Las y los trabajadores de Yacimientos Carboníferos Río Turbio, cumplieron un mes de medida de fuerza. La intervención de Aníbal Fernández y su coordinador general Lucas Gancerain, no respetan el convenio colectivo de trabajo, no invierten en la mina y dijeron que no habrá aumento salarial para el personal de YCRT. Eso profundizó el conflicto aún más.
Miércoles 25 de agosto de 2021 22:55
Las dos primeras imágenes pertenecen a FM Tiempo, de Río Turbio
Desde el martes 24 de agosto, se mantienen en la Boca de Mina 5, con medidas de fuerzas más directas por las declaraciones de tercerizaciones de algunos sectores de YCRT, la falta de inversión de sectores estratégicos para la producción de carbón, las persecuciones a los trabajadores que acatan la medida y la respuesta negativa de aumento salarial, luego de cinco años sin recibirlo.
La Izquierdo Diario pudo entrevistar a dos de los trabajadores de YCRT, que viajaron hasta Río Gallegos, para solidarizarse con sus compañeros de Punta Loyola y dar a conocer lo que ocurre en la cuenca carbonífera de Río Turbio.
Adonis Rojas, delegado del sector de hidráulica, en interior de mina:
“El conflicto comenzó por una recomposición salarial, porque venimos sin aumento de sueldo en más de cinco años y el interventor de Aníbal Fernández conduce la empresa desde Buenos Aires. Vino una sola vez a Río Turbio y a través del Asistente de Coordinación Lucas Gancerain, maltratan a los compañeros, con persecuciones al secretario de la seccional José Saravia y al delegado Ítalo Flores. Nosotros empezamos a solidarizarnos porque nos quieren disciplinar.
Además, el coordinador Gancerain dijo que los trenes ya no iban a funcionar, para el recorrido al puerto de Punta Loyola. Por eso viajamos a solidarizarnos con los compañeros y decirles que si tocan a uno, tocan a todos.
En primer lugar, como trabajadores estamos viendo el maltrato de esta intervención, hacia los trabajadores. Vinieron a aplicar más ajuste y nosotros creíamos que íbamos a tener un cambio mejor. Pero fue todo lo contrario y están sufriendo persecuciones los compañeros.
Estamos reclamando la democracia sindical, además pedimos las inversiones mal dirigidas y en su mayoría están puestas en la Mega Usina. Yo soy trabajador del Sector de Hidráulica en interior de mina, donde hicimos una propuesta con un relevamiento por los problemas que tenemos para que puedan operar bien la maquinaria en los frentes de explotación. A su vez, hablamos con los compañeros delegados del sector de electricidad y notamos que para que funcione una máquina, tenemos que apagar otra y en ése marco creemos que las inversiones necesarias en el interior de la mina no están dadas.
Sospechamos que hay un proceso de culpar a los trabajadores mineros, de que no queremos trabajar y hacer paro. También sospechamos que están intentando tercerizar algunos sectores como la cinta transportadora única. Por eso empezamos a mirar las licitaciones que se están realizando y notamos que existen tercerizaciones. No están invirtiendo en la mina de carbón. Somos un pueblo que vive de la mina y siempre defendemos la unidad económica de YCRT.
Nos mantenemos unidos con un acatamiento total, porque el reclamo es justo. Queremos inversiones para la mina, con una empresa completamente estatal y que brinde energía”.
José Saravia, secretario gremial de ATE Río Turbio:
“El reclamo comenzó el 23 de julio, porque hubo un compromiso desde la intervención que actualizaría las funciones de los compañeros mineros, a los compañeros de la planta depuradora y de talleres centrales. Pero como los compañeros comprobaron que la promesa no se cumplió, se cansaron y decidieron hacer un quite de colaboración, en el primer turno. Allí convocaron a la directiva de ATE y me hice presente, para respaldar la medida.
En el segundo turno, hubo un pedido de informe, emitido por el coordinador general Lucas Gancerain al Ministerio de Trabajo de la Provincia. Solicitaron un sumario administrativo, desconociéndome como secretario gremial y al compañero delegado de producción Ítalo Flores, que estaba conmigo ese día. Los motivos que argumentaron, fueron por tomar una medida, sin consultar a la intervención. Ellos piensan que debemos pedirle permiso al patrón, para respaldar a los trabajadores. Pero el coordinador se olvida que hay una ley que me permite la tutela sindical abalada por el Ministerio de Trabajo y decidir parar o un quite de colaboración.
Esa misma semana, en el tercer turno, el gerente de explotación envía un comunicado interno a cada jefe área de mina, pidiendo informes de quienes no ingresen a mina y se sumen a la medida. El informe era para realizar los descuentos salariales. Lucas Gancerain, salió en todos los medios de prensa anunciando el descuento y sumarios administrativos a todos los que no ingresen a mina, siempre tratándonos de vagos, desprestigiándonos ante la sociedad.
Pero lo que hay que decir es que, somos nosotros los que estamos generando el sueldo al coordinador general y a toda la cúpula que vino desde Buenos Aires. Ellos están una semana en la cuenca carbonífera y tres semanas en Buenos Aires, mientras el Estado les paga el hotel. El interventor Aníbal Fernández vino dos veces diciendo que en cien días iba a cambiar la imagen de la empresa, pero despidió a 417 familias. Hace marketing en los canales de televisión, pero no tienen ninguna capacidad de planificación minera y se guían de la planificación que dejó la anterior intervención de Omar Zeidan.
Los compañeros están cansados de las persecuciones y por eso estamos ocupando la mina. Tienen que pedir una disculpa pública a los trabajadores, realizar las inversiones a mina y hacer todo lo que no hicieron en estos dos años de gestión”.
La indignación creció en la cuenca carbonífera y el conflicto comienza a tener repercusión en la provincia, desenmascarando las falsas promesas que hasta ahora realizó Aníbal Fernández.
Uno de los trabajadores que vino desde Río Turbio dijo “ni el interventor Omar Zeidán se atrevió a tanto”, mencionando a la anterior gestión macrista que despidió a más de 500 trabajadores. Luego de aquellos cuatro años de gobierno de CAMBIEMOS, esperaban mejorar su situación y sin embargo eso no sucedió. Esperan percibir el próximo salario y en el caso de sufrir descuentos, habría medidas mucho más directas. Por último, exigieron que el interventor Aníbal Fernández viaje a Río Turbio, para solucionar el conflicto.
