pública. Más bien, desde el oficialismo hubo un silencio absoluto.
Es necesario rodear de solidaridad a las trabajadoras y trabajadores de la salud pública de Santa Cruz. Mucho más, cuando comienza a llegar la segunda ola y están denunciando que siguen siendo insuficiente los recursos que provee el gobierno provincial.
La CTA Autónoma se pronunció en repudio a los nuevos ataques que sufrieron las enfermeras autoconvocadas.
Hasta ahora no hubo ningún respaldo de los gremios de la salud como ATE, ATSA, UPCN y APROSA. Prácticamente no los acompaña, ni participan de las asambleas que los diferentes sectores del Hospital Regional de Río Gallegos realizan cada semana.
Los gremios como ADOSAC, ADIUNPA, JUDICIALES, el SOEM (municipales) los diferentes centros de estudiantes, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, organizaciones sociales y culturales deben acompañar activamente, para impedir que sigan atacando a los trabajadores de la salud pública y puedan conseguir todos sus justos reclamos.