Denuncian el despido arbitrario de dos trabajadores del dispositivo de seguridad comunitaria de la facultad. Ayer se realizó una asamblea para discutir las medidas a seguir
Romina Faccioli Redacción LID Rosario
Miércoles 16 de marzo de 2016 16:53
Martín Ríos y Sergio “Varón” Fernández son militantes sociales de Causa y del Bodegón Cultural Casa de Pocho Lepratti que, desde el 2013, vienen llevando a cabo sus tareas en un dispositivo de seguridad comunitaria que tenía como objetivo trabajar en la promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes que transitan el predio de la facultad. La semana pasada han sido despedidos por parte de la nueva gestión de Raúl Gómez Alonso.
Según denuncian los trabajadores de la casa de estudios, lo que peligra es un trabajo que comenzó desde la contención y que logró, trabajando articuladamente con las instituciones, organizaciones sociales, políticas y estudiantiles de la facultad y el barrio abordar problemáticas complejas como la re escolarización, salud, deporte y cultura de los jóvenes del Barrio La Sexta.
¿Cómo empieza su trabajo en la Facultad de Psicología?
En Mayo de 2013 la gestión de la facultad convoca a organizaciones que realizaban trabajo barrial ante una problemática concreta que era la situación de más de 30 niños que venían a la unidad académica y que eran víctimas de violencia por parte de la seguridad privada y por personas que trabajan y estudian acá. Nosotros nos comprometimos a realizar un diagnóstico para ver por qué venían, teniendo en cuenta la particularidad que la Ciudad Universitaria está construida dentro de un barrio dónde los derechos de estos pibes son vulnerados.
Durante los primeros meses pudimos ver que había un nivel de deserción escolar enorme, ninguno hacia un deporte de manera sostenida o eran echados de otros espacios. Apostamos fuerte a la re-escolarización y propusimos en una mesa ampliada con autoridades de la facultad de Ciencia Política y de Psicología y la Defensoría de la Niñez hacer una colonia de vacaciones para que quede claro que esto que hacemos es un trabajo a largo plazo que no tenía que ver con el ciclo lectivo de la universidad.
¿Por qué se dan los despidos?
Cuando asume en abril de 2015 la nueva gestión de Raúl Gómez Alonso nos plantean que no conocían nuestro trabajo, que pensaban la extensión de otra manera y por lo tanto nosotros no teníamos que estar ahí. Por la presión que hicimos junto a organizaciones estudiantiles conseguimos seguir trabajando, desde entonces nos pagan los sueldos de forma atrasada y aún nos adeudan la mitad del sueldo de noviembre y diciembre completo.
A comienzo de este año el recorte empezó con una oferta laboral que conllevaba una disminución del salario de entre el 25% y el 65%; reducción de horas y no prevé un lugar físico. El lugar de trabajo fue vaciado sin avisar y estas cosas no fueron devueltas, allí había elementos de trabajo; informes; documentación de las familias con las que se trabaja; así como también elementos que organizaciones estudiantiles habían prestado (mesa, ropa, juguetes etc.) y elementos personales.
¿Qué medidas discutieron en la asamblea?
Entendiendo que se está retrocediendo en el trabajo que hicimos en la protección de los derechos de estos niños es que convocamos a la asamblea. Le vamos a entregar una nota al decano donde exigimos que nos dé una respuesta y ya pusimos fecha para la próxima asamblea el martes 22 de marzo a las 17 en la Plazoleta de la memoria de la Ciudad Universitaria.
Reproducimos las exigencias que están en el comunicado de los trabajadores despedidos
“-Continuidad del programa o cualquier otro tipo de trabajo centrado en las protecciones integrales de los niños, niñas y adolescentes.