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Red Internacional
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Riot grrrl: punk y movimiento feminista

Revolution girl style NOW! El hardcore punk de comienzos de los 90 que invitaba a las mujeres a pasar al frente.

Miércoles 20 de julio de 2016

Fotografía: Franco Ughetti

Esta expresión contracultural surgió de la necesidad de las mujeres de organizarse y así lo hicieron, informando y debatiendo sus ideas políticas como así también poniendo también gran énfasis en la creación artística como medio de expresión. Ya sea en literatura, performance, música o ilustración, abrieron el debate sobre una escena inclusiva.

En Olympia, Washington, comenzaron a circular los primeros fanzines* alrededor de 1989 combinando el feminismo y el artivismo*. En ellos plasmaban sus historias y sensibilidades.

En su contenido había poemas, dibujos, collages e invitaciones a eventos donde podían compartir entre ellas sus realidades.
Si bien tanto el punk como el feminismo fueron cooptados por el capitalismo, y expresiones como las de las riot grrrls no han sido ajenas a eso, no significa que no podamos rescatar las experiencias más avanzadas y hacer una mirada crítica hacia ese momento tan particular en la escena alternativa estadounidense.

“Porque creemos con todo nuestro corazón, mente y cuerpo que las mujeres constituyen una fuerza de alma revolucionaria que puede y va a cambiar el mundo real.”

Manifiesto RIOT GRRRL

¿Quiénes eran las RIOT GRRRLS?

Agrupaciones de jóvenes mujeres, feministas de la tercera ola, en su mayoría mujeres blancas de clase media que se organizaban para luchar contra la violencia de género y cuestionar el sexismo dentro del arte y especialmente la música.

Huggy Bear – Her Jazz

Bandas como Bratmobile, Heavens to Betsy, Huggy Bear, Bikini Kill encabezaban festivales y hacían los fanzines que vendían en sus shows. Esta última banda es la que publicó en su zine Nº 2 el manifiesto riot y en gran parte lo popularizó junto a sus enérgicas presentaciones.

Bloody Ice Cream por Bikini Kill (Helado sangriento)

La historia de Sylvia Plath se les cuenta a las jóvenes que escriben.
Nos quieren hacer pensar que para ser poetisa tienes que morir,
¿Quién es que me dijo que todas las jóvenes que escriben deben suicidarse?
Tengo otra buena para ti, estamos transformando las letras cursivas en cuchillos.

Una de las mayores críticas al movimiento es la falta de diversidad, la escasa visibilización de las formas de ser divergentes al canon establecido. Personas negras, personas con discapacidad, personas gordas, inmigrantes de las diferentes diásporas y la comunidad LGBT no se sintieron nunca representadas en esa imagen popular de la feminista blanca, delgada, císgenero de clase media que los medios se encargaron de terminar de instalar.

En el 2013 Kathleen Hanna, cantante de Bikini Kill y referente riot grrrl le dijo a la revista SPIN:

“Cuando la gente dice que riot grrrl era todo blanco no es verdad. En lugares como Nueva York y Carolina ese definitivamente no era el caso. No quiero borrar a las mujeres de color que fueron gran parte de moldear la identidad del riot grrrl y que cuestionaron riot grrrl como un movimiento muy blanco y de esa manera lo moldearon, porque claramente les importó lo suficiente para criticarlo. ¿Era la cara de riot grrrl blanca? Sí. ¿Eran muchos de los dibujos en los zines blancos? Sí. ¿Yo los hice? Sí. ¿Me arrepiento de letras como, “Comer carne/ Odiar a los negros/ Es todo la misma cosa”? Sí. Porque no es una manera astuta de hablar de interseccionalidad* y me arrepiento. Estoy dispuesta a decir esto públicamente porque creo que es importante ser como, puedes cambiar, puedes ser más astuto, puedes mejorarte.”

La escena se fue apagando a mediados de los 90, cuando los grupos de chicas fueron incorporados al mercado como la próxima novedad, pero es la herencia de distintas personas, en su mayoría jóvenes que alrededor del mundo se agrupan en redes sociales como tumblr y leen revistas como ROOKIE. Son ciber activistas, artivistas y siguen creando zines, tanto digitales como impresos, debatiendo sobre arte, política y género, no se sienten parte de los que buscan perseguir el sueño americano.

Esta es la juventud que apoyaba a Bernie Sanders y militó su candidatura online, que lucha en las calles con el Black Lives Matter y rechaza la xenofobia y el machismo de Trump.

Actualmente podemos encontrar el mensaje del feminismo interseccional en expresiones alternativas como el afropunk en la música.

Pensar en la representación de la mujer en el arte es pensar en la lucha por la visibilización.

Generaciones de artistas femeninas han sido marginadas por este sistema machista y contar sus historias implica rebelarse ante quienes nos imponen un mundo en el cual los creativos son los hombres y las mujeres las musas o groupies.

La emancipación de la mujer debería ser la emancipación de todas las mujeres, por ello no debemos ignorar las complejidades del feminismo.

El arte no puede ser patrimonio de las clases dominantes, por eso tanto la mujer trabajadora como la estudiante, deberían poder crear libres de cualquier prejuicio.