×
×
Red Internacional
lid bot

Rodrigo Delgado: el nuevo rostro de la represión

En una extensa entrevista dada para tolerancia cero el nuevo ministro del interior, Rodrigo Delgado, explicó cuales serán sus principales preocupaciones y prioridades a cargo de la cartera de interior.

Antonio Paez

Antonio Paez Dirigente Sindicato Starbucks Coffe Chile

Lunes 16 de noviembre de 2020

Con un aire de cautela e inseguridad se presentó en el programa “tolerancia cero” este domingo el nuevo ministro del Interior Rodrigo Delgado. Este aire venia dado por varias cuñas que dio durante la semana pasada a propósito de la votación del 10% que le valieron varias críticas al interior de Chile Vamos y de la propia Moneda.
El nuevo ministro, que venia desde la municipalidad de Estación Central, fue consultado varias veces por cómo llevaría adelante la política de seguridad pública y cómo lidiaría con los cuestionamientos a las policías desde el octubre del año pasado en adelante.

Las primeras declaraciones tuvieron relación con la seguridad pública, donde el exalcalde mencionó cambios al plan cuadrante y algunos protocolos de actuación en el control del orden público, pero ante las constantes preguntas de las periodistas Mónica Rincón y Paula Escobar, el ministro señaló que las violaciones a los derechos humanos le “dolían” y que había que condenar la violencia “venga de donde venga”, consultado sobre si pediría perdón este señaló que “si tuviera que pedir perdón lo haría” pero en el fondo no lo hará porque considera que las violaciones que actualmente se investigan no se hicieron durante su administración por lo que no le corresponde pedirlas.

Lo que si hizo fue justificar el actuar de las policías durante el estallido social, debido al contexto del momento. Aunque condenó algunos hechos graves, señaló que apostará a la actualización de protocolos y que es necesario modernizar el Estado y a las propias policías.

Consultado sobre la investigación sumaria que lleva adelante la Controlaría por la responsabilidad de mando de varios generales de Carabineros durante el estallido social, Delgado se lavó las manos y prefirió no opinar. Misma respuesta tuvo frente a la pregunta si creía que había que disolver Fuerzas Especiales y refundar ese cuerpo de la policía.

Frente a la pregunta de por qué Mario Rosas sigue en su cargo a pesar de las más de 8000 denuncias de violaciones a los Derechos Humanos por parte de agentes del Estado y especialmente de miembros de Carabineros, Delgado señaló que mientras Rosas mantenga la confianza de Piñera este no saldrá de su cargo.

El mundo imaginario del Gobierno

En la segunda parte de la entrevista el ministro contestó varias consultas sobre las proyecciones del gobierno frente al proceso constituyente y las elecciones.

Delgado hizo referencia en varios momentos que uno de los mayores problemas del gobierno frente al estallido fue el pensar que podría controlar la situación exclusivamente desde la perspectiva de la represión y el orden público.

Frente a los diversos análisis que dan cuenta de cómo el gobierno viene administrando el país más que “gobernando” el nuevo ministro hizo referencia a la ilusión extendida en la moneda, de que todo esta en orden y bajo el control de Piñera. Esto quedó claro cuando Delgado señaló que el proceso Constituyente (del plebiscito y ahora las próximas elecciones) está siendo liderado por la Moneda, lo mismo con la pandemia y la crisis económica.

Nuevas caras, la misma política

El cuarto cambio en el ministerio más importante del país es la señal más clara de la profunda crisis política del gobierno a la vez que muestra la total impotencia que tiene Piñera para intentar tomar, en algún grado, las riendas de su propio gobierno.

El cambio de Pérez por Delgado es acto de desesperación de intentar “renovar” la política con rostros nuevos o venidos de cargos con alto contacto con la “ciudadanía”, pero esta claro que, aunque cambie el ministro es la política la que manda y el compromiso de Delgado con la impunidad de las violaciones a los derechos humanos queda claro con el pasar de los días.